La salvación y el perdón de los pecados
Inmersión en el evangelio • Sermon • Submitted • Presented
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La Salvación y el perdón total de los pecados
La Salvación y el perdón total de los pecados
Introducción
Introducción
Al inicio del año empezamos una série de predicas llamada el Evangelio, es una série que parece no tener fin, pero imagine que estamos entrando ahora una nueva temporada. Si en la primer temporada hablamos arrespecto de los pactos de Dios desde la creación del hombre hasta la venida de Jesus, enseñamos sobre la antigua y la nueva alianza, sobre la ley y la gracia. Hoy vamos empeza hablar de salvación.
Cuando hablamos de salvación, la mayoria piensa en ser salvo del infierno. Pero el concepto de salvación en mucho más amplio y junto con la salvación recibimos bendiciones que acompañan la salvación.
9 Pero en cuanto a vosotros, amados, aunque hablemos de esta manera, estamos persuadidos de las cosas que son mejores y que pertenecen a la salvación.
Una de las cosas que acompañan la salvación es el perdón de los pecados. De hecho el perdón de los pecados es la base de la salvación y la fuente de toda bendición.
Cuando un cristiano no tiene la revelación que sus pecados están perdonados el vive bajo acusación constante, pues el pecado genera una deuda, una deuda que deberá ser pagada.
El problema es que esa deuda es con Dios, y Dios no se olvidará de sus pecados, como resultado de eso, la persona no quiere hacercarse a Dios, pues tiene miedo de que Dios le cobre la deuda y le haga pagar. Muchos piesan que Dios le va poner una enfermedad, le va quitar la vida a un ser querido, le va hacer sufrir de alguna manera, le va hacer pasar por dificultades financieras.
Esa persona no consigue ter paz, está constantemente con miedo.
Estamos personas creen en Dios, creen en Jesús, pero no tuvieron revelación del amor de Dios, no tienen revelación de la gracia de Dios.
18 sino que el amor perfecto echa fuera el temor. El que teme espera el castigo, así que no ha sido perfeccionado en el amor.
En el día de hoy si todavía no tuviste la revelación del amor Dios, hoy mismo sus ojos serán abiertos para la glória de Dios y Sú amor será revelado a usted.
Texto Principal
Texto Principal
38 »Por tanto, hermanos, sepan que por medio de Jesús se les anuncia a ustedes el perdón de los pecados.
Observe que el perdón de los pecados es un comunicado, es un anuncio, ese anuncio es hecho por causa de la obra de Jesús en la Cruz. Es en la cruz donde encontramos el perdón de nuestros pecados. No es algo que viene de nosotros, no es algo que viene por las obras que hago, no algo que consigo portandome bien.
Leamos Romanos 5:1-2:
1 En consecuencia, ya que hemos sido justificados mediante la fe, tenemos paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo.
2 También por medio de él, y mediante la fe, tenemos acceso a esta gracia en la cual nos mantenemos firmes. Así que nos regocijamos en la esperanza de alcanzar la gloria de Dios.
Paz con Dios
Paz con Dios
En Romanos 5.1 el apóstol Pablo afirma una de las verdades más importantes de la vida de un cristiano, es posible vivir en paz con Dios. El conflicto básico y original de todo ser humano es la culpa generada por el pecado. Todo ser humano pecador vive una vida de culpa y condenación constante. Pero en la cruz, por medio de la muerte de Jesús el hombre nacido de nuevo recibe el perdón de los pecados y en consecuencia de eso la paz con Dios.
La paz no es un lugar al que buscamos llegar ocasionalmente, la paz con Dios no es una “sensación” que recibo cuando estoy en el culto o en una reunión de célula. La paz con Dios no es un lugar de visitación, la paz con Dios es la condición básica de aquel que es nacido de nuevo. Esa paz es fruto de saber que estoy justificado, es decir, mis pecados están todos y completamente perdonados.
El problema es que a lo largo de la historia, fueron creadas diversas enseñanzas y doctrinas que no son apostólicas para condicionar el perdón de los pecados, por ejemplo. Así muchos cristianos no viven con completa seguridad de perdón, muchos viven en constante búsqueda por el perdón.
Eso genera consecuencias muy feas, pues si no estoy seguro que mis pecados están perdonados,
¿cómo puedo saber que la condenación del pecado no está sobre mí? ¿Cómo saber si la maldición del pecado no vendrá sobre mí en algún momento? ¿Cómo saber si Dios está airado o no conmigo?
Hay teorías peores aún, si no estoy seguro del perdón de los pecados, el Espíritu puede salir de mi o la comunión con Dios será completamente interrumpida. Más que eso, si muero en una condición de “no perdón” yo puedo perder la salvación y ser condenado al infierno.
