Devocional de hoy

7 de Abril

Lucas 24:25–26 RVR60

Entonces él les dijo: ¡Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho! ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria?

Ha vivido usted la experiencia de ser fuertemente confrontado por algo que debió hacer hecho y no lo hizo, teniendo que afrontar las consecuencias de su falta de atención a las instrucciones recibidas y diligencia en su accionar.

Los dos discípulos que caminaban a Emaús cargados de tristeza fueron confrontados por Jesús por su falta de cuidado en poner atención a lo que les había dicho antes de morir. No vieron en todo el proceso de sufrimiento de Cristo el cumplimiento de las profecías del Antiguo Testamento y de las predicciones que el mismo les había dado acerca de su muerte.

Vale la pena poner atención en este pasaje a las actitudes que tenían estos discípulos que Jesús les señaló como la causa de su tristeza y falta de esperanza en lo que estaba por suceder en su futuro.

Primero su insensatez, aquí tiene que ver con su falta de disposición para usar sus facultades mentales para entender lo que había sucedido a la luz de los que se les había dicho.

Segundo su corazón aletargado para tomar las decisiones de fe que el momento requería.

Había una mezcla letal para la vida espiritual en sus corazones: falta de disposición para la reflexión en lo que él les había hablado y falta de fe para creer en lo que de él se había profetizado.

Dios siempre me estará confrontando acerca de lo que yo estoy pensando acerca de su Palabra, acerca de como estoy dejando que mi mente divague en pensamientos contrarios acerca de la verdad que ella enseña. Dios siempre me estará confrontando acerca de mis estados emocionales que revelen mi falta de fe para creer en su Palabra.

Cuando nos dedicamos a desarrollar nuestras habilidades mentales para aplicarlas al estudio de la Palabra de Dios podremos experimentar estados emocionales mas equilibrados ante la circunstancias producto de una confianza mas firme en lo que Dios esta haciendo.

Yo debo valorar todo lo que Dios ha dicho como algo que necesariamente alcanzará su cumplimiento para dar a conocer la gloria de su reino.

Debo dedicar un tiempo diario en mi vida para atesorar lo que Dios ha dicho y pedir que él me guíe para entender claramente cada parte de su plan.

Oremos,

Padre oro a ti para que mis pensamientos sean alineados con tu voluntad y tu Palabra sea la firme ancla de mi fe, no mis emociones.

Gracias porque aun en los momentos en que caigo envuelto en emociones negativas o en falta de fe, tú Espíritu me confronta a volver mi mirada a ti y descansar en tus promesas.

Te pido Señor que pueda tener siempre una mente dispuesta para aprender tu Palabra y un corazón dispuesto a obedecer confiadamente.

Padre que a los que transitan en caminos de desobediencia e incredulidad les sean abiertos sus ojos para obedecer y creer en tu Palabra.

En el nombre de Jesús, amén.

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