NO ROBARÁS

los diez mandamientos  •  Sermon  •  Submitted   •  Presented
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No hurtarás
Ex. 20:15
Introducción:
En el tiempo de los incas había un código moral que regulaba la convivencia humana y permitía las relaciones armoniosas entre los ciudadanos.
No tenemos una fuente clara sobre que inca gobernante fue el que instituyo el código moral en el imperio incaico, pero al menos sabemos que este código moral se llegó a sintetizar principalmente en tres leyes:
Ama Kella: no seas ocioso
Ama Llulla: no seas mentiroso
Ama Sua: no seas ladrón
¿De dónde se les ocurrió o de donde creen que llegaron a establecer los incas este código moral?
¿Quién les enseño?
14 Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos,
15 mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos
Ro 2:14 – 15
Dios puso la ley en el corazón de cada inca.
Y fue un gobernante incaico quien medito en la ley que habitaba en su interior, para regularlo y establecerlo en el imperio incaico.
¿Por qué crees que la humanidad incrédula llega a tener una ética (una moralidad)?
Porque Dios a grabado la ley en sus corazones y su conciencia se encarga de dictaminar a cada persona sus fallas.
Su conciencia se encarga de acusar a cada persona incrédula, cuando va en contra de la ley establecida por Dios en sus corazones.
El “no robarás” esta escrito en cada corazón humano.
Transición:
Y siendo hijos de Dios, nosotros deberíamos de entender más a profundidad la ley de Dios.
Porque no solo está escrito en nuestros corazones, no solo tenemos una conciencia que nos acuse, sino que también tenemos la mente de Cristo y la dirección del E.S. para un correcto discernimiento.
Tú y yo al entender mejor la ley de Dios, deberíamos de vivir mejor la ley.
1. No robarás:
No hurtarás
Ex. 20:15
Hurtar en un sinónimo de robar.
Robar: Apropiarse de algo ajeno.
Tecnicismo: Es un verbo en futuro imperfecto o futuro absoluto
Esto quiere decir que Dios conoce la probabilidad que un ser humano tiene de robar, que, en cualquier momento del desarrollo de la vida de una persona, esa persona puede robar.
Es por eso que Dios dice: No robarás.
Porque sabe Dios que en algún momento de tu vida tendrás la tentativa de querer hacerlo.
El 7mo mandamiento nos decía: no cometerás adulterio.
Este mandamiento fue dado por Dios, porque va en contra de Su Santidad.
Porque un adultero contamina la pureza física y contamina el lecho matrimonial. Eso va en contra de la Santidad de Dios.
El 8vo mandamiento nos dice: no robarás.
Este mandamiento fue dado por Dios, porque va en contra de Su justicia.
Un ladrón es alguien que llega a poseer bienes ajenos. Eso es algo injusto. Este pecado va en contra de la justicia de Dios.
Cada mandamiento que Dios ha dejado es para el hombre no peque cometiendo ese pecado. Cada mandamiento que Dios ha dejado es para que el hombre se de cuenta: que cosa es pecado.
Porque todo pecado es una afrenta directa a Dios, todo pecado es un ataque a algún atributo de Dios.
Ejem:
El asesinato, ataca el atributo de amor de Dios.
El adulterio, ataca el atributo de Santidad de Dios.
El robar, ataca el atributo de justicia de Dios.
¿Me dejo entender?
Entonces, cuando Dios dice: No robarás, nos esta mandando a que ninguno de nosotros nos apropiemos de los bienes de alguien más (sea cual sea su valor).
2. Dos causas de hurto:
Existen dos causas bíblicas por las que el ser humano llega a robar.
a. Causas internas:
i. La codicia:
Un deseo excesivo (inmoderado) de obtener cosas.
La codicia es la raíz del hurto o la codicia es lo que conduce a una persona a robar.
Por eso, Dios dice:
No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.
Éx 20:17
Porque la codicia que nace en el corazón termina en acción.
