La pasión y el amor - La victoria en la derrota
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INTRO
INTRO
El domingo pasado hablamos de el dolor del triunfo.
Este domingo vamos a hablar de la victoria en la derrota.
«¿Dónde está, oh muerte, tu victoria? ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón?»
No está aquí, pues ha resucitado, tal como dijo. Vengan a ver el lugar donde lo pusieron.
Una vieja historia que vale la pena repetir habla de un musulmán conversando con un Cristiano sobre las ventajas de su religión sobre la de su compañero: “En nuestro camino a Meca para besar la Piedra Negra, podemos detenernos en Medina y visitar la tumba de Mahoma . ¡Lo único que ustedes los Cristianos tienen en Jerusalén es una tumba vacía!
¡Alabado sea Dios por la tumba vacía! Todo el pueblo de Dios debería estar agradecido por la tumba vacía, y los aleluyas surgirán dentro de ellos como fuentes de agua fluyendo cuando piensan y meditan sobre el amor de Dios manifestado en la tumba vacía.
La resurrección de Jesús es el grito de victoria sobre la muerte, sobre el poder del pecado y sobre nuestro enemigo Satanás.
DESARROLLO
DESARROLLO
LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA
LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA
Por qué Jesús tenía que morir y resucitar?
¡La muerte no pudo contener a Jesucristo! Y gracias a que él resucitó, nosotros, los que creemos en él como Señor y Salvador, podemos disfrutar de varios beneficios:
Somos justificados
Somos justificados
Él fue entregado a la muerte por nuestros pecados, y resucitó para nuestra justificación.
Tenemos una nueva vida y eterna
Tenemos una nueva vida y eterna
Porque la paga del pecado es muerte, mientras que la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, nuestro Señor.
Entonces Jesús le dijo: —Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí vivirá, aunque muera;
y todo el que vive y cree en mí no morirá jamás. ¿Crees esto?
Tenemos victoria sobre el pecado
Tenemos victoria sobre el pecado
«¿Dónde está, oh muerte, tu victoria? ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón?»
El aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado es la ley.
¡Pero gracias a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo!
LA PREDICACIÓN
LA PREDICACIÓN
Y si Cristo no ha resucitado, nuestra predicación no sirve para nada, como tampoco la fe de ustedes.
La resurrección es la buena noticia, es el evangelio en sí, y a su vez la base de nuestra fe.
Los evangelios relatan el encuentro de Jesús resucitado con sus discípulos, y cuando todavía no salen de su asombro, estando perplejos y maravillados, Jesús, les da un último encargo.
Era muy evidente que Jesús después de resucitar tenía una única misión y un sólo mensaje para sus discípulos; vayan a todo el mundo y cuenten lo que pasó.
Ya no iba a ser él el protagonista, ahora lo sería sus discípulos y todos los que vinieran después de ellos.
Jesús se acercó entonces a ellos y les dijo: —Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra.
Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,
enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo.
—Esto es lo que está escrito—les explicó—: que el Cristo padecerá y resucitará al tercer día,
y en su nombre se predicarán el arrepentimiento y el perdón de pecados a todas las naciones, comenzando por Jerusalén.
—¡La paz sea con ustedes!—repitió Jesús—. Como el Padre me envió a mí, así yo los envío a ustedes.
CONCLUSIÓN:
CONCLUSIÓN:
Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor por nosotros,
nos dio vida con Cristo, aun cuando estábamos muertos en pecados. ¡Por gracia ustedes han sido salvados!
Y en unión con Cristo Jesús, Dios nos resucitó y nos hizo sentar con él en las regiones celestiales,
para mostrar en los tiempos venideros la incomparable riqueza de su gracia, que por su bondad derramó sobre nosotros en Cristo Jesús.