¿Qué es el carácter?
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Lectura Bíblica
Lectura Bíblica
Romanos 12:2 “Y no os adaptéis a este mundo, sino transformaos mediante la renovación de vuestra mente, para que verifiquéis cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno, aceptable y perfecto.”
¿Personaje o persona?
¿Personaje o persona?
El Hijo, Jesucristo, tenía un temperamento perfecto, un carácter formado o maduro y una personalidad preciosa y poderosa. Además, Él era siempre la misma persona. No había tal cosa como el personaje público y la persona privada. El personaje era también la persona: eso era lo que lo hacía tan especial y le daba autoridad para decirle a sus discípulos, con los que convivió: “Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón” (Mateo 11:29).
“Todo hombre tiene tres variedades de carácter: el que realmente tiene; el que aparenta, y el que cree tener”. Esta cita del escritor francés Alphonse Karr, no fue aplicable al Hijo de Dios. Él tenía una sola personalidad y un único carácter.
Conceptos:
Galeno de Pérgamo, tomando como referencia esta clasificación hipocrática, categorizó a las personas según sus temperamentos. Con ellos, distinguió 4 clases de personas:
- Colérico (bilis amarilla): personas apasionadas y enérgicas, que se enfadan con facilidad.
- Melancólico (bilis negra): individuos tristes, fáciles de conmover y con gran sensibilidad artística.
- Flemático (flema): sujetos fríos y racionales.
- Sanguíneo (sangre): personas alegres y optimistas, que expresan cariño a los demás y se muestran seguras de sí mismas.
Todos los temperamentos tienen sus fortalezas y también sus debilidades. Ninguno es mejor que otro. Aunque el temperamento influye en nuestras emociones y sentimientos, no nos obliga a actuar de una manera determinada.
Vivir en el Espíritu será una forma de potenciar las fortalezas y sujetar las debilidades de nuestros temperamentos. Nos recomienda Romanos 12:2 (PDT): “No vivan según el modelo de este mundo. Mejor dejen que Dios transforme su vida con una nueva manera de pensar”.
Entender que tu temperamento tiene ciertas debilidades, no es para que te justifiques diciendo “así nací, así soy y así moriré”. Por el contrario, es para que estés consciente de tus carencias y permitas al Espíritu Santo que te transforme, para que cada día seas mejor. Aprender a vencer esas debilidades es desarrollar carácter. Así como potenciar nuestras fortalezas.
¿Qué es el Carácter?
“es consecuencia de las experiencias e interacciones sociales que vamos teniendo en nuestra vida y de las que obtenemos cierto aprendizaje”.
¿Cómo puedes identificar tu carácter?
Santiago 3:13 “¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Que muestre por su buena conducta sus obras en mansedumbre De sabidduría.”
1 TIMOTEO 4:12 “No permitas que nadie menosprecie tu juventud; antes, sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, fe y pureza.”
ROMANOS 12:17 “Nunca paguéis a nadie mal por mal. Respetad lo bueno delante de todos los hombres.”
TITO 3:1 “Recuérdales que estén sujetos a los gobernantes, a las autoridades; que sean obedientes, que estén preparados para toda buena obra;”
Señales de que andamos por mal camino
PROVERBIOS 13:6 “La justicia guarda al íntegro en su camino, mas la maldad trastorna al pecador.”
SALMO 84:11 “Porque sol y escudo es el Señor Dios; gracia y gloria da el Señor; nada bueno niega a los que andan en integridad.”
JOB 17:9 “Sin embargo el justo se mantendrá en su camino, y el de manos limpias más y más se fortalecerá.”
LUCAS 16:10 “El que es fiel en lo muy poco, es fiel también en lo mucho; y el que es injusto en lo muy poco, también es injusto en lo mucho.”
2 CORINTIOS 1:12 “Porque nuestra satisfacción es esta: el testimonio de nuestra conciencia que en la santidad y en la sinceridad que viene de Dios, no en sabiduría carnal sino en la gracia de Dios, nos hemos conducido en el mundo y especialmente hacia vosotros.”
2 Pedro 1:4 “por medio de las cuales nos ha concedido sus preciosas y maravillosas promesas, a fin de que por ellas lleguéis a ser partícipes de la naturaleza divina, habiendo escapado de la corrupción que hay en el mundo por causa de la concupiscencia.”
personalidad cada vez más parecida a la del Señor Jesús, añadiendo virtud sobre virtud con el paso del tiempo.
¿Cómo moldear mi personalidad a la de Jesús?
