¿En Cristo o bajo la ley?
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· 21 viewsDios envió la ley con el propósito de demostrar nuestro, pecado, nuestra incapacidad de guardarla y nuestra necesidad de un Salvador. Quien se aferra a una Salvación por medio de obras simplemente esta llevado sobre si un yugo imposible de cargar. La verdadera salvación eterna solo viene por medio de la fe en Jesucristo.
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Gálatas 3:23–29 (RVR60)
23 Pero antes que viniese la fe, estábamos confinados bajo la ley, encerrados para aquella fe que iba a ser revelada. 24 De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe. 25 Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo, 26 pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; 27 porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos. 28 Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. 29 Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa.
INTRODUCCIÓN.
INTRODUCCIÓN.
A lo largo de nuestro estudio por el Capítulo 3; hemos estado viendo como es que Pablo ha establecido la base de la justificación es únicamente por medio de la fe.
Y ha fijado dos postulados: 1) la experiencia, algo que los gálatas habían desatendido. Ellos experimentado el perdón de su pecados por solo la fe en Jesucristo, la llenura del ES en su vidas y una nueva relación con el Padre; sin embargo en su obstinación por atender a las enseñanzas de los maestros judaizantes habían comenzado en el Espiritu y ahora estaban descansado en el brazo de su carne.
El 2° postulado que Pablo fijó en defensa de la justificación por fe eran las propias Escrituras (AT). Pablo hace un recorrido por el llamamiento y las promesas que Abraham había recibido directamente de parte de Dios en cuanto a la salvación solo por medio de la fe, para demostrarle a los hermanos de Galacia que la enseñanza de los judaizantes de guardar la ley para ser salvos era una mentira.
Pablo; les recordó a esos orgullosos judaizantes, que la promesa de Dios a Abraham fue muchísima anterioridad a la aparición de la Ley, que la llegada de este Pacto de obediencia, en nada interfería o suplantaba al Pacto hecho con Abraham.
Entonces si la salvación no venía por la obediencia a la ley, ¿Que razón tenía de ser? decía los judaizantes
Gálatas 3:19 (LP:EMD)
Así las cosas, ¿qué sentido tiene la ley de Moisés? Se añadió con el fin de señalar lo que era pecado hasta el momento en que llegara Cristo, el descendiente prometido. La ley fue promulgada por medio de ángeles y Moisés actuó de intermediario;
Esa era la razón por la cual Dios añadió; (es decir que vino después de la promesa de gracia) la ley debía mostrarle a los hombre su pecado, su imposibilidad de cumplirla al 100% y por lo tanto su necesidad de un Salvador.
Gálatas 3:22 (LP:EMD)
Pero la Escritura presenta al mundo entero dominado por el pecado, precisamente para que se conceda a los creyentes la promesa que Dios les hizo por medio de la fe en Jesucristo.
El fin de la ley es demostrarle a todos los hombres (incluidos los judíos que estaban bajo la ley), que somos pecadores.
Es solo de esta manera que la promesa de Dios cobra sentido y relevancia para el hombre.
Resulta imposible que una persona aprecie la gracia de Dios sino es hasta que se da cuenta y queda convencido de la gravedad de su pecado y su necesidad de salvación. Mientras tanto se aferrara a sus obras como medios para su salvación.
De tal forma que lo que Pablo va a hacer en estos últimos versos; es mostrar en términos prácticos los efectos que las obras y la fe tienen sobre las personas.
Gálatas 3:23 (RVR60)
23 Pero antes que viniese la fe,(Pablo se esta refiriendo a la era de la llegada del Señor Jesús a la tierra en su encarnación, su ministerio terrenal, su muerte, sepultura, resurrección y ascensión y el comienzo de la predicación del evangelio por los apóstoles) estábamos confinados bajo la ley, encerrados para aquella fe que iba a ser revelada.
Hasta antes de la venida de Señor Jesús; la ley tenía la función de un carcelero, que ejercía férrea y continua vigilaba sobre quienes estaba.
