UNIDOS EN EL EVANGELIO Libro 2 Lección #7 (El Evangelio según Sansón-3)

El sacrificio de Sansón

Introducción:

Jueces 16.21-22

Jueces 16:21–22 NBLA

21 Los filisteos lo prendieron y le sacaron los ojos. Y llevándolo a Gaza, lo ataron con cadenas de bronce y lo pusieron a girar el molino en la prisión. 22 Pero el cabello de su cabeza comenzó a crecer de nuevo después de rasurado.

El tiempo que pasó Sansón entre los filisteos, fue suficiente para ver cómo crecía su cabello (estando preso, sin ojos, con cadenas de bronce y trabajando como una bestia de carga).

Una muestra de la gracia de Dios es que ahí está presente en nuestra vida siempre. Él nos alcanza con Su gracia, Él va a buscar a la oveja descarriada para traerla al redil. La gracia de Dios no se acaba.

Cuando pensamos que en la situación que estamos, ya el Señor no nos puede salvar, ahí es donde la gracia de Dios se hace presente de nuevo.

I. Los filisteos Celebran la Victoria sobre su enemigo

Jueces 16.23-24

Jueces 16:23–24 NBLA

23 Los príncipes de los filisteos se reunieron para ofrecer un gran sacrificio a su dios Dagón, y para regocijarse, pues decían: «Nuestro dios ha entregado a nuestro enemigo Sansón en nuestras manos». 24 Cuando la gente lo vio, alabaron a su dios, pues decían: «Nuestro dios ha entregado en nuestras manos a nuestro enemigo, Al que asolaba nuestra tierra, Y multiplicaba nuestros muertos».

Los filisteos ofrecieron fiesta y sacrificios a su falso dios “dagón” el dios-pez. Ellos celebraban con sacrificios, pensando que por la fuerza de su ídolo, habían capturado a Sansón.

Jueces 16.25

Jueces 16:25 NBLA

25 Y cuando estaban bien alegres, dijeron: «Llamen a Sansón para que nos divierta». Llamaron, pues, a Sansón de la cárcel, y él los divertía. Y lo pusieron de pie entre las columnas.

Los filisteos estaban felices y se burlaban del “libertador” enviado por Dios.

Desde la antiguedad el mundo celebra la muerte y el sufrimiento de los creyentes y del mismo Señor Jesucristo. Y se han reído de los hijos de Dios

Los filisteos querían burlarse y reírse de Sansón para atormentarlo y daban gracias a su ídolo.

Lo ponen entre las columnas del edificio. Un muchacho lo guiaba. Y se burlan de él, tal vez lo golpeaban, tal vez lo escupían.

Jueces 16:26–27 NBLA

26 Entonces Sansón dijo al muchacho que lo tenía de la mano: «Déjame tocar las columnas sobre las que el edificio descansa, para apoyarme en ellas» 27 El edificio estaba lleno de hombres y mujeres, y todos los príncipes de los filisteos estaban allí. Y sobre la azotea había como 3,000 hombres y mujeres mirando mientras Sansón los divertía.

El edificio contenía mucha gente. Sansón estaba tal vez cansado. y le pide al muchacho que lo acerque a las columnas para (palparlas / quitarlas).

Los príncipes están ahí, los que pagaron a Dalila, los gobernantes de los filisteos.

II. La Oración de Sansón

Jueces 16.28

Jueces 16:28 NBLA

28 Entonces Sansón invocó al Señor y dijo: «Señor Dios, te ruego que Te acuerdes de mí, y te suplico que me des fuerzas solo esta vez, oh Dios, para vengarme ahora de los filisteos por mis dos ojos».

La fe de Sansón al levantar su plegaria a Dios.

Pero vemos el pecado en la plegaria de Sansón.

Sansón no pide que el Nombre de Dios sea glorificado, que el mundo vea que Dios reina en todo el mundo.

¡No! Él pide por venganza por sus 2 ojos (¿qué no te das cuenta que tus 2 ojos te han metido en todos los problemas?)

Tus ojos te han desviado de la voluntad de Dios

Con ellos vio a las mujeres filisteas que le atraparon. (En Jueces 14.3 él dice que la mujer “es recta ante sus ojos”) Él quiere agradar a sus ojos

Jueces 14.7 (“le agradó - fue recta a sus ojos”)

Son tus ojos los que te han dado problemas y ¿quieres vengar a tus ojos?