2 Pedro 1:5-8 “Por esta razón también, obrando con toda diligencia, añadid a vuestra fe, virtud, y a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio, al dominio propio, perseverancia, y a la perseverancia, piedad, a la piedad, fraternidad y a la fraternidad, amor. Pues estas virtudes, al estar en vosotros y al abundar, no os dejarán ociosos ni estériles en el verdadero conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.”
Medidores de tu carácter
Medidores de tu carácter
Es vital para nosotros enfrentarnos con nuestra verdad.
1º ABNEGACIÓN. Daniel 1:8 “Se propuso Daniel en su corazón no contaminarse con los manjares del rey ni con el vino que él bebía, y pidió al jefe de los oficiales que le permitiera no contaminarse.”
2º PODER, INFLUENCIA O LUGAR DE AUTORIDAD. Romanos 12:3 “Porque en virtud de la gracia que me ha sido dada, digo a cada uno de vosotros que no piense más alto de sí que lo que debe pensar, sino que piense con buen juicio, según la medida de fe que Dios ha distribuido a cada uno.”
3º LO QUE SOMOS EN SECRETO. Salmos 64:5 “Se aferran en propósitos malignos; hablan de tender trampas en secreto, y dicen: ¿Quién las verá?”
4º LAS PEQUEÑAS COSAS. San Lucas 16:10-13 “El que es fiel en lo muy poco, es fiel también en lo mucho; y el que es injusto en lo muy poco, también es injusto en lo mucho. Por tanto, si no habéis sido fieles en el uso de las riquezas injustas, ¿quién os confiará las riquezas verdaderas? Y si no habéis sido fieles en el uso de lo ajeno, ¿quién os dará lo que es vuestro? Ningún siervo puede servir a dos señores, porque o aborrecerá a uno y amará al otro, o se apegará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.”
5º LOS TIEMPOS DE ADVERSIDAD. Proverbios 17:3 “El crisol es para la plata y el horno para el oro, pero el Señor prueba los corazones.”
Cambiar el carácter: poner toda nuestra mejor voluntad
Cambiar el carácter: poner toda nuestra mejor voluntad
A la hora de mejorar y cambiar nuestro carácter contamos con tres personas que nos ayudan diariamente: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Es decir, nuestro Dios está empeñado en formar a Cristo en nosotros. Además, proveerá de ayudas humanas que nos estimulen e instruyan para ser mejores. Por ejemplo, el apóstol Pablo sufría dolores de parto, para que Cristo fuese formado en los gálatas.
Solamente Pablo y el Señor saben cuántas noches de desvelo, cuantos tiempos de oración y qué medida de recursos empleó hasta que aquella aspiración que manifestó en Gálatas se viese hecha realidad: “Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros” (Gálatas 4:19).
Formadores de carácter
1.- EL SEÑOR. Él es alfarero, nuestro hacedor (creador) y formador. Isaías 43:7.
2.- EL TIEMPO. Como decíamos antes, el tiempo a algunos, como el buen vino, los hace mejores, y otros los agría o avinagra. Va a depender, entre otras cosas, de dónde se conserva el vino. Y mi barrica de roble es VIVIR ESCONDIDO EN CRISTO (Colosenses 3:3).
3.- LAS PRUEBAS Y PADECIMIENTOS. Las pruebas y padecimientos formaron el carácter del Hijo y también pueden formar el nuestro, siempre que dejemos al Espíritu obrar en nuestros corazones, siendo humildes. Romanos 5:3-4: “Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, carácter probado; y el carácter probado, esperanza”. Con esto concuerda Santiago 1:2-4.
4.- LAS PERSONAS (MATRIMONIO, FAMILIA, TRABAJO, ESCUELA, IGLESIA). Por ejemplo, los líderes que nos cuidan y enseñan pueden formar nuestro carácter. Pablo, como mentor o maestro en Cristo, se esforzaba por presentar a todos sus hijos espirituales perfectos o maduros. Colosenses 1:28: “A Él nosotros proclamamos, amonestando a todos los hombres, y enseñando a todos los hombres con toda sabiduría, a fin de poder presentar a todo hombre perfecto en Cristo”.
5.- LA PALABRA DE DIOS. 2 Timoteo 3:16-17: “Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, equipado para toda buena obra”.
6.- LA EDUCACIÓN (LIBROS, ESTUDIOS, IGLESIA). LO QUE ADORAS, IDOLATRAS, ADMIRAS U HONRAS. El Salmo 115:3-8 y el Salmo 135:18 nos dejan este poderoso principio: Te conviertes en la semejanza de aquello que adoras.