Su propósito no era otro que revelar y convencer a los hombres de sus propios pecados.
Si un hombre / mujer se exponía sinceramente al estándar divino (ley), ej.; No codiciarás; se darían cuenta que estaban presos de sus propias ambiciones y que el mismo no podía escapar de ellos.
Por lo tanto el fin que la ley tenía no era el de un sustituto de la fe, sino un instrumento para dirigir la fe al objeto correcto; el futuro redentor.
Que los que estaban presos en la prisión del pecado y que estan vigilados por el carcelero de la ley; no tenían ninguna manera de escapar; sino por medio de aquella fe que iba a ser revelada.
Esa fe de la que Pablo habla, no era una fe subjetiva, sino una fe que estan sustentada desde la mismísima promesa dada por Dios a Adán y Eva (La promesa de un redentor).
Aún desde Adán hasta antes de Moisés los hombre se salvaron por fe, recuerde que la Cruz apunta con sus dos brazos en dos sentidos; los que creyeron con la esperanza de la venida del Salvador (futuro) y todos los que hemos creído en aquel hechos histórico (vista al pasado).
Gálatas 3:24 (RVR60)
24 De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe.
La función de la ley no era mas que ser nuestro ayo,
Ayo = Paidogogos. Guardian, guía. Este era un esclavo de la familia, por lo general anciano, de mucha confianza que tuviera mucho tiempo con la familia y que tuviera buen carácter. ¿porque? El era el encargado supervisar a los hijos en ausencia de los padres entre los 6 y los 16 años.
Este hombre llevaba a los niños de la escuela y los traía de nuevo a casa. El no intervenía en su educación, pues esa era tarea del maestro, pero era el encargado de asegurarse que el niño estudiara sus lecciones, le adiestraba en la obediencia a la autoridad e incluso podía regañar y castigar si lo consideraba necesario.
Para llevarnos a Cristo. El ayo (NVI guía; NTV tutor), no duraba para siempre; una vez que el niño cumplía el tiempo suficiente para entrar en la edad Adulta; queda libre de la supervisión y entonces su relación con el niño cambiaba. Ya no era más el supervisor del niño, ya no tenía más autoridad y control sobre del el y el joven ya no tenía que rendirle cuentas al paidagogos.
El papel de la ley nunca fue salvarnos, su unico proposito simplemente era llevarnos a Cristo. El maestro es Cristo y la ley es el paidagogos es quien nos encaminó a Jesús.
Es por medio de la Ley que podemos mirar la realidad de nuestro pecado, la imposibilidad de Salvarnos nosotros mismos haciendo algo y la necesidad de un Salvador. Esto le paso al joven rico
Mateo 19:16–22 (RVR60)
16 Entonces vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré (Obras, fruto de la carne, esfuerzos personales) para tener la vida eterna? 17 El le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. 18 Le dijo: ¿Cuáles? (como si no supiera los que estaban contenido de la ley) Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. 19 Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 20 El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud.(Es muchacho era un fervoroso practicante de obras) 21 ¿Qué más me falta? (muy en lo profundo de su corazón este joven sabía que no estaba completo, que algo le hacía falta para estar en paz con Dios)Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto (es decir quieres ser salvo por gracias), anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. 22 Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.
Jesús dejó en evidencia realmente a este muchacho.
Mientras el creía que cumplía con la ley; Jesús no le menciono dos mandamientos en los cuales el estaba fallando, pero que sabía que no los estaba llevando a cabo en su vida. 1) No tendrás dioses ajenos delante de mí; es decir el dinero era su dios, por eso se fue muy triste; 2) No Codiciaras; era un hombre tan codicioso, que no estaba dispuesto a compartir su riqueza don nadie.
Guardar los mandamientos nunca ha sido sinónimo de salvación, más bien es el hechos de haber recibido la salvación divina, que hay un deseo de guardar los mandamientos.