Pues vi entre los despojos un manto babilónico muy bueno, y doscientos siclos de plata, y un lingote de oro de peso de cincuenta siclos, lo cual codicié y tomé; y he aquí que está escondido bajo tierra en medio de mi tienda, y el dinero debajo de ello.
Jos 7:21
Acán fue un hombre que calló en la codicia de su corazón y eso lo llevó a hurtar algunos objetos del anatema.
Si un varón codicia a una mujer, termina poseyéndola.
Si un hombre codicia un objeto, termina cogiéndolo.
Por eso, sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón porque de este se determina el rumbo de tu vida.
Analiza tu corazón y cuida que la codicia no nazca en tu corazón, y si nace la codicia pide a Dios que la extermine.
ii. La incredulidad:
La segunda causa interior, es la incredulidad.
Y hablaron contra Dios, diciendo: ¿Podrá poner mesa en el desierto?
Sal 78:19
Esta es la declaración de incredulidad del pueblo de Israel. Ellos pensaban que Dios no iba a poder suplir sus necesidades.
Todo cristiano que llega a desconfiar de la providencia de Dios, está diciendo lo mismo que el pueblo de Israel: ¿podrá Dios poner mesa para mí?
Como consecuencia, todo cristiano que llega a desconfiar de la providencia de Dios, puede caer en el hurto, porque él mismo comienza a proveerse para sus necesidades de forma ilegal.
Y ese cristiano quizás determina poner su mesa por su propia cuenta, pero en realidad será por cuenta de otra persona.
Puede tener una tienda y comienza a poner balanza y pesa falsa. Y está robando.
Puede poner un precio excesivo en sus productos, puede poner un precio excesivo en su mano de obra y eso es robar con astucia.
Puede el cristiano pagar por un bien o servicio que esta recibiendo y al momento de recibir su vuelto, se da cuenta que es un vuelto de más. Y ese cristiano esta en necesidad y se queda con el exceso de vuelto.
¿Ha robado o no ha robado?
Hay muchos otros tipos de robo que veremos en un momento.
Pero el cristiano debe de confiar en que Dios va a poner su mesa, en que Dios va a suplir sus necesidades.
b. Causa externa:
Existe una causa externa por la cual alguien puede robar y es la incitación de Satanás.
Pero dijo esto, no porque se cuidara de los pobres, sino porque era ladrón, y teniendo la bolsa, sustraía de lo que se echaba en ella.
Jn 12:6
El tesorero Judas era un ladrón, pero ¿sabes cómo llegó a serlo?
Y después del bocado, Satanás entró en él…
Jn 13:27
Pero Marlon, ahí habla que ingreso Satanás en la última cena, recién cuando iba a traicionar a Jesús.
Si, pero Lucas nos dice que Satanás ingreso incluso antes de aquella cena pascual.
1 Estaba cerca la fiesta de los panes sin levadura, que se llama la pascua.
2 Y los principales sacerdotes y los escribas buscaban cómo matarle; porque temían al pueblo.
3 Y entró Satanás en Judas, por sobrenombre Iscariote, el cual era uno del número de los doce;
4 y éste fue y habló con los principales sacerdotes, y con los jefes de la guardia, de cómo se lo entregaría.
Lc 22:1 – 4
Y recién en el v. 7 vemos que llega la pascua.
Llegó el día de los panes sin levadura, en el cual era necesario sacrificar el cordero de la pascua.
Lc 22:7
Y en esa cena, es donde Juan registra que Satanás ingresa nuevamente en Judas.
La verdad es que Satanás pudo haber ingresado fácilmente en Judas más de una vez e incitarlo a robar de las ofrendas.
En nosotros no ingresará el maligno el maligno no nos toca, dice Juan, porque en nosotros habita el E.S., pero eso no excluye que Satanás si puede tentarnos e influenciarnos a cosas malas como robar.
