La resurrección de Cristo

Introducción:

Desarrollo:

Los beneficios de la resurrección de Cristo. ¿Qué beneficios trae para los creyentes la resurrección de Cristo?

Antes que nada es necesario entender que todos los beneficios que obtenemos de Cristo es porque estamos unidos a él.

Romanos 6:1–8 NBLA

1 ¿Qué diremos, entonces? ¿Continuaremos en pecado para que la gracia abunde? 2 ¡De ningún modo! Nosotros, que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él? 3 ¿O no saben ustedes que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en Su muerte? 4 Por tanto, hemos sido sepultados con Él por medio del bautismo para muerte, a fin de que como Cristo resucitó de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en novedad de vida. 5 Porque si hemos sido unidos a Cristo en la semejanza de Su muerte, ciertamente lo seremos también en la semejanza de Su resurrección. 6 Sabemos esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado con Cristo, para que nuestro cuerpo de pecado fuera destruido, a fin de que ya no seamos esclavos del pecado; 7 porque el que ha muerto, ha sido libertado del pecado. 8 Y si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con Él,

1. La resurrección de Cristo nos asegura una vida nueva.

1 Pedro 1.3-4 “3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien según Su gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo a una esperanza viva, mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, 4 para obtener una herencia incorruptible, inmaculada, y que no se marchitará, reservada en los cielos para ustedes.”

Efesios 1.18-20 “18 Mi oración es que los ojos de su corazón les sean iluminados, para que sepan cuál es la esperanza de Su llamamiento, cuáles son las riquezas de la gloria de Su herencia en los santos, 19 y cuál es la extraordinaria grandeza de Su poder para con nosotros los que creemos, conforme a la eficacia de la fuerza de Su poder. 20 Ese poder obró en Cristo cuando lo resucitó de entre los muertos y lo sentó a Su diestra en los lugares celestiales,”

Con el mismo poder conque Cristo resucitó nosotros podemos tener vida nueva.

2. La resurrección de Cristo asegura nuestra justificación.

El resucitar a su Hijo el Padre mostró su aprobación a la obra de redención efectuada por él y por lo tanto nos concede el beneficio de la justificación.

Romanos 4.25 “25 que fue entregado por causa de nuestras transgresiones y resucitado para nuestra justificación.”

Filipenses 2.8-11 “8 Y hallándose en forma de hombre, se humilló Él mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. 9 Por lo cual Dios también lo exaltó hasta lo sumo, y le confirió el nombre que es sobre todo nombre, 10 para que al nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en el cielo, y en la tierra, y debajo de la tierra, 11 y toda lengua confiese que Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.”

4. La resurrección de Cristo asegura nuestra propia resurrección.

Con su resurrección Cristo venció la muerte, por lo tanto, los que estamos unidos a él recibimos de Cristo esta garantía que también resucitaremos.

1 Corintios 15.12-19 “12 Ahora bien, si se predica que Cristo ha resucitado de entre los muertos, ¿cómo dicen algunos entre ustedes que no hay resurrección de muertos? 13 Y si no hay resurrección de muertos, entonces ni siquiera Cristo ha resucitado; 14 y si Cristo no ha resucitado, vana es entonces nuestra predicación, y vana también la fe de ustedes. 15 Aún más, somos hallados testigos falsos de Dios, porque hemos testificado contra Dios que Él resucitó a Cristo, a quien no resucitó, si en verdad los muertos no resucitan. 16 Porque si los muertos no resucitan, entonces ni siquiera Cristo ha resucitado; 17 y si Cristo no ha resucitado, la fe de ustedes es falsa; todavía están en sus pecados. 18 Entonces también los que han dormido en Cristo están perdidos. 19 Si hemos esperado en Cristo para esta vida solamente, somos, de todos los hombres, los más dignos de lástima.”

1 Corintios 15.20-24 “20 Pero ahora Cristo ha resucitado de entre los muertos, primicias de los que durmieron. 21 Porque ya que la muerte entró por un hombre, también por un hombre vino la resurrección de los muertos. 22 Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. 23 Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo en Su venida. 24 Entonces vendrá el fin, cuando Él entregue el reino al Dios y Padre, después que haya terminado con todo dominio y toda autoridad y poder.”

Cristo es las primicias. Lo cual es la garantía de que nosotros resucitaremos como él.

Conclusión:

Todas estas verdades nos hablan de la autoridad y poder del Señor. El es el que está vivo

1. A confiar en la autoridad y poder de Cristo.

Nuestro Cristo no permanece en la cruz, ¡él está vivo!. Resucitó y tiene todo el poder y autoridad.

2. A servirle con más fuerza sabiendo que la victoria está garantizada.

1 Corintios 15.55-58 “55 »¿Dónde está, oh muerte, tu victoria? ¿Dónde, oh sepulcro, tu aguijón?». 56 El aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado es la ley; 57 pero a Dios gracias, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo. 58 Por tanto, mis amados hermanos, estén firmes, constantes, abundando siempre en la obra del Señor, sabiendo que su trabajo en el Señor no es en vano.”