Realmente, esas teologías tornan a muchos cristianos paranoicos. Es imposible tener una vida en paz quién vive así. Hoy yo quiero hablar del perdón de los pecados y enseñar la verdad del Evangelio a respeto de tu situación delante de Dios.
Teorias más comunes
Teorias más comunes
La teoría más común sobre el perdón de los pecados enseña que Dios perdonó todos los pecados hasta el día de mi nuevo nacimiento. A partir del día del nuevo nacimiento, necesito confesar los pecados para ser perdonados. En la medida en que confiese mis pecados a Dios voy siendo perdonado. Es decir, mi comunión y mi paz con Dios están condicionadas a una práctica constante de confesión de pecados.
Esa teoría tiene dos agravantes:
A) La primera es que yo no tengo conciencia de todos los pecados que cometo;
B) La segunda es que me olvido de los pecados que cometo.
Entonces, para intentar equilibrar eso, algunos pastores dicen que basta con confesar entonces los pecados que recordamos y sabemos, pues son estos los pecados que están rompiendo la comunión con Dios en este momento.
Pues bien, es una teoría interesante, pero hay un problema, no tiene absolutamente ningúna base bíblica. Jesús nunca enseñó a respeto de eso y ni los apóstoles.
El problema es que para muchos teólogos la idea de perdón absoluto de los pecados es tan loca, es tan irracional, es tan peligrosa que no puede ser verdad.
Entonces muchos pasan a intentar “equilibrar” la verdad de las escrituras con el miedo de una posible vida de perversidad de los cristianos caso sepan que sus pecados están perdonados.
La Verdad del Perdón de Los Pecados
La Verdad del Perdón de Los Pecados
En la obra de la Cruz, Jesús liberó un perdón absoluto para todos los pecados. En Hebreos 8.8-13 entendemos que una de las cláusulas más importantes de la Nueva Alianza es entender que nuestros pecados están completamente perdonados y no hay memorias más de ninguno de ellos delante de Dios.
8 Pero Dios, reprochándoles sus defectos, dijo: «Vienen días—dice el Señor—, en que haré un nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá.
9 No será un pacto como el que hice con sus antepasados el día en que los tomé de la mano y los saqué de Egipto, ya que ellos no permanecieron fieles a mi pacto, y yo los abandoné —dice el Señor—.
10 Éste es el pacto que después de aquel tiempo haré con la casa de Israel—dice el Señor—: Pondré mis leyes en su mente y las escribiré en su corazón. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.
11 Ya no tendrá nadie que enseñar a su prójimo, ni dirá nadie a su hermano: “¡Conoce al Señor!”, porque todos, desde el más pequeño hasta el más grande, me conocerán.
12 Yo les perdonaré sus iniquidades, y nunca más me acordaré de sus pecados.»
13 Al llamar «nuevo» a ese pacto, ha declarado obsoleto al anterior; y lo que se vuelve obsoleto y envejece ya está por desaparecer.
Estamos hablando de todos los pecados, pasados, presentes y futuros. Todos nuestros pecados están perdonados en la cruz. Cuando Jesús completó la obra en la Cruz, todos los pecados nuestros eran futuros. Jesús declaró que nuestros pecados serían perdonados y punto final. Eso es simplemente libertador y genera plena paz con Dios.
Pero muchos pastores tienen miedo de esa verdad, pues piensan que si esa verdad es enseñada en las iglesias los cristianos serán completamente mundanos, impuros y desenfrenados. Entonces la manera de controlarlos es generar miedo de Dios, para evitar que pequen.
Eso es una verdadera insensatez, llega a ser insano. Es como afirmar que es peligroso afirmar a una esposa que ella es amada en absoluto por su esposo, pues ella si se entera de eso, va a salir con otros hombres. Es igual afirmar que un hijo que es amado por sus padres va a salir rebelándose. No hay absolutamente ningún sentido en esta conclusión.
Muchos piensan que los cristianos son bestias salvajes atadas por la ley y que si se enteran que son libres, van salir y destrozar todo tipo de moralidad. No hay nada más insensato y destruidor que este tipo de enseñanza.
Muchos pastores matan sus iglesias lentamente todos los domingos por medio de la ley. El apóstol Pablo dice que la ley es el ministerio que genera muerte 2 Corintios 3:7
7 El ministerio que causaba muerte, el que estaba grabado con letras en piedra, fue tan glorioso que los israelitas no podían mirar la cara de Moisés debido a la gloria que se reflejaba en su rostro, la cual ya se estaba extinguiendo.
Si un pastor intenta dominar su congregación por medio del miedo de la ley, o de la condenación del pecado, en la verdad él está matando su iglesia pues está quitando de los hermanos la paz con Dios y la seguridad de su salvación.
