Yo soy el samaritano de alguien.

Yo soy la iglesia   •  Sermon  •  Submitted   •  Presented
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La mas pequeña de las acciones siempre será más grande que la mayor de las intenciones.

Notes
Transcript

INTRODUCCION:

El domingo recordamos que cada uno de nosotros hemos sido bendecidos con talentos y dones dados por nuestro Padre Celestial para que podamos desarrollar nuestro ministerio dentro de la familia de la iglesia.
Tambien recordamos que así como tenemos un ministerio dentro de la familia tenemos una misión afuera y es añadir personas a la familia de la iglesia.
Nunca lo olvidemos tenemos un ministerio dentro y una mision afuera, tenemos privilegios dentro y responsabildiades afuera.
La misión consiste en llevar el mensaje del evangelio a las personas, este es un mensaje del amor de Dios hacia las personas y el deseo divino de salvarlas de su vida sin propósito y de la condenación eterna.
Y además este mensaje debe ser acompañado de acciones que muestren lo que ese mimso mensaje produce en la vida de aquellos que lo han creído.

DESARROLLO:

Santiago 2:14–17 NTV
14 Amados hermanos, ¿de qué le sirve a uno decir que tiene fe si no lo demuestra con sus acciones? ¿Puede esa clase de fe salvar a alguien? 15 Supónganse que ven a un hermano o una hermana que no tiene qué comer ni con qué vestirse 16 y uno de ustedes le dice: «Adiós, que tengas un buen día; abrígate mucho y aliméntate bien», pero no le da ni alimento ni ropa. ¿Para qué le sirve? 17 Como pueden ver, la fe por sí sola no es suficiente. A menos que produzca buenas acciones, está muerta y es inútil.
El mensaje del evangelio debe producir cambios profundos en la vida de la persona.
El amor mas que un sentimiento es una decisión de actuar siempre en beneficio de la otra persona.
Pensemos a quien le estamos manifestando el amor que Dios nos mando a compartir.
Romanos 5:1–5 NTV
1 Por lo tanto, ya que fuimos declarados justos a los ojos de Dios por medio de la fe, tenemos paz con Dios gracias a lo que Jesucristo nuestro Señor hizo por nosotros. 2 Debido a nuestra fe, Cristo nos hizo entrar en este lugar de privilegio inmerecido en el cual ahora permanecemos, y esperamos con confianza y alegría participar de la gloria de Dios. 3 También nos alegramos al enfrentar pruebas y dificultades porque sabemos que nos ayudan a desarrollar resistencia. 4 Y la resistencia desarrolla firmeza de carácter, y el carácter fortalece nuestra esperanza segura de salvación. 5 Y esa esperanza no acabará en desilusión. Pues sabemos con cuánta ternura nos ama Dios, porque nos ha dado el Espíritu Santo para llenar nuestro corazón con su amor.
La llenura del Espíritu Santo produce en una persona un amor sincero por tres personas:
Por Dios
Por su Palabra (Cristo)
Por las personas
Lucas 10:25–37 NTV
25 Cierto día, un experto en la ley religiosa se levantó para probar a Jesús con la siguiente pregunta: —Maestro, ¿qué debo hacer para heredar la vida eterna? 26 Jesús contestó: —¿Qué dice la ley de Moisés? ¿Cómo la interpretas? 27 El hombre contestó: —“Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu fuerza y con toda tu mente” y “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. 28 —¡Correcto! —le dijo Jesús—. ¡Haz eso y vivirás! 29 El hombre quería justificar sus acciones, entonces le preguntó a Jesús: —¿Y quién es mi prójimo? 30 Jesús respondió con una historia: —Un hombre judío bajaba de Jerusalén a Jericó y fue atacado por ladrones. Le quitaron la ropa, le pegaron y lo dejaron medio muerto al costado del camino. 31 »Un sacerdote pasó por allí de casualidad, pero cuando vio al hombre en el suelo, cruzó al otro lado del camino y siguió de largo. 32 Un ayudante del templo pasó y lo vio allí tirado, pero también siguió de largo por el otro lado. 33 »Entonces pasó un samaritano despreciado y, cuando vio al hombre, sintió compasión por él. 34 Se le acercó y le alivió las heridas con vino y aceite de oliva, y se las vendó. Luego subió al hombre en su propio burro y lo llevó hasta un alojamiento, donde cuidó de él. 35 Al día siguiente, le dio dos monedas de plata al encargado de la posada y le dijo: “Cuida de este hombre. Si los gastos superan esta cantidad, te pagaré la diferencia la próxima vez que pase por aquí”. 36 —Ahora bien, ¿cuál de los tres te parece que fue el prójimo del hombre atacado por los bandidos? —preguntó Jesús. 37 El hombre contestó: —El que mostró compasión. Entonces Jesús le dijo: —Así es, ahora ve y haz lo mismo.
Verso 33. lo que otros sientan por nosotros NO debe cambiar lo que nosotros sentimos por lo demás.
Jesús nos esta enseñando que las actitudes de otros NO deben determinar nuestras actitudes hacia los demás.
Verso 34
Se le acercó
Le alivió las heridas con vino y aceite
Le vendeo las heridas
Le subió a su propio burro
Le llevó a un alojamiento y cuidó de él.
Le pago al encargado de la posada
Se comprometió a pagar lo que fuera necesario a su regreso.
El verso 33 nos dice que sintió compasión por el herido y de ese sentimiento brotó una serie acciones que salvaron la vida de alguien que puedes ser Eeposo, padre, hijo, hermano de alguien más.
Cuando amamos alguien y le ayudamos en realidad estamos ayudando a muchas personas más.
Recordemos que la mas pequeña de las acciones es mucho mas improtante que la más grande de las intenciones.
Dios nos configuró con sentimientos y emociones para que de ahi tengamos las mas bellas acciones.
Cuando le compramos algo a alguien en la calle estamos poniendo un poco de comida en la mesa de alguien más.
MI PROJIMO ES EL QUE NECESITA AYUDA QUE DIOS PONE EN MI CAMINO.

CONCLUSION:

Lucas 10:36–37 NTV
36 —Ahora bien, ¿cuál de los tres te parece que fue el prójimo del hombre atacado por los bandidos? —preguntó Jesús. 37 El hombre contestó: —El que mostró compasión. Entonces Jesús le dijo: —Así es, ahora ve y haz lo mismo.
Ahora.... VE y HAZ lo mismo, qué cosa debemos ir y hacer? Ser compasivos.
Mateo 5:7 NTV
7 Dios bendice a los compasivos, porque serán tratados con compasión.
Cuando nosotros tratamos con compasión a los demás lo que en realidad estamos haciendo es ahorrando compasión para nosotros mismos.
El nivel de compasión de Dios es el mismo nivel de compasión que nosotros tenemos con los demás.
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