TRES CARACTERÍSTICAS DE UN VENCEDOR.
Nuestra fe, nos da la victoria. • Sermon • Submitted • Presented
0 ratings
· 10,057 viewsNotes
Transcript
INTRODUCCIÓN:
INTRODUCCIÓN:
Hace poco estuvimos estudiando tres elementos que tienen que ver con nuestra salvación:
Fe - Esperanza y amor.
Ahora en 1 Juan 5:1-5, encontramos otro trío de palabras, Fe , amor y obediencia.
En este caso, como elementos importantes para ser vencedores, ya que este mes estamos hablando de ser Cristianos que viven una vida cristiana victoriosa y que por ende terminarán su carrera de forma victoriosa.
Hermanos es importante que consideremos que Dios nuestro padre, espera que que seamos vencedores en nuestra vida cristiana.
Pablo hablando a la iglesia, en Romanos 8:37, aunque en un contexto de tribulación, de angustia, dice:
37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
Sin embargo es algo que cada uno de nosotros debemos aplicar, en todos los aspectos de nuestra vida mientras corremos nuestra carrera.
Hermanos, Dios no nos quiere derrotados, él quiere que sus hijos seamos vivamos, y tengamos una mentalidad de vencedores.
Vamos a desarrollar estas tres característica que tiene un cristiano vencedor, de acuerdo con los versículos que leímos.
I. UN CRISTIANO VENCEDOR, ES UNO DE FE.
I. UN CRISTIANO VENCEDOR, ES UNO DE FE.
4 Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe.
El apóstol Juan comienza hablando de la fe que está en nosotros y que ha vencido al mundo.
Cada uno de nosotros hemos renunciado al mundo, para entregar nuestra vida a Cristo, para recibirle como Señor y Salvador, para ser ahora hijos de Dios, nuevas criaturas.
Esta fue una decisión de fe, como dice Pablo a los romanos, Romanos 10:9-10
9 que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. 10 Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.
Creer en nuestro corazón , implica fe, comenzamos a ver a Cristo, como el único que podía cambiar nuestras vidas, como aquel en quien solo hay salvación.
Esa fe, venció al mundo en aquel momento, cuando veníamos del mundo y es la fe que nos mantiene alejados del mundo, para consagrarnos a Dios.
Ahora, recordemos que la palabra Fe, tiene en sí, dos connotaciones, según Hebreos 11.1
1 Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.
Así que nosotros no sólo recibimos a Cristo por fe, sino que vivimos por la fe.
Un cristiano de fe, es un Cristiano que vive con certeza, y su certeza está en Dios. Espera en Dios en todo tiempo.
Un Cristiano que tiene fe, vive por convicciones, esas convicciones de quién es y de lo que cree, es la llave que lo lleva a vencer al mundo.
Un Cristiano de fe, se mantiene en lo que ha creído.
1 Juan 5:1a. “Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios...”
Hermanos, venimos a Cristo por fe y esa fe se convierte en una marca de un creyente genuino, que persevera a lo largo de su vida.
Entonces hermanos, la fe que salva, la fe que transforma y la fe que guía en el camino que vamos, es la primera característica de un cristiano vencedor.
La segunda característica es:
II. UN CRISTIANO VENCEDOR, AMA A DIOS.
II. UN CRISTIANO VENCEDOR, AMA A DIOS.
1 Juan 5:1b. “y todo aquel que ama al que engendró, ama también al que ha sido engendrado por él”
Hermanos, un creyente, que solo cree en Dios por la fe en Cristo, sino que lo ama, y también ama a sus hermanos en la fe, a los que han nacido de nuevo, ese es un cristiano vencedor.
1 Juan 5:2
2 En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios, y guardamos sus mandamientos.
Juan tiene como una característica de los verdaderos hijos de Dios, la práctica del amor, si no hay amor entre los hermanos, difícilmente podemos decir que amamos a Dios.
Amar a un hermano, no significa aprobar todas sus acciones o conductas, comportamiento.
Implica que oramos por ese hermano o hermana, que rogamos a Dios por él y que le ayudamos en lo que esté a nuestro alcance.
Si realmente amamos a Dios , hermanos, no lo vamos a afirmar por lo que hacemos en la iglesia, siendo líder, o siendo un servidor, lo vamos a mostrar a través de la forma en que nos relacionamos con nuestros hermanos.
20 Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?
Ahora, piense, ¿Aborrezco a alguien?, aborrezco a mi hermano?, si es así, no podemos decir que amamos a Dios.
Ahora cuando lo hacemos aún por encima de nuestros intereses, ideas o actitudes, entonces podemos decir que somos vencedores.
Porque porque nos hemos vencido a nosotros mismos, a nuestra carnalidad, a nuestro ego, orgullo, etc.
La tercera característica de un vencedor, es:
III. UN CRISTIANO VENCEDOR, OBEDECE A DIOS.
III. UN CRISTIANO VENCEDOR, OBEDECE A DIOS.
Ahora, mire que el amor y la obediencia van de la mano, no se pueden soltar.
Volvamos al versículo 2, y añadamos el versículo 3. 1 Juan 5:2-3
2 En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios, y guardamos sus mandamientos. 3 Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos.
Si amamos a Dios, y guardamos sus mandamientos, entonces, vamos a poder amarnos entre nosotros, eso dice el versículo 2.
En otras palabra, nadie puede decir que es obediente a Dios, que hace lo que Dios manda en su palabra, si no puede mostrar amor, a su hermano.
Pues es sencillo dice Juan en el versículo 3,
“Pues este es el amor a Dios que guardemos sus mandamientos”
En otras palabras, cada uno de nosotros si decimos que amamos a Dios, eso solo se muestra en nuestra obediencia a sus mandamientos, todo lo que Dios nos ha dado por mandamiento. Juan 13.34
34 Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros.
Entonces, el amor, hacia a Dios, debe hacernos guardar sus mandamientos, y un mandamiento de Dios es amarnos los unos a los otros como él nos ha amado.
Así que la obediencia es una marca de un Cristiano vencedor, sólo así podemos amar.
Conclusión:
Conclusión:
¿Somos cristianos vencedores?
Hermanos pidamos a Dios que nos ayude a serlo verdaderamente.
Que nuestra petición esta noche sea
“Señor ayúdame a ser un cristiano vencedor, que tiene fe en Dios, que te ama y por tal razón ama a sus hermanos, como resultado de ser obediente a tu palabra.