Devocional de hoy

4 de abril

Colosenses 1:13–14 RVR60

el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.

Aquí encontramos una descripción sintetizada, pero completa de la obra realizada por Dios Padre en la vida de cada uno de sus hijos, mediante el sacrificio de Jesucristo, el Hijo de Dios por nosotros.

Casi siempre que pasa un evento bueno o malo se hacen las evaluaciones de los daños o lo beneficios que quedan después del hecho ya realizado.

Pablo nos habla de tres beneficios recibidos a causa de lo que sucedió en la cruz del calvario.

La ejecución del plan de Dios para nuestra salvación en Cristo trajo como resultado lo siguiente:

El rescate del peligro inminente y grave de perecer bajo el poder del mundo destructivo de las tinieblas de muchas vidas.

La re-ubicación de los rescatados en un lugar donde puedan disfrutar de la seguridad que nunca más experimentaran el dolor y el sufrimiento del mundo de las tinieblas sino que su nuevo rey, Jesucristo proveerá del gozo y la paz que necesitan.

La liberación de todas las deudas adquiridas por causa de sus errores cometidos, debido a que sus deudas han sido pagadas por la sangre de Jesús derramada para el perdón de sus pecados.

Mi salvación en Jesús es un hecho consumado, realizado, por ello estoy ya disfrutando de sus beneficios de rescate, re-ubicación y perdón.

El único rito exigido para la liberación de mi alma del poder de las tinieblas ya fue realizado por Jesucristo mi Salvador en la cruz, por tanto ninguna fuerza oculta puede sujetarme con cadenas que ya fueron rotas por el poder de Dios.

He sido rescatado del peligro de la muerte y ahora habito seguro donde nada puede quitarme el gozo y la paz de ser perdonado.

El resultado de lo que Dios ha hecho por mi, es la mayor motivación que tengo para vivir agradecido, dándole mi adoración a él.

Oremos,

Padre, quiero vivir bajo la realidad de que tú me has rescatado, me has dado una nueva oportunidad de vivir, y me has liberado de todas las deudas que me consumían, pues tu las pagaste por mí.

Gracias Señor porque tu liberación no tiene precio que tengo que pagar, tu provisión no tiene limite de expiración, y tu perdón condiciones que debo cumplir.

Padre quiero que tu amor me acerque más a ti, tu poder me perfeccione, tu paz me guíe mientras vivo para ti.

Te pido por los que viven en lugares donde necesitan ser rescatados, que les proveas un lugar donde vivir seguros, donde puedan vivir libres de sus temores a perder todo.

En el nombre de Jesús, amén

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