Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen

La muerte de Cristo  •  Sermon  •  Submitted   •  Presented
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El perdón impartido pidiendo misericordia para aquellos que llevaron a cabo el más grande error de la humanidad

Notes
Transcript

introducción
Lucas 23:34 RVR60
Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes.
Lucas 23:34 NTV
Jesús dijo: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen». Y los soldados sortearon su ropa, tirando los dados.
La intensa fuerza de este pasaje la hayamos en lo que precedió a ello
Oración intercesora del sumo sacerdote
el 21 de Marzo de 1986 del Journal of the American Medical Association (Vol.255, No.11, en un artículo titulado “On the Physical Death of Jesus Christ” (William D. Edwards)
A todos los que crucificaban los golpeaban primero. Los brazos de la víctima eran levantados y atados a un poste, dejándola en posición desplomada.
Tiras de cuero trenzado con trozos de metal y hueso incrustados en ellas usaban para azotar a las víctimas desde la parte baja de la nuca hasta la parte posterior de las rodillas.
Dos lictores (asistentes de los magistrados romanos) le daban golpes alternos.
No hay indicaciones de cuántos latigazos recibían las víctimas, eso estaba a discreción de los lictores
El hueso y el metal razgaban la carne, ocasionando profundas contusiones y laceraciones en los tejidos subcutáneos y después en el tejido muscular.
El dolor resultante y la sangre perdida provocaban un shock circulatorio
Cristo fue flagelado ese día
Además de las constantes burlas hacia su persona, le fue colocado el manto de lana que le habria irritado las heridas abiertas
Le pusieron en al cabesa de espinas
Le golpearon la cabeza con una caña
le escupieron
pero en algún momento le arrancaron el manto
Además de la hematidrosis, (sangre sudada) que el Señor experimentó, extrasensibilizó su piel
La crucifixión era una muerte lenta, la idea fue inflingir máxima agonía y sufrimiento
Las víctimas cargaban sus travesaños en la parte arriba de sus cuellos y atados iban con ellos
Isaías 53:12 RVR60
Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores.
Es el cumplimiento de la profecía del libro de Isaías
Es la única ocasión que aparece en los evangelios, y aunque se dice que no está entre los originales mas antiguos y fieles sin embargo parece ser que la explicación es que fue mutilado en un momento y luego vuelto a colocar
Es deplorable que se haya levantado tanta oposición contra este primer dicho. Algunos quisieran excluirlo completamente y otros tratan de degradarlo.
El razonamiento de algunos es el siguiente: los que mataron a Jesús eran réprobos. Dios en ningún sentido bendice a los réprobos. Por lo tanto, Jesús no puede haber pedido que fuesen perdonados. Además, el verbo aquí usado tiene una amplia gama de significados (esto, dicho sea de paso, es cierto). Conclusión: Jesús tiene que haber querido decir: “Padre, retiene tu ira; no la derrames inmediamente en plena medida sobre ellos”.
El verdadero sentido de la ferviente súplica probablemente sea el que sigue:
a. “Perdónalos” significa exactamente eso. Significa “Borra sus transgresiones completamente. En tu soberana gracia haz que ellos se arrepientan en verdad, de modo que puedan y sean perdonados completamente”.
b. Que este es el sentido es claro por el hecho de que la construcción gramatical es exactamente la misma que en 11:4: “Y perdónanos nuestros pecados”, y de 17:3: “Si se arrepiente, perdónalo”.
c. ¿Es siquiera concebible que aquel que insiste tan enfáticamente que sus seguidores deben perdonar a todo deudor, y que deben aun amar a sus enemigos, que no ejemplificase esta virtud él mismo?
d. Cuando Esteban, a las puertas de la muerte, imitando al Cristo moribundo, oró “Señor, no les imputes este pecado”,
Hechos de los Apóstoles 7:60 RVR60
Y puesto de rodillas, clamó a gran voz: Señor, no les tomes en cuenta este pecado. Y habiendo dicho esto, durmió.
¿no nos estaba dando la más verdadera interpretación, de la súplica de Cristo: “Padre, perdónalos”?
e. Nótese en forma especial la palabra Padre. ¡Qué confianza, qué amor! Nos hace recordar lo que dijo Job: “Aunque me mate, yo en él confiaré” (Job 13:15).
f. ¿No es maravilloso más que se puede expresar en palabras, que Jesús, en su fervorosa intercesión en favor de sus torturadores, aun presente al Padre una súplica especial, un argumento, como si fuera porque se le conceda la petición, a saber, “porque no saben lo que están haciendo”?