Esa es una causa externa de hurto. La tentación de aquel león rugiente que, está dando vueltas buscando a quien devorar. Buscando a quien puede caer en este pecado.
Y hay muchos tipos de hurto.
3. Tipos de hurto:
a. El robo a los demás:
i. El ladrón al paso:
Un hombre descendía de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de ladrones, los cuales le despojaron; e hiriéndole, se fueron, dejándole medio muerto.
Lc 10:30
Este es el tipo de ladrón que abunda, Los que utilizan la violencia, los insultos, la intimidación para arrebatarte lo que posees.
¿Quién hasta el momento no ha sufrido algún robo?
Espero que nadie aquí trabaje de esta manera.
Frente a esto, Dios dice:
No oprimirás a tu prójimo, ni le robarás.
Lv 19:13
Dios, una vez más recalca que uno no debe de apoderarse de los bienes ajenos y menos oprimiendo al prójimo.
ii. El ladrón domestico:
Son aquellos que trabajan en alguna casa, alguna empresa y realizando sus labores, sustraen algunos bienes de aquella casa o empresa.
No os olvidéis de la hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles.
He 13:2
Algunos dueños de casa, algunos jefes sin saberlo pueden llegar a hospedar ladrones.
Usted no sea aquel ladrón que ha hospedado su jefe.
Usted no puede mostrar una apariencia respetable, fingir ayudar a su jefe, cuando en realidad estas ayudándote a ti mismo.
Usted no debe de laborar mientras al mismo tiempo sustrae bienes de su trabajo.
Cuide su trabajo, Dios ve lo que usted hace en aquel lugar y como lo hace.
Si desvía fondos o no.
Si cobra de más en los productos y se queda con una parte.
Dios lo ve.
Agustín:
Usted puede estar adquiriendo algún bien material o económico, pero tu alma sufre perdida.
iii. El ladrón que se esconde tras la ley civil:
Ahí se encuentra el fiscal, el abogado, el político que puede actuar fraudulentamente, puede robar a su cliente o al pueblo protegiéndose con alguna ley civil.
Esa persona puede burlar la ley humana, pero jamás podrá burlar la ley de Dios.
Puede taparse con la ley civil y quedar bien, pero él está al descubierto con la ley de Dios y Dios juez justo lo juzgará.
Si se te viene a la mente algún político que robo al pueblo, si te viene a la mene algún abogado que robo a su cliente y parece que no hubiera ningún castigo para él, recuerda que pronto estará frente a Dios.
iv. El ladrón comercial:
Aquel que roba en sus ventas.
4 Oíd esto, los que explotáis a los menesterosos, y arruináis a los pobres de la tierra,
5 diciendo: ¿Cuándo pasará el mes, y venderemos el trigo; y la semana, y abriremos los graneros del pan, y achicaremos la medida, y subiremos el precio, y falsearemos con engaño la balanza,
Am 8:4 – 5
No solo roba aquel que falsea el peso del producto, sino también aquel que comienza a subir excesivamente el precio a lo que vende.
Aquel que exige 3 veces más el precio de un artículo, de lo que realmente vale.
Defraudar en el peso es robar y cobrar excesivamente es robar con astucia.
Engañar al prójimo en una venta, es contrario a la ley de Dios:
Y cuando vendiereis algo a vuestro prójimo, o comprareis de mano de vuestro prójimo, no engañe ninguno a su hermano.
Lv 25:14
Engañar al prójimo en una venta, es va en contra del evangelio:
que ninguno agravie ni engañe en nada a su hermano; porque el Señor es vengador de todo esto, como ya os hemos dicho y testificado.
1 Tes 4:6
Junto con la prohibición, Dios deja la consecuencia y primordialmente habla que Dios será el vengador. Dios dará el pago a aquel que engaña.
v. El ladrón eclesiástico:
El ladrón eclesiástico dentro de nuestra iglesia puede ser el pastor o Marlon.