El Señor Jesús incluso menciona que si alguno de tus miembros te hacen pecar, debes sacarlo y arrojarlo de ti (Mateo 5.29-30)

Como no lo hizo Sansón, Dios lo hizo para disciplinar a Sansón.

¿Acaso Dios tendría que enviar a los filisteos contra ti y apresarte, sacarte los ojos, encadenarte, y burlarse de ti para que dejes de pecar?

Si tu rechazas a tus hermanos, a tu iglesia, Dios usará otros medios para disciplinarte. (fuera de la iglesia, muy dolorosos para hacerte volver).

Job 31.1

Job 31:1 NBLA

1 »Hice un pacto con mis ojos, ¿Cómo podía entonces mirar a una virgen?

¡Cómo Sansón no fue capaz de hacer esto para agradar a Dios!

Sansón se entregó por su pueblo

Jueces 16:29–30 NBLA

29 Sansón palpó las dos columnas del medio sobre las que el edificio descansaba y se apoyó contra ellas, con su mano derecha sobre una y con su mano izquierda sobre la otra. 30 Y dijo Sansón: «¡Muera yo con los filisteos!». Y se inclinó con todas sus fuerzas y el edificio se derrumbó sobre los príncipes y sobre todo el pueblo que estaba en él. Así que los que mató al morir fueron más que los que había matado durante su vida.

Sansón muere y mata a muchos de los filisteos. Sansón les dio un golpe muy fuerte, pero él mismo murió.

Sansón fue muy fuerte, pero él mismo necesita alguien más fuerte. Él necesita un Salvador.

III. Similitudes con Cristo

A Cristo lo apresaron, se burlaban de él (le taparon los ojos y lo golpeaban), lo ridiculizaban.

Los hombres y los demonios estaban celebrando la muerte de Jesucristo en la cruz, y así como Sansón lucía débil y sin valor, así Jesús en debilidad fue puesto en la cruz, como alguien sin esperanza, un moribundo. Cristo, al igual que Sansón, también extendió sus manos, como Sansón en las columnas.

El Señor Jesucristo clama al cielo, en su agonía. como Sansón. Cristo no pide venganza, pide clemencia para los hombres. Cristo está a punto de cumplir Su misión de salvar a Su pueblo.

Sansón derriba el templo de Dagón y sus seguidores. Cristo derrota las huestes demoníacas, le quita el poder a la muerte que tenía por causa del pecado.

Sansón muere entre los filisteos, Cristo muere junto a los ladrones.

La victoria de Sansón es pequeña y temporal. Cristo obtiene una victoria grande y eterna. Sansón murió y se quedó en el sepulcro de su padre Manoa. Cristo resucitó y fue colocado a la derecha de Dios y desde allí reina.

Ahora los que celebran son los hijos de Dios y los ángeles y toda la creación. En un día derribaste el imperio de Satanás y consumaste nuestra victoria.

IV. El Dios de Sansón

Dios siempre ha tenido un Plan “A” en Su historia del mundo.

El plan de Dios se cumple siempre, aun a pesar de las debilidades humanas, Dios usa la maldad del hombre para cumplir Sus santos propósitos.

Parece que Sansón hace un desastre de su vida y lo es, pero Dios utiliza la vida destruida de Sansón para salvar a Su pueblo.

A Dios no se le escapa ningún detalle. Dios anuncia por medio de Sansón lo que había de venir con el “Verdadero Juez y Libertador de los hombres” Jesucristo.

Claramente Dios es el “fuerte” de esta historia, no Sansón. Aunque lo vemos matando, rompiendo, cargando cosas y destruyendo a los enemigos, pero no por su propia fuerza sino por el Espíritu de Dios que viene sobre él.

En Jesús vemos a Dios, no por la fuerza de sus músculos sino por Su Palabra, porque es Dios y tiene la Autoridad y Santidad de Dios mismo.

Nosotros fuimos creados para fortalecernos en Dios, no en depender de nuestra propia fuerza, ni sabiduría, ni bondad. Dependemos completamente del Señor.

Juan 15.4-5

Juan 15:4–5 NBLA

4 »Permanezcan en Mí, y Yo en ustedes. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo si no permanece en la vid, así tampoco ustedes si no permanecen en Mí. 5 »Yo soy la vid, ustedes los sarmientos; el que permanece en Mí y Yo en él, ese da mucho fruto, porque separados de Mí nada pueden hacer.

No sigamos el ejemplo de Sansón.

Seamos dependientes de Dios para todo y él nos librará en Jesucristo de nuestros enemigos y hará Su voluntad en nosotros.