Era verdad: los soldados ciertamente no lo sabían. Pero aun los miembros el Sanedrín, aunque deben haber sabido que lo que estaban haciendo era malo, no comprendían la extensión de su maldad.
¿Oyó el Padre esta oración y la respondió? Parte de la respuesta bien podría ser el hecho de que la caída de Jerusalén no ocurrió inmediatamente.
A través de un período de cuarenta años el evangelio de salvación libre y plena estaba aún siendo proclamado a los judíos.
No sólo eso, sino también: muchos fueron realmente conducidos al Señor. En el día de Pentecostés se convirtieron tres mil (Hch. 2:31, 42); más adelante miles más (Hch. 4:4). Aun “un gran número de sacerdotes se hicieron obedientes a la fe” (Hch. 6:7). No el pueblo como un todo, sino muchas familias y personas se convirtieron.
g. Al ofrecer esta oración Jesús cumplió la profecía de Is. 53: “Sin embargo, llevó el pecado de muchos, e hizo intercesión por los transgresores”. Véase también sobre Lc. 22:37.
Lucas 23:47 RVR60
Cuando el centurión vio lo que había acontecido, dio gloria a Dios, diciendo: Verdaderamente este hombre era justo.
y la verdad de las cosas es que no hay nada mejor que el perdón del Señor
su perdón alcanzó inmediatamente a sus más duros verdugos, es un perdón inexplicable
Salmo 103:3 RVR60
El es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias;
Albergar ira y hostilidad se asociaron con un mayor riesgo de enfermedad coronaria en un artículo que se publicó en Journal of the American College of Cardiology en 2009.
El artículo, que incluyó la revisión de 44 estudios publicados anteriormente sobre la enfermedad cardíaca encontró que la ira y la hostilidad estaban relacionadas con un aumento de los eventos de enfermedad coronaria, como un ataque cardíaco, en personas sanas y un pronóstico desfavorable en aquellos que ya tenían antecedentes de enfermedad cardíaca.
"Para entender mejor el proceso de perdón, podría ser útil dar un paso atrás y observar el proceso de aferrarse a la ira", dijo Neda Gould, psicóloga clínica y profesora asistente de psiquiatría y ciencias del comportamiento en la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins en Baltimore.
"La ira es una forma de estrés, por lo que cuando nos aferramos a la ira es como si estuviéramos activando la respuesta de estrés del cuerpo, o la respuesta de lucha o huida, crónicamente. Sabemos que activar esta respuesta de forma crónica lleva al desgaste del cuerpo", dijo. "Puede que no sea sorprendente que cuando nos comprometemos con el acto de perdonar, podamos comenzar a desactivar la respuesta del estrés y los cambios fisiológicos que la acompañan".
Incluso en personas con un alto nivel de estrés en la vida, entre las personas que obtienen puntajes altos en las medidas de perdón, en las que informan haber participado en actos de perdón, sus vidas con un alto nivel de estrés tienden a no predecir una mala salud mental, según un estudio publicado en The Journal of Health Psychology en 2016.
En otras palabras, el perdón puede proporcionar algunos factores de protección contra el estrés de por vida, aunque los investigadores saben desde hace mucho tiempo que el estrés de por vida está vinculado a peores resultados de salud mental.
Otro estudio, publicado en Annals of Behavioral Medicine en 2016, encontró que con el tiempo, los aumentos en el perdón se asocian con disminuciones en el estrés.
El estudio incluyó el uso de cuestionarios para medir los niveles de perdón y el estrés percibido entre 332 adultos, de 16 a 79 años. Los adultos fueron seguidos durante cinco semanas, y los niveles de perdón se midieron preguntando si los adultos estaban de acuerdo o no con declaraciones como "Deseo que le pasen cosas buenas a la persona que me hizo daño".
El estudio encontró que los niveles de perdón tendían a cambiar con el tiempo, pero en general, "los aumentos de perdón se asociaron con reducciones en el estrés percibido, que a su vez se relacionaron con disminuciones de los síntomas de salud mental pero no física", escribieron los investigadores en el estudio.
"Dado lo complejos que somos como seres humanos en términos de nuestra biología y nuestras experiencias, es difícil generalizar por qué algunas personas tienen más probabilidades de perdonar que otras. Sin embargo, el perdón es una habilidad que se puede cultivar", dijo Gould.