Un ladrón eclesiástico es el siervo que comienza a recibir una ofrenda de parte de la iglesia, por su labor de enseñar, de guiar, de instruir en la Palabra, pero no cumple con su papel de siervo. Entonces, está robando a la iglesia.
El ladrón eclesiástico, lo que hace es dar una mala enseñanza de la Palabra o no dedicar el tiempo suficiente para preparar un buen mensaje y compartirlo.
Lo que hace es, hacer morir a las ovejas de inanición, de hambre y no les da el pasto verde.
Por eso dice el profeta Ezequiel:
…¡Ay de los pastores de Israel, que se apacientan a sí mismos!...
Ez 34:2
…los pastores se apacentaron a sí mismos, y no apacentaron mis ovejas.
Ez 34:8
Esto es para el pastor y para mí. No quisiéramos ser ladrones eclesiásticos.
vi. El prestamista:
El prestamista llega a ser un ladrón cuando realiza el préstamo con usura. O sea, llega a cobrar un interés excesivamente alto.
El puede aparentar ayudar a otro al prestarle dinero cuando está necesitado, pero al final los intereses que cobra exprimen al otro.
Todos conocemos a Zaqueo y Zaqueo era un cobrador de impuestos, un publicano. Él cobraba los impuestos en un porcentaje más elevado del cual justamente debería de cobrarse.
O sea, Zaqueo al cobrar impuestos excesivamente, el porcentaje en exceso que él llegaba a cobrar era para él y de esa manera robaba.
Es por eso que cuando él se arrepiente, hace restitución.
Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado.
Lc 19:8
Si usted presta y va a poner un interés de por medio, que sea un interés razonable y justo.
Si usted algún momento ha prestado y ha cobrado un interés excesivo, no esta de más que piense en hacer restitución, si de verdad está entendiendo el mensaje.
vii. El deudor:
El impío toma prestado, y no paga; mas el justo tiene misericordia, y da.
Sal 37:21
El deudor se vuelve un ladrón, cuando pide prestado, pero sin tener la intención de devolverlo jamás.
¿O acaso no es hurtó, pedir prestado y no devolver?
Si algún momento usted se presta dinero, tenga toda la intención de devolver ese préstamo y si le falta o tiene necesidad y no puede devolver aquel préstamo, pida a Dios que le ayude a devolver, porque Dios provee para pagar nuestras deudas.
Dios proveyó a una viuda en el tiempo de Eliseo, para pagar a sus acreedores.
Vino ella luego, y lo contó al varón de Dios, el cual dijo: Ve y vende el aceite, y paga a tus acreedores; y tú y tus hijos vivid de lo que quede.
2 Re 4:7
Dios proveyó y Dios te proveerá. Él es Jehová Jireh
viii. El cómplice:
Pregunta ética y moral:
Si uno de tus conocidos roba un celular y te lo para que lo escondas, ¿eres cómplice del robo o no? ¿eres tan culpable como el autor del robo o no?
No habría rateros, sino habría un receptor de las cosas robadas.
O sea, no habría rateros, sino habría un consumidor de las cosas que roba este ladrón.
Cuidado que usted este comprando cosas robadas, cuidado que usted este formando parte de ese pecado.
b. El robo a Dios:
Hay dos tipos de robo que se hace directamente a Dios.
i. El día de reposo:
8 Acuérdate del día de reposo para santificarlo.
9 Seis días trabajarás, y harás toda tu obra;
10 mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios…
Éx 20:8 – 10
Es un día que Dios ha santificado y lo ha bendecido.
Es un día, después de cada 6 días que Dios se ha separado para adorarlo y nosotros robamos a Dios, cuando utilizamos ese día en cualquier otra actividad y no para el fin que Dios ha dicho.
Acuérdate del día de reposo…
ii. Su Gloria:
Todo ser humano algún momento ha sido un ladrón de Gloria y nosotros los cristianos no somos la excepción.