No es que la ley hubiera fallando en su labor de acercar al joven a Cristo para salvación, sino más bien el corazón del joven una vez confrontado con su pecado, no hubo la actitud de arrepentimiento genuino.
a fin de que fuésemos justificados por la fe.
Somos justificados no por hacer obras, sino por poner nuestra fe en el objeto correcto.
Gálatas 3:25 (RVR60)
25 Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo,
Cuando el Señor Jesucristo se encarno y vino al mundo y y cargo en su cuerpo los pecados de todos los hombres, cumpliendo toda la ley, los judío ya no tenían necesidad de cumplir la ley ceremonial, y si nos judíos no estaban bajo ayo, mucho menos los gálatas gentiles.
La ley es relegada en el sentido ceremonial, porque ya no hay necesidad de guardar las fiestas, de circuncidarse, de guardar una dieta alimentaria o de ofrecer sacrificios, porque todo esto apuntaba a Cristo.
Pero en el sentido moral la ley sigue siendo ese amigo al cual uno ama y procura favorecer.
Una vez que venimos a Cristo, nuestra relación con la ley cambia, (así como la del joven con su ayo);
No es el cumplimiento de la ley lo que nos justifica ante Dios, sino la fe puesta en el Sacrificio sustitutivo de Cristo, que somos justificados por fe.
Pero para los maestros judaizantes la ley ceremonial, seguía siendo indispensable para la Salvación. La fe en Jesús era una añadidura a la práctica continua, fervorosa, y ante todo que tenía la ley.
Para los judaizantes modernos sigue siendo lo mismos. No hagas, haz esto, no te pongas, ponte esto, tiene más valor que la obra de Cristo.
Pablo contrasta lo que significa estar bajo la ley con lo que significa estar en Cristo por medio de la fe a partir de ahora
La primera implicación que Pablo menciona para aquellos que estan en Cristo, es que son hijos de Dios.
Gálatas 3:26 (RVR60)
26 pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús;
¿A oído usted alguna vez la frase “Todos somos hijos de Dios?
¿Es acaso que Pablo esta hablando en el mismo tono de los universalista?.
Por su puesto que no. Si bien es cierto que Dios es padre de todos los hombres en términos de creación; la Biblia es clara en mencionar; que los que realmente son hijos de Dios; son aquellos que que por la fe en el Señor Jesucristo se convierten en sus hijos.
Juan 1:12 (DHH)
12 Pero a quienes lo recibieron y creyeron en él, les concedió el privilegio de llegar a ser hijos de Dios.
Juan esta alineado con Pablo y nunca dice que son todos, sino los que le recibieron y lo que creyeron en él. Es decir aquellos que reconocen la suficiencia de Cristo para Salvar, pero tambien el Señorío de Jesús para gobernar sus vidas.
Fijemonos que nunca dice, los que hicieron, los que guardaron la ley, sino los que creyeron en el. Es decir los que abandonaron toda esperanza de confiar en sus obras, para descansar en la perfecta Obra de Cristo Jesús en la Cruz.
Es a partir de ese momento, (cuando Dios nos hace sus hijos) que el Dios incontenible, comienza a vivir en nuestro corazón por medio de su ES y comienza a guiarnos en una nueva relación filial distinta.
Romanos 8:14–15 (PDT)
14 Los hijos de Dios se dejan guiar por el Espíritu de Dios. 15 El Espíritu que ustedes han recibido ahora no los convierte en esclavos llenos de temor. Al contrario, el Espíritu que han recibido los hace hijos. Por el Espíritu podemos gritar: «¡Querido padre!»
El que el ES more en nosotros como hijos de Dios nos pone en el camino correcto de una relación filial, intima y personal con el Padre Celestial, con quien ahora podemos tener comunión en cualquier momento y en toda circunstancia; con la seguridad de saber que el nos escucha y cuida de nosotros.
La segunda implicación que Pablo menciona de estar en Cristo es que somos bautizados en Cristo, para ser revestidos de Cristo.
Gálatas 3:27 (RVR60)
27 porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos.
