Devocional de hoy
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8 de abril
8 de abril
Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de conmiseración de todos los hombres.
Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho.
Para el apóstol Pablo las personas mas dignas de lastima son aquellas que han puesto su esperanza en algo que nunca podrá ser.
Una madre o padre que tiene la esperanza de volver a ver a su hijo que ha muerto en la guerra.
Un desempleado que espera por una promesa de trabajo en una empresa que ya no existe.
Un hijo que espera por un regalo de un padre que ya no volverá.
Tener la esperanza puesta en algo que no podrá ser, hace de la espera algo inútil, de mi condición un estado que nunca podré superar, de mi destino algo fatal.
Cristo Resucito! mi espera en él, tiene significado, mi condición no es digna de lastima. Soy por su gracia merecedor de todas las bendiciones que espero en él, en esta tierra y en el cielo.
Mi lucha por salir adelante en esta vida, esta inspirada en el hecho de que alguien ya supero el mas grande desafió a vencer: La muerte. Cristo vive!
Mi esperanza esta puesta en el vencedor de la muerte cuyo regreso es eminente, que tiene para los que esperan en él un gran premio de regalo.
Lo mejor que puedo hacer es dar esperanza al que la ha perdido en alguien que le puede asegurar que lo que espere en él lo recibirá. Debo decirle que su esperanza debe esta en Jesús.
Oremos,
Padre, cuando mis luchas y dificultades me hagan sentir que lo que hago es inútil y vano, llévame a la tumba vacía para volver a creer que lo mas difícil ya fue hecho, que el enemigo más terrible ya fue derrotado.
Gracias por la esperanza que despierta en mi tu Palabra, el poder que me da para vivir esperando en tus promesas.
Te pido valor para ser testigo tuyo, amor para compartir con los que están en condición desesperada, paz para experimentar la seguridad que tu estas conmigo mientras camino en está vida.
Te pido por aquellos que están tristes porque no tienen esperanza que en esta vida hay alguien que puede transformar su futuro en algo diferente.
En el nombre de Jesús, amén.
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