Consejo y Oración 0421
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32 Cuando salían, hallaron a un hombre de Cirene que se llamaba Simón; a éste obligaron a que llevase la cruz.
De esta manera, el evangelista San Mateo inicia el relato de la Crucifixión y muerte de nuestro Señor Jesucristo: Después de salir del cuartel romano donde fue torturado, Mateo nos muestra el primer detalle del proceso; un hombre proveniente de África del Norte es obligado a cargar la cruz donde Jesús iba a ser crucificado. Esta fue la forma como este hombre tuvo su encuentro con Jesús.
No podemos negar que muchas veces las experiencias inesperadas, indeseadas, sorpresivas y hasta negativas son las que han marcado el proceso de nuestra experiencia de conocer a Jesús.
Para muchos el lugar y el proceso que vivían cuando conocieron a Jesús no es algo agradable de recordar: Un hospital con una enfermedad de gravedad, una cárcel tras una situación de violencia, una carretera solitaria en un accidente, una acera de una calle llena de suciedad donde el vicio les ha llevado o una cama en una habitación donde la soledad y el olvido los llevo a la depresión y las puertas del suicidio pero allí fue el lugar y el momento donde aquel día Jesús les encontró y empezaron a cargar la cruz que les trajo salvación.
Simón de Cirene fue obligado a cargar la cruz, pero no sabemos en que momento, si fue allí al ver a su Salvador sufriendo por él, o verle después colgado de la cruz, derramando su sangre por sus pecados cuando voluntariamente abrió su corazón para servir a Jesús, ya no por un momento en una calle de Jerusalén sino por el resto de su vida.
Marcos nos da un detalle mas acerca de Simón de Cirene, al mencionar los nombres de sus hijos con familiaridad nos muestra que él y toda su familia se convirtieron a Cristo.
21 Y obligaron a uno que pasaba, Simón de Cirene, padre de Alejandro y de Rufo, que venía del campo, a que le llevase la cruz.
y Pablo menciona su esposa y su hijo Rufo también, como una creyente especial,
13 Saludad a Rufo, escogido en el Señor, y a su madre y mía.
No puedo olvidar que en el momento más inesperado, no imaginado puedo ser hallado por Jesús y conocerle sino le he conocido, o ser llamado a hacer algo por su Reino, si el me ha escogido para serle un siervo útil.
Aunque la cruz de Cristo sea pesada y difícil de llevar, y en las circunstancias que he estado, me he visto obligado a cargarla, hoy puedo decir que llevarla ha sido la razón por la cual mi vida y de mi familia ha sido transformada por el poder de Jesús.
El símbolo de la maldición, hoy se ha convertido en mi en el símbolo de mi rendición y mi servicio a mi salvador Jesucristo.
No negarme a enfrentar las circunstancias en las cuales sea necesario tomar la cruz que Jesús me llamó a cargar.
Oremos,
Padre, te adoro porque planeaste momentos en mi vida en los cuales tomar la cruz de Cristo fue mi única esperanza de salvación, venir a ella arrepentido la única salida a mi situación.
Gracias por proveer para mi familia un camino donde encontrarte, una calle donde conocerte y una habitación donde hablar contigo para poner ahora también mis cargas en ti.
Padre quiero pedirte que el testimonio de mi salvación, de mi sanidad, de mi llamado a servirte impacte la vida de muchos que están en necesidad de encontrarte hoy.
Oro por los que están pasando por momentos difíciles de dolor y sufrimiento que necesitan urgentemente encontrarse contigo, y ser invitados a llevar la cruz que cambia las vidas.
En el nombre de Jesús, amen.