Devocional de hoy

6 de abril

Marcos 14:72 RVR60

Y el gallo cantó la segunda vez. Entonces Pedro se acordó de las palabras que Jesús le había dicho: Antes que el gallo cante dos veces, me negarás tres veces. Y pensando en esto, lloraba.

Las Palabras de Jesús pueden producir en nosotros diferentes reacciones y nosotros debemos permitir que ella haga su trabajo en nosotros. Pedro se acordó de las palabras de Jesús, pensó en ellas y ellas produjeron en él, un arrepentimiento lleno de llanto por su pecado.

Al reflexionar sobre la experiencia de Pedro, podemos hacer las siguientes consideraciones.

No siempre la mirada de Jesús es una mirada de compasión hacia nosotros por nuestra condición, sino que se dirige a nosotros para mostrar su deseo de reprendernos y amonestarnos por nuestras acciones.

No siempre las palabras de Jesús son para animarnos y motivarnos en nuestras circunstancias, Jesús nos habla también para señalar nuestras faltas y que reconsideremos nuestra conducta.

No siempre las respuestas que espera Jesús de nosotros tiene que ver con nuestra gratitud y alabanza, el también espera de nosotros un corazón arrepentido y quebrantado por su pecado.

No debo dejar de pensar en mi necesidad de acudir nuevamente a la cruz de Jesús, cuando en mi caminar de cada día se que he me he negado a aceptar su voluntad, reconocer su autoridad y creer en el poder de su amor.

Cuando Jesús dirija su mirada hacia mi, debo saber reconocer si hay algún pensamiento o actitud por lo cual en ese momento tendría que llorar.

El arrepentimiento genuino es un paso obligatorio que debo dar si quiero servir a Jesús, él siempre espera eso de mi.

Voy a levantar mi mirada para encontrarme con la mirada de Jesús para poder ser confrontado con mi pecado.

Oremos,

Padre reconozco que muchas veces he pasado por alto tu llamado al arrepentimiento, que hoy tu Santo Espíritu me redarguya y reprenda en mi caminar.

Gracias porque se que tú amor es el que hace que mi corazón vuelva a ti contrito y humillado. Gracias por poder acercarme a ti para alcanzar perdón.

Te pido que mi cercanía contigo no me haga sentirme infalible, sino que me haga mas consciente y sensible a mi naturaleza pecaminosa y me de cuenta de mi necesidad de arrepentirme de mis pecados.

Te pido por los que viven sin poder superar sus propios pecados, que no encuentran paz y no han vivido la experiencia de reconocer sus pecados y venir a ti para encontrar perdón. Trae la paz de la reconciliación a sus vidas.

En el nombre de Jesús, amén.

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