VIERNES DE CRUCIFIXIÓN

Jesucristo nuestra redentor

Romans 5:8 RVR60

Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.

INTRODUCCIÓN:

La redención es el drama sangriento del inocente cordero de Dios que se inmola por salvar al hombre de sus pecados y delitos.

Es la historia de un Dios de amor que se humaniza; del príncipe del cielo que se destrona para venir al mundo en su misión de sustituir, en el patíbulo, al transgresor de la ley

I.- NUESTRA CONDICIÓN

Por naturaleza somo seres caídos, que desde Adán, el padre de la humanidad, hemos heredado la enfermedad del pecado.

De criaturas hechas a la imagen y semejanza de Dios, nos hemos convertido en enemigos de nuestro Creador.

Por nuestra rebeldía, somos candidatos a la muerte. Y ningún ser humano puede librarnos de esta condenación.

II.- NUESTRA RECONCILIACIÓN

Jesucristo nos reveló la imagen de Dios como Padre.

Un padre que nos ama y que se interesa por nuestro bienestar.

Sus predicaciones estuvieron encaminadas a dar luz a nuestra conciencia dormida y a despertar el interés por tener una paz con Dios.

El mismo se dio a conocer como el medio de reconciliación con el Padre cuando dijo:“Yo soy el camino, la verdad y la vida, nadie viene al padre si no es por mí.

III.- NUESTRA REDENCIÓN

Tuvo un precio: Fue inmolado en la cruz y regada su sangre.

Tuvo un móvil: Se entregó a sí mismo por amor.

Tuvo una meta: Salvar por su sacrificio a todos los hombres.

Conclusión:

Hay un consuelo para la humanidad.

El libertador ha venido al mundo. Cristo Jesús nos ofrece reconciliarnos con Dios.

Debemos aceptarlo. “Dios no quiere la muerte del pecador, sino que se arrepienta y viva” Su sangre es una garantía para limpiarnos de todo pecado.

Por amor a nosotros bajó a la tierra. Por su misericordia nos redime y por su gracia nos dará la gloria.