Devocional de hoy

14 de abril

Jeremías 10:23 RVR60

Conozco, oh Jehová, que el hombre no es señor de su camino, ni del hombre que camina es el ordenar sus pasos.

La madurez, la experiencia de la vida nos lleva a reconocer hechos innegables para el ser humano, el profeta aquí recalca uno de ellos: que nuestra vida no nos pertenece; que no somos capaces de manejar nuestra propia vida como se debe.

Pero lo mas importante es cuando podemos reconocer esa verdad, aceptando obedientes que hay un Señor que realmente la gobierna y la dirige, el único Dios verdadero.

Si Dios es, y no nosotros, Señor de nuestra vida entonces debemos devolverle el derecho que el tiene de gobernar nuestra vida él.

La Palabra de Dios nos invita a hacer de ese reconocimiento un acto de confianza en su poder y sabiduría para gobernar nuestra vida.

Proverbios 3:5 RVR60

Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia.

Si reconoces que Dios es el Señor de tu vida entonces, por respeto, debes entregarle el timón de tu vida a él para que el la dirija.

Ese derecho de gobernar, le da a Dios la oportunidad de corregir el rumbo de tu vida, algo que casi siempre necesitamos hacer, pero que por desconocer nuestro mejor destino, no podemos hacerlo.

salmo 37.23

Salmo 37:23 RVR60

Por Jehová son ordenados los pasos del hombre, Y él aprueba su camino.

Proverbios 16:9 RVR60

El corazón del hombre piensa su camino; Mas Jehová endereza sus pasos.

Bajo su gobierno, cada uno de nuestros pasos, nuestra conducta, será guiada no por nuestros deseos sino por la autoridad de su Palabra.

Isaías 26:7 RVR60

El camino del justo es rectitud; tú, que eres recto, pesas el camino del justo.

Si mi casa esta destruida y necesita ser reconstruida, si mi barca navega a la deriva, en peligro de hundirse y necesita corregir su rumbo, si he perdido el sentido de lo que busco y lo que hago no prospera, y lo que viene a mis manos se echa a perder, es el momento de decirle a Dios: Se el Señor de mi casa, toma el timón de mi vida, ordena mis pasos, llévame a un destino seguro.

Mi confianza en Dios determina mi nivel de seguridad que las decisiones que tomo, llevan la garantía de la sabiduría, el entendimiento, la prudencia y el poder del Señor que gobierna mi vida.

Si Dios esta gobernando mi vida, y Dios esta guiando mis pasos puedo esperar que pronto llegaré a mi destino anhelado.

Por eso voy asegurarme de mantenerme en comunicación permanente en oración con quien guía los pasos en el camino que tengo que transitar este día.

Oremos,

Padre, reconozco que tú eres quien debe gobernar y guiar cada paso de mi vida, por eso te rindo mi voluntad a ti.

Gracias porque aunque tienes poder para determinar si vivo o muero en este momento, me permites voluntariamente acercarme a ti para pedir tu ayuda. Gracias porque tu me gobiernas con cuerdas de amor, con lazos de misericordia, me rodeas con la ternura de tus brazos para verme rendido ante ti.

Necesito Señor tu sabiduría para vivir, tu entendimiento para decidir, tu poder para avanzar en medio de la dificultad, tu gracia para transformar mis errores en bendición para mi vida.

Mi oración es también por otros que necesitan experimentar no solo tu amor, sino también tu autoridad que gobierne sus vidas, que corrija su rumbo por que necesitan salvarse de la destrucción que les espera o en la que ya viven.

Te lo pido en el nombre de Jesús, amén.

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