El Estilo De Vida Evangélico

Tito 2:1–5 RVR60

1 Pero tú habla lo que está de acuerdo con la sana doctrina. 2 Que los ancianos sean sobrios, serios, prudentes, sanos en la fe, en el amor, en la paciencia. 3 Las ancianas asimismo sean reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien; 4 que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, 5 a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada.

INTRODUCCIÓN

Toda esta enseñanza que hemos estado estudiando desde hace un tiempo sobre el patrón de la piedad, tanto para el hombre como para la mujer, fluye del evangelio.

Se aprende de las Buenas Noticias de Jesucristo y es totalmente congruente con ellas.

Debemos recordar que el punto de partida de Pablo fue decirle a Tito:

LO QUE ESTÁ DE ACUERDO CON LA SANA DOCTRINA

Tito 2:1 RVR60

1 Pero tú habla lo que está de acuerdo con la sana doctrina.

Algunos comentaristas enfocan la enseñanza sobre los papeles de la mujer y el hombre en este capítulo con la interpretación de que lo que Pablo está enseñando es, simplemente, un intento de extender el Evangelio por el antiguo mundo de los gentiles, animando a los cristianos a vivir de acuerdo con las normas de lo que en el mundo de aquel tiempo se veía como “respetable” o “noble”.

Pero en realidad esta interpretación haría relativa la enseñanza de Pablo.

Porque si las ideas de respetabilidad del mundo gentil cambiaban, entonces la conducta cristiana tendría que cambiar también para obtener aceptación.

Sin embargo es importante que contextualicemos el pasaje, para que entendamos y veamos que eso no es lo que Pablo esta enseñando o diciendo aquí.

Él no escribió a Tito “habla lo que esté de acuerdo con las ideas filosóficas y de respetabilidad vigente en la sociedad.

Sino que más bien Pablo dice: “Habla lo que está de acuerdo con la sana doctrina”.

Este es el principio Bíblico: Como predicadores estamos llamados a enseñar y predicar a los hombres lo que está de acuerdo con la sana enseñanza de la Palabra de Dios y no lo que este de acuerdo con la filosofía de turno.

Los cristianos no debemos alinearnos a las ideas y modelos de la filosofía moderna. Debemos alinearnos a las ideas y las enseñanzas Bíblicas de la Palabra de Dios.

Hacer esto nos arraiga firmemente en un estilo de vida diferente y piadoso en Cristo. No en las modas de este mundo, o en las conciencias falibles de las personas caídas.

No es el mundo y sus ideas el que debe dictar el estilo de vida cristiano, sino el Evangelio de Cristo.

Y recalcamos eso porque así lo subraya el apóstol Pablo quien motiva a los hombres y a las mujeres para que vivamos vidas piadosas.

Las mujeres deben vivir con un estilo de vida piadoso, basado en el amor y la sujeción a su marido, el amor a sus hijos, la prudencia, la castidad, la bondad, etc. Los hombres por otro lado debemos ser piadosos en nuestra conducta, sobrios, serios, prudentes, sanos en la fe, el amor y la paciencia.

Todo eso que ya hemos visto en el contexto del versículo 5.

Tito 2:5 RVR60

5 a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada.

El problema con no vivir y practicar la piedad que los cristianos estamos llamados a vivir es que, la palabra de Dios se blasfema, o como también lo dijo Pablo a los judíos en Romanos, el nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles por causa de ellos.

Hermanos, ¿acaso no fue Dios el que creó al hombre y a la mujer?, ¿no fue Dios quien instituyó el matrimonio y dio roles a los cónyuges?

Si su respuesta a esas preguntas fue un si rotundo entonces;

Para los cristianos, vivir de otra forma es socavar la Palabra de Dios y el propio evangelio, dejándolo sin fuerzas, lo debilitándolo hasta tal punto que se queda sin efecto poderoso. No que no sea poderoso y no pueda transformar a otros, es que lo hemos manchado al punto de que otros lo ven como algo poco atractivo o no necesario para ellos.

Cuando los cristianos no vivimos conforme a la verdad de Dios sino que por el contrario vivimos lejos de este libro, lo que hacemos es; dar municiones a los enemigos del Evangelio.

Ellos pueden decir de tales cristianos: Dicen una cosa y luego hacen otra.

Ese es el gran peligro de la brecha entre lo que creemos y cómo nos comportamos.

CONCLUSIÓN

El evangelio y el estilo de vida cristiano deben ser para nosotros lo que fue para Pablo, una sola cosa.

No debemos ser una cosa en la Iglesia y otra cosa fuera de ella. Porque aquí somos cristianos y allá afuera también. Y se espera que honremos a Dios en la Iglesia y en cualquier lugar de este mundo.

¡Que el Señor nos ayude!