La conversión de un gran pecador. (versión 2)

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Introducción:

¿Qué significa para ti la conversión? Es decir que significa convertirse a Cristo o convertirse en Cristiano.
Hay muchos malentendidos con respecto a la conversión, por lo cual hay muchas personas que realmente no se han convertido al Señor.
¿Es para ti tu experiencia de conversión como un compromiso de querer cambiar o experimentar realmente el poder de Dios transformando tu vida?
¿Te convertiste en cristiano porque temías ir al infierno mas que por darte cuenta de lo sucio de tu pecado?
¿Tu conversión se trató más de encontrar refugio en Dios en un momento difícil de tu vida o de arrepentirte de toda una vida de pecado?
No importa cuánto conocimiento de la Palabra tengas o si en alguna reunión respondiste al llamado de aceptar al Señor. Hoy te invito a que te examines a la luz de la Palabra para saber si realmente te has convertido a Dios.
Hoy veremos en la experiencia de un hombre cómo es convertirse en cristiano. Este hombre es Saulo de Tarso.

Desarrollo:

Saulo había llegado a ser un judío de mucha reputación que causó mucho daño a los cristianos antes de su conversión. El no creía que Jesús era el Hijo de Dios y perseguía a los cristianos pensando que prestaba un servicio a Dios. El iba por las ciudades y arrestaba a los cristianos, los metía en la cárcel y en una ocasión autorizó que mataran a un discípulo de Jesús. Muchos cristianos tuvieron que huir de él dejando sus casas, sus trabajos y su familia para salvar su vida. Sin embargo la vida de Saulo un día cambió cuando se encontró con Jesús.
Hechos de los Apóstoles 9:1–6 NBLA
1 Saulo, respirando todavía amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, fue al sumo sacerdote, 2 y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, para que si encontraba algunos que pertenecieran al Camino, tanto hombres como mujeres, los pudiera llevar atados a Jerusalén. 3 Y mientras viajaba, al acercarse a Damasco, de repente resplandeció a su alrededor una luz del cielo. 4 Al caer a tierra, oyó una voz que le decía: «Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?». 5 «¿Quién eres, Señor?», preguntó Saulo. El Señor respondió: «Yo soy Jesús a quien tú persigues; 6 levántate, entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer».

1. Al caer a tierra, oyó una voz que le decía: «Saulo, Saulo”.

Cristo llama de una manera personal, cuando la Palabra de Dios es predicada.
Juan 5.24 “24 »En verdad les digo: el que oye Mi palabra y cree al que me envió, tiene vida eterna y no viene a condenación, sino que ha pasado de muerte a vida.”
Juan 10.27-30 “27 »Mis ovejas oyen Mi voz; Yo las conozco y me siguen. 28 »Yo les doy vida eterna y jamás perecerán, y nadie las arrebatará de Mi mano. 29 »Mi Padre que me las dio es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano del Padre. 30 »Yo y el Padre somos uno».”
La experiencia de conversión, más que ser una experiencia basada en circunstancias o sentimientos es una experiencia con la Palabra de Dios.

2. ¿por qué me persigues?

Dios le mostró que, aunque Saulo al perseguir a los cristianos pensaba que estaba sirviendo a Dios, realmente estaba cometiendo un pecado muy grabe, porque al perseguir a los cristianos estaba persiguiendo al mismo Mesías, al Hijo de Dios.
Este es el gran pecado de todos las personas. La Palabra del Señor dice que, por naturaleza, el hombre desprecia a Dios, Romanos 3:10-11 “10 Como está escrito: «No hay justo, ni aun uno; 11 No hay quien entienda, No hay quien busque a Dios.”
Es necesario, para poder ser salvo, que nuestro pecado nos sea revelado.

3. ¿Quién eres, Señor?», preguntó Saulo. El Señor respondió: «Yo soy Jesús a quien tú persigues

Dios se le reveló claramente. Los ojos de Saulo fueron abiertos . Cuando una persona realmente se convierte es por que el Señor se le ha revelado para que la persona confíe en él.
Juan 4.25-26 “25 La mujer le dijo*: «Sé que el Mesías viene (el que es llamado Cristo); cuando Él venga nos declarará todo» 26 Jesús le dijo*: «Yo soy, el que habla contigo».”
Juan 9.35-38 “35 Jesús oyó decir que lo habían echado fuera, y cuando lo encontró, le dijo: «¿Crees tú en el Hijo del Hombre?». 36 Él le respondió: «¿Y quién es, Señor, para que yo crea en Él?» 37 Jesús le dijo: «Pues tú lo has visto, y el que está hablando contigo, Ese es». 38 Él entonces dijo: «Creo, Señor». Y lo adoró.”

4. El, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: levántate, entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer».

Ahora, como ya había comprendido quién es Jesús su actitud hacia él cambió, en vez de rechazar o de perseguir a Jesús ahora se pone a la disposición de servirle.
Ese cambio viene por la comprensión de quién es Jesús y de su autoridad.
Romanos 10.9 “9 que si confiesas con tu boca a Jesús por Señor, y crees en tu corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, serás salvo.”
Toda persona que verdaderamente se ha convertido someterá su vida a Jesús y le seguirá.
Hechos 3.19 “19 »Por tanto, arrepiéntanse y conviértanse, para que sus pecados sean borrados, a fin de que tiempos de alivio vengan de la presencia del Señor,”
Marcos 1.19-20 “19 Yendo un poco más adelante, Jesús vio a Jacobo, el hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, los cuales estaban también en la barca, remendando las redes. 20 Al instante los llamó; y ellos, dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, se fueron con Jesús.”

Conclusión:

¿Te has convertido a Cristo? ¿Te ha salvado Cristo de modo que ahora quieres vivir para él?
Todos necesitamos experimentar la obra de Dios en nuestra vida. La Palabra de Dios dice que es una obra donde Dios nos hace nacer de nuevo:
Ezequiel 11.19-20 “19 »Yo les daré un solo corazón y pondré un espíritu nuevo dentro de ellos. Y quitaré de su carne el corazón de piedra y les daré un corazón de carne, 20 para que anden en Mis estatutos, guarden Mis ordenanzas y los cumplan. Entonces serán Mi pueblo y Yo seré su Dios.”
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