Nos volvemos ladrones de Gloria, cuando comienzo a hacer algo para Dios, pero al mismo tiempo buscó que los demás vean que yo lo estoy haciendo.
Soy un ladrón de Gloria, cuando predico a Dios y quiero que crean en Dios y vean que Él es increíble, …y que yo también soy increíble.
Es natural que quieras que Dios te use para que la gente conozca a Dios, pero no es natural que te sientas abrumado, incomodo y amargado cuando Dios usa a otros.
Es natural que quieras que Dios te use para su obra, pero no es natural que busques reconocimiento.
Todos algún momento hemos sido ladrones de Gloria y no es correcto robar la Gloria a Dios, es más, debería de causarte temor robar Gloria a Dios.
20 Y Herodes estaba enojado contra los de Tiro y de Sidón; pero ellos vinieron de acuerdo ante él, y sobornado Blasto, que era camarero mayor del rey, pedían paz, porque su territorio era abastecido por el del rey.
21 Y un día señalado, Herodes, vestido de ropas reales, se sentó en el tribunal y les arengó.
22 Y el pueblo aclamaba gritando: ¡Voz de Dios, y no de hombre!
23 Al momento un ángel del Señor le hirió, por cuanto no dio la gloria a Dios; y expiró comido de gusanos.
Hch 12:20 – 23
Según la historia de la tradición cristiana, Herodes se encontraba en una fiesta en honor al emperador Claudio, posiblemente era el cumpleaños del emperador.
Ya era el segundo día de fiesta y Herodes llega a realizar una arenga, un discurso delante de todo el pueblo y ese discurso fue tan solemne que hizo que todo el pueblo aclamara Herodes.
El pueblo le decía:
v. 22 ¡Voz de Dios, y no de hombre!
Seguro que en ese instante a Herodes se le infló el pecho, se sintió en una posición tan elevada como la de Dios y no dio la gloria a Dios.
Él era un judío nominal y él sabía que debía de dar la gloria a Dios, pero en ese instante solo se ocupó de recibir los aplausos y la proclamación del pueblo.
Eso le disgusto a Dios y Dios lo hirió.
v. 23 Al momento un ángel del Señor le hirió, por cuanto no dio la gloria a Dios; y expiró comido de gusanos.
La historia cuenta que en ese instante en el que Dios lo hirió, no murió inmediatamente, sino que estuvo 5 días vivo, donde su carne comenzó a podrirse y esa putrefacción de su carne género gusanos (estuvo 5 días vivo siendo comido por gusanos) y al cabo de esos 5 días murió.
Eso es lo que pasó con un hombre que robó la gloria a Dios.
¿Qué crees que pueda pasar contigo cuando le robas la gloria a Dios?
Si nosotros tenemos algo de que gloriarnos, gloriémonos en la cruz de nuestro Señor Jesucristo.
Porque no merecíamos nada, solo la condenación, pero Él nos salvó.
Jesús vino para salvarnos a nosotros, los ladrones de gloria.
Es más, Él renunció a Su Gloria para luego morir por nosotros, murió por nuestros pecados. Murió por todas aquellas veces en las que pecamos robando Gloria a Dios.
Así que, si hay alguien digno de todo Gloria ¿Quién es?
Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén.
Ro 11:36
Conclusión:
No le robes la gloria a Dios porque luego tendrás que esconderte de Dios.
Mejor escóndete en Dios, refúgiate en Dios y así es como tú estarás capacitado para darle la Gloria a Él.
Escóndete en Dios, refúgiate en Dios, porque solamente bajo su guía, bajo su dirección, bajo en la obra de su Espíritu Santo, bajo la obra de santificación que está realizando en tu vida, es que tú puedes honrarlo y glorificarlo al no robar de ninguna manera.
Si no quieres quebrantar el 8vo mandamiento, de ninguna manera, tú y yo necesitamos que Dios obre en nuestras vidas.
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