La importancia de Tomad y comed, Bebed de ella todos.

Matthew 26:26–30 RVR60

Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados. Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre. Y cuando hubieron cantado el himno, salieron al monte de los Olivos.

… Bebed de ella todos; 28porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados. 29Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre.

La santa cena tiene implícitos varios aspectos espirituales que debemos tener bien presentes en nuestra vida cristiana, el ignorarlos puede traer consecuencias muy graves espiritualmente para el que no tome en cuenta la importancia que tiene la santa cena.

¿Qué beneficio da el comer y beber el cuerpo y la sangre de Cristo? Jesús dice: “porque esto es mi sangre del nuevo pacto que por muchos es derramada para perdón de los pecados”. Mi enfoque en estos momentos será sobre La importancia de beber de ella todos.

¿Por qué es importante considerar las palabras bebed de ella todos?

1) Porque esto es mi sangre.

a. Sangre del nuevo pacto.

i. Un pacto entre Dios y su pueblo.

b. Sangre derramada por muchos.

i. Sangre derramada como sacrificio para perdón de pecados.

Significado de sangre del nuevo pacto.

i. Un pacto es una relación entre dos personas.

ii. Pero el pacto del que Jesús hablaba no era entre dos personas humanas, sino entre Dios y el hombre.

iii. Es decir: una nueva relación entre Dios y la humanidad.

iv. Lo que Jesús estaba diciendo en la Última Cena era: «Como consecuencia de Mi vida, y de Mi muerte, se hace posible una nueva relación entre ustedes y Dios».

v. Claramente nos dice: «Vosotros Me habéis visto; y, en Mí, habéis visto a Dios; os he dicho, os he mostrado lo mucho que Dios os ama; os ama hasta el punto de sufrir todo esto que Yo estoy pasando; así es como es Dios».

vi. Gracias a lo que Jesús hizo, el camino para la humanidad está abierto a todo lo grandioso que hay en esta nueva relación con Dios.

2) Porque es mi ultimo convivió aquí con ustedes.

a. Os digo que desde ahora no beberé mas de este fruto de la vid.

b. Esta es la ultima ves que bebo de este vino con ustedes. Es el ultimo momento que estamos juntos, ya no volveremos a estar aqui juntos pero les prometo algo. Volvere para reunirme otra ves con ustedes pero sera muy diferente

3) Porque nos volveremos a ver.

El día que nos volvamos a ver, habrá fiesta y estaré con ustedes y beberemos vino diferente sera Vino Celestial

Nos veremos en el reino de mi Padre.

Para Jesús, la Cruz no fue una derrota; fue el camino a la gloria.

Iba de camino al Calvario, pero también iba camino al Trono.

Conclusión: ¿Cuantos Discípulos de Cristo hay en esta tarde aqui?

Jesus te dice hoy: “Toma, come; esto es mi cuerpo dado por ti.

Toma, bebe; esto es mi sangre, que es derramada por ti para remisión de los pecados,

Y mas adelante vamos a estar juntos para hacer esto mismo, pero, será en el Reino de mi Padre.”

Aplicación: La Santa Cena dirige nuestra atención al pasado y al futuro.

Miramos hacia atrás al Gólgota y hacia adelante al cielo.

“Nuestro Señor Jesucristo, la noche en que fue entregado, tomó pan…”

Y esa noche prometió: “No beberé más de este fruto de la vid hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre.”

Observación final: Los que participaron aquella noche con Jesus en la cena, fueron hombres sin estudios, humildes, con defectos y que entendían muy poco de todo lo que Jesus les enseño.

Eran frágiles, y hasta creían estar listos para morir con su Señor y finalmente lo abandonaron y aun asi con todo esto Jesus les permitió tomar la Cena

La enseñanza aquí consiste en que nosotros no debemos exigir un gran conocimiento, ni una gran piedad como requisito indispensable para tomar la santa cena.

Jesucristo no rechaza a los que se acercan de corazon sincero y nosotros debemos también recibirle para participar juntos de la cena del Señor.

Todo aquel que se arrepiente genuinamente, y esta en esa permanencia con Cristo es Bienvenido a la mesa del Señor.