Cómo volverse más indulgente

El nivel de facilidad con el perdón puede estar vinculado a tu tipo de personalidad; a la genética; ya sea que confíes o desconfíes de los demás debido a experiencias pasadas; y la naturaleza de la ofensa que intentas perdonar, dijo Worthington.
"Hay, con cualquier daño u ofensa, lo que yo llamo una 'brecha de injusticia'. Es una idea de cuánta injusticia se ha cometido, y es difícil perdonar las grandes brechas. Las brechas pequeñas son más fáciles de perdonar",
dijo. "Cuando los delincuentes admiten la responsabilidad, ofrecen una disculpa, demuestran que entienden cuánto lastimaron al otro, ofrecen restitución, piden perdón, la víctima percibe que todo esto es costoso, lo que reduce la 'brecha de la injusticia'".
Para algunas personas, practicar el perdón es fácil, mientras que para otras puede ser una lucha constante. Es por eso que incluso la justicia restaurativa, la respuesta alternativa al crimen que se enfoca en curar en lugar de castigar, nunca pide a sus participantes que perdonen. Es una elección personal que solo un sobreviviente puede hacer.
Si estás luchando, dijo Worthington, hay maneras de aprender a ser más indulgentes, como seguir el modelo de perdón de REACH que desarrolló durante su carrera académica.
Un estudio separado también sugiere que, entre las personas que practican la oración, pueden perdonar más cuanto más oran.
Entre los 151 participantes del estudio, aquellos que dijeron una breve oración de 3 minutos por su pareja romántica mostraron disminuciones estadísticamente significativas en los motivos para tomar represalias contra su pareja cuando se cometieron ofensas después de esa oración en comparación con la anterior, según el estudio publicado en el International Journal of Psychology en 2015.
Los participantes del estudio, estudiantes universitarios de Estados Unidos y la India, incluyeron los de las religiones cristiana, hindú y musulmana, y el estudio encontró que las afiliaciones religiosas no moderaban el efecto de la oración sobre el perdón en los participantes.
No importa su método preferido para alcanzar el perdón, hay pasos que cualquiera puede tomar para comenzar el proceso de perdón, dijo Kevin Gilliland, un psicólogo clínico con licencia y director ejecutivo del servicio de asesoramiento ambulatorio Innovation360 en Dallas, Texas.
Solo requiere "disciplina, fuerza interior e intención", dijo.
"Para que nuestros corazones sanen, el perdón es esencial. Comprende que el perdón es para nosotros, no para ellos. Es desafortunado que alguien nos haya hecho daño, pero aferrarse a los sentimientos negativos hacia esa persona solo nos está lastimando a nosotros mismos. El perdón requiere práctica y no siempre es una decisión de un solo día", dijo Gilliland.
"Es posible que tengamos que perdonar algunas ofensas todos los días, hasta que empecemos a recordarlas cada vez menos", dijo. "Puede que nunca entendamos 'por qué', pero puede que no nos toque descifrarlo a nosotros".
Lucas 23:48 RVR60
Y toda la multitud de los que estaban presentes en este espectáculo, viendo lo que había acontecido, se volvían golpeándose el pecho.
Lucas 6:27–28 RVR60
Pero a vosotros los que oís, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen; bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os calumnian.
Génesis 50:17 RVR60
Así diréis a José: Te ruego que perdones ahora la maldad de tus hermanos y su pecado, porque mal te trataron; por tanto, ahora te rogamos que perdones la maldad de los siervos del Dios de tu padre. Y José lloró mientras hablaban.
Salmo 106:16–23 RVR60
Tuvieron envidia de Moisés en el campamento, Y contra Aarón, el santo de Jehová. Entonces se abrió la tierra y tragó a Datán, Y cubrió la compañía de Abiram. Y se encendió fuego en su junta; La llama quemó a los impíos. Hicieron becerro en Horeb, Se postraron ante una imagen de fundición. Así cambiaron su gloria Por la imagen de un buey que come hierba. Olvidaron al Dios de su salvación, Que había hecho grandezas en Egipto, Maravillas en la tierra de Cam, Cosas formidables sobre el Mar Rojo. Y trató de destruirlos, De no haberse interpuesto Moisés su escogido delante de él, A fin de apartar su indignación para que no los destruyese.
Juan 15:22–24 RVR60
Si yo no hubiera venido, ni les hubiera hablado, no tendrían pecado; pero ahora no tienen excusa por su pecado.El que me aborrece a mí, también a mi Padre aborrece.Si yo no hubiese hecho entre ellos obras que ningún otro ha hecho, no tendrían pecado; pero ahora han visto y han aborrecido a mí y a mi Padre.
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