La unión con Cristo, tiene efectos inmediatos, desde el momento de la conversión, cada creyente a sido bautizado (Lavado / sumergido) en Cristo.
Gálatas 2:20 (NTV)
20 Mi antiguo yo ha sido crucificado con Cristo. Ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Así que vivo en este cuerpo terrenal confiando en el Hijo de Dios, quien me amó y se entregó a sí mismo por mí.
Desde el momento de la conversión, el creyente se identifica con Cristo en todos los aspectos de su vida.
Ya no es más tu vida, no son más tus anhelos, no es más tus planes, o tu agenda, sino ahora es la agenda del Reino de Dios la que prevalece, todo lo demás han muerto, la vida anterior con todo lo que ella tenía han sido crucificada juntamente con Cristo. (Vives para agradar a Dios y hacer su voluntad.)
Cuando somos bautizados en Cristo; de una forma sobrenatural somos un espíritu con el. Es a partir de ese momento que el Padre no ve a un pecador, sino que mira a su Hijo quien esta libre de pecado.
Para los judíos; el bautismo era una señal de identificación. Muchos que se convertían al judaísmo se bautizaban en señal de identificación con esta práctica.
Los creyentes cuando se bautizan hacen publica su identificación con Cristo y su reino.
No es que el bautismo haga salvos a las personas, (Ya que no todos los que se bautizan estan identificados con Cristo); pero es el testimonio público de esa identificación interna con Cristo.
Los que se han identificado con Cristo han sido despojados por Dios del ropaje del pecado, para estar revestidos de Cristo.
Revestido = endyo; vestir, vestirse. Ser impartido estar vestido, ser o llegar a ser otorgado o dotado con una cualidad o condición; entendiendo como ser envuelto en una cubierta.
Un creyente salvado ya no porta más los vestidos rotos, andrajosos y mal olientes del pecado (sus pecados, sus esfuerzos personales por alcanzar la salvación); es ahora el vestido de Cristo (su carácter, sus obras, deseos, pensamientos) el que ahora debe mostrarse.
Romanos 6:3–5 (NBLA)
3 ¿O no saben ustedes que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en Su muerte? 4 Por tanto, hemos sido sepultados con Él por medio del bautismo para muerte, a fin de que como Cristo resucitó de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en novedad de vida. 5 Porque si hemos sido unidos a Cristo en la semejanza de Su muerte, ciertamente lo seremos también en la semejanza de Su resurrección.
Un cristiano, es una persona revestida de Cristo.
¿Que significa?
Ser revestido de Cristo es que debemos vivir como Cristo
¿Cómo viviría Cristo, en nuestros tiempos?
Tal como vivió cuando estuvo en la tierra: denunciando el pecado de los hombres, llamándolos al arrepentimiento, amando a otros tal como eran, perdonando las ofensas que otros le hacían, no respondía maldición por maldición, sino que encomendaba su causa a quien juzga justamente.
¿Que espera Dios de nosotros que nos hacemos llamar cristianos?
Filipenses 2:14–15 (LP:EMD)
14 Háganlo todo sin protestas ni discusiones. 15 Serán así irreprochables y sencillos, serán hijos de Dios, intachables en medio de gentes depravadas y perversas, y brillarán entre ellas como lumbreras que iluminan el mundo.
Precisamente eso, que vivamos en concordancia con lo que decimos ser.
Que sea luz de la tierra, que la vida de Cristo se note en nosotros.
¿Se nota la vida de Jesús en ti? dile al vecino.
La tercera implicacion de estar en Cristo, es que las distinciones han quedado borradas.
Gálatas 3:28 (RVR60)
28 Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.
Tal como sucede hoy en día en nuestra sociedad, en el tiempo de Pablo existían toda clase de distinciones y diferencias que creaban barreras de separación entre las personas.
Los rabinos había usado la ley hacia para justificar esta clase de distinciones.