La verdad absoluta es que cuando una persona nace de nuevo todos sus pecados son perdonados, ella es lavada por la sangre de Jesús y el Espíritu Santo pasa a habitar dentro de ella. El nuevo nacimiento es un cambio de naturaleza. Aquel que es nacido de nuevo no tiene placer en el pecado, el pecado genera tristeza, sensación de suciedad. El pecado no es más atractivo. Teníamos un corazón de piedra y recibimos un corazón de carne.
Antes éramos esclavos del pecado, ahora nos tornamos esclavos de la justicia. La victoria sobre el pecado no está en la prohibición de la ley, la victoria sobre el pecado está en el florecer de la nueva naturaleza.
El día del Perdón
El día del Perdón
En La Antigua Alianza había un día llamado Día del Perdón (Yom Kipur), la ceremonia está en Levítico 16. Un día por año el sumo sacerdote debería realizar la ceremonia y con esta ceremonia los pecados de todas las personas estarían cubiertos por un año.
El sumo sacerdote debería tomar dos machos cabríos. Uno debería ser enviado para lejos, para el desierto. En relación al otro, el sacerdote debería colocar la mano sobre la cabeza del animal y confesar el pecado de la congregación sobre el animal. Además, había un novillo que también debería ser inmolado. La sangre de tal novillo debería ser esparcido siete veces en el propiciatorio, en la tapa del arca de la alianza. Toda esta ceremonia daba seguridad de perdón de pecados por un año para todo el pueblo (Levítico 16.30-34).
Una vez que el sacerdote consumía toda la ceremonia de la expiación, liberaba entonces el perdón sobre toda la congregación. Eso generaba fiesta, alegría y seguridad.
El día de la expiación era muy peligroso, pues el sumo sacerdote podría llegar a morir. Había una ceremonia santísima y si algo estaba fuera del control, o si hubiera algún tipo de pecado, el sumo sacerdote simplemente era fulminado. Eso pasó por ejemplo con los hijos de Aarón, Nadab y Abiú. En Levítico 10 los dos hijos de Aarón, que eran levitas, fueron a preparar el fuego del incensario y ofrecieron un fuego extraño, la ira de Dios los consumió.
Entonces, si el sumo sacerdote no fuese perfecto, el perdón no podría ser consumado. Era un día de completa consagración y también ansiedad. Al final del día, cuando el sumo sacerdote hubiese completado todo el proceso y liberaba la bendición sacerdotal, el pueblo estaba seguro que sus pecados futuros en un ciclo de un año estarían completamente perdonados. Si el pecado está perdonado, hay favor disponible, Dios estaría con nosotros.Sería un ciclo de un año de paz y seguridad. Ellos no tendrían ninguna duda de la seguridad del perdón de los pecados.
27 A diferencia de los otros sumos sacerdotes, él no tiene que ofrecer sacrificios día tras día, primero por sus propios pecados y luego por los del pueblo; porque él ofreció el sacrificio una sola vez y para siempre cuando se ofreció a sí mismo.
7 Pero en la segunda parte entra únicamente el sumo sacerdote, y sólo una vez al año, provisto siempre de sangre que ofrece por sí mismo y por los pecados de ignorancia cometidos por el pueblo.
12 entró una sola vez y para siempre en el Lugar Santísimo. No lo hizo con sangre de machos cabríos y becerros, sino con su propia sangre, logrando así un rescate eterno.
Nos enseña que en la cruz Jesús efectuó el día de la expiación eterna. Jesús era el novillo de la ofrenda y a la vez el sumo sacerdote. Su sangre es superior a la sangre de novillos y machos cabríos. Si machos cabríos cubrían el pecado por un año y eso generaba paz, la sangre de Jesús borra nuestros pecados delante de Dios eternamente. Un judío no puede tener mas seguridad en la sangre de animales que los cristianos que en la sangre de Cristo. Es simplemente irracional no confiar en el poder de la sangre de Cristo.
Hay un detalle muy importante, el texto de Hebreos dice que el Día de la Expiación era por los pecados de ignorancia. Jesús en la cruz gritó alto: “Padre perdónalos pues no saben lo que hacen”. Jesús consideró todos nuestros pecados, pecados de ignorancia. De manera que tenemos nuestros pecados perdonados de manera objetiva.
El perdón de pecados es algo objetivo y no subjetivo. Es una verdad absoluta, no una sensación interior. Depende de lo que Cristo hizo y no de lo que yo hice. Depende de lo que Cristo dijo y no de lo que el pastor fulano dijo.
Dios nos llamó para vivir en paz. Todos nuestros pecados están perdonados, nuestra salvación está garantizada eternamente, el Espíritu Santo nunca saldrá de ti y la comunión con Dios jamás se cesará.
El próximo domingo vamos a responder las dudas más comunes y tocar en los textos más complejos y tratar de dejar aún más clara esta verdad, por ahora es importante recibir por la fe esta verdad sublime del perdón de todos los pecados.