Deuteronomio 14:1–2 (NTV)
1 »Israel, dado que eres el pueblo del Señor tu Dios, nunca te hagas cortaduras en el cuerpo ni te afeites el cabello que está encima de la frente en señal de duelo por un muerto. 2 Tú fuiste separado como pueblo santo para el Señor tu Dios, y él te eligió entre todas las naciones del mundo, para que seas su tesoro especial.
La oración matutina de cualquier judío era “Dios te doy gracias, porque no soy gentil, ni esclavo, ni una mujer”
Ser gentil para el judío era estar ajeno de la vida de Dios, de su pueblo y de sus promesas, eran vistos como lo peor. El judío tenía un orgullo exagerado sobre su libertad que Dios les había dado a lo largo de los siglos (Egipto, los pueblos de Canaan, a través de los reyes, en el post exilio, etc) Incluso debe recordar como es que los fariseos contendieron con Jesús cuando les dijo que si seguian sus palabras sería verdaderamente libres. Y la mujer era tenida en un rango muy bajo.
La esencia de esas divisiones surgía de de que los judíos libres eran más valioso y mas importantes que los demás.
Aplicación: Nuestra sociedad vive con esas marcadas diferencias, pero con tristeza es ver que dentro del pueblo de Dios algunos creyentes, tiende a sentirse más valiosos o importantes que los demás.
Pero no es asi En Cristo Jesús, sino que en el todas las diferencias desaparecen.
¿A que se refiere eso?
Se refiere a la aceptación de parte de Dios. Un judío no tiene mayor aceptación ante Dios que un gentil; un libre no tienen más privilegios que un esclavo; No es más favorecido un hombre ante Dios que una mujer.
El Evangelio destruye todas esas diferencias, porque nos muestra que no importan donde estemos, todos somos pecadores, por lo tanto todos necesitamos de un Salvador y una redención total.
Por lo tanto todos los creyentes sin excepción somos unos en Cristo Jesús.
Romanos 10:12 (RVR60)
12 Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan;
Todos los seres humanos sin distinción de ninguna índole pueden tener la bendición de las promesas salvación si creen en el Señor Jesucristo.
Ahora es importante aclara lo que el texto no dice. El texto no dice que en todas las esferas de la vida se acabaron las diferencias.
Pablo nunca nego la existencia de la esclavitud en su tiempo, y más bien siempre exhorto a los esclavos y amos, si eran creyentes a conducirse como tal. respetando, honrando y obedeciendo a los primeros y siendo amables, honestos, fieles a los segundos.
Tampoco Pablo esta usando este verso para eliminar las diferencias entre los hombres y las mujeres en cuento a su naturaleza y distinción de funciones.
Mucho menos este texto habla que las diferencias raciales desaparecieron.
Las únicas diferencias que se han borrado son las que afectan al modo de salvarse, no a los demás aspectos personales, tanto naturales como espirituales.
La ultima implicación de estar en Cristo es que somos herederos de la promesa.
Gálatas 3:29 (RVR60)
29 Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa.
La promesa de salvación fue dada a Abraham. Los judíos sentían un fuerte orgullo nacionalista por el hecho que de que el patriarca fue llamado por Dios directamente, para el surgimiento de la nación hebrea.
Ese mismo orgullo, lo habían tomado los judaizantes para engañar a los gálatas; les habían hecho creer que si podrían llegar a ser de la simiente de Abraham (descendencia / linaje) si guardaban la ley.
Pero Pablo les aclara ahora, la herencia que se le prometió a Abraham de que en su simiente serían benditas todas las naciones de la tierra, se cumplió en Jesucristo.
Pablo les demuestra a los gálatas y a los judaizantes, “No por el hecho de ser judíos, todos son salvos, sino más bien todos los que creen en Jesús, son lo que son salvo, no importa si son de raza judía o no”.
Si vosotros sois de Cristo, esa es la clave para ser salvo, ser de Cristo, si eres de Cristo la promesa de redención y justificación te alcanzan.
La verdadera simiente de Abraham no tiene que ver con el linaje de la raza; sino los que creen en el Cristo vienen a ser uno con el.