La Familiaridad Engendra el Desprecio
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Introducción
Introducción
Existe un dicho en ingles que dice “familiarity breeds contempt”.
Este dicho se traduce como “la familiaridad engendra el desprecio”.
La idea es que puede haber una persona de mucho prestigio (e.g., un profesor, un líder mundial, etc.) que es reconocido y respetado por los demás excepto por los de su casa.
Los de su casa o sus amistades han vivido con él.
Ellos lo conocen.
Por tanto, para ellos no es el gran doctor, el profesor, el señor presidente - para ellos simplemente es el papá, el hermano, el vecino, etc.
La familiaridad engendra el desprecio a lo que es.
Podríamos esperar esta clase de reacción cuando tiene que ver una persona influyente, una persona famosa, o simplemente un ser humano.
Pero, ¿qué sucede cuando esto resulta con el Dios del universo?
¿Qué sucede cuando la demasiada familiaridad tiene que ver con el Dios eterno?
Esto es lo que vamos a considerar el día de hoy en nuestro estudio de Marcos 6:1-6. Hoy veremos:
El desprecio de los Nazarenos
Jesús se maravilla
El deber de un discípulo
El desprecio de los Nazarenos
El desprecio de los Nazarenos
Marcos introduce esta escena:
Jesús se marchó de allí y llegó* a Su pueblo, y Sus discípulos lo siguieron*.
Jesús acaba de estar ministrando en la región de Galilea y ahora va unos 25 km (oeste) a su pueblo natal - Nazaret.
Recordemos que aquí creció Jesús al lado de su madre María y su padre de crianza José.
Pues ahora ha llegado el momento de predicar / llevar el mensaje del reino a su pueblo natal - entre aquellos que lo conocieron.
Muchos han tenido la experiencia de regresar a su pueblo / lugar de crianza.
La gente está interesada en verlos, sobre todo aquellos que lo conocieron de joven.
La gente quiere saber que fue de su vida.
La gente está interesada en conocer lo que ha podido lograr.
Pero, la recepción que recibió Jesús fue muy distinta. No fue una recepción cálida - sino todo lo contrario.
Cuando llegó el día de reposo, comenzó a enseñar en la sinagoga; y muchos que escuchaban se asombraban, diciendo: «¿Dónde obtuvo Este tales cosas, y cuál es esta sabiduría que le ha sido dada, y estos milagros que hace con Sus manos?
»¿No es Este el carpintero, el hijo de María, y hermano de Jacobo, José, Judas y Simón? ¿No están Sus hermanas aquí con nosotros?». Y se escandalizaban a causa de Él.
Jesús, como era su costumbre, ha llegado a la sinagoga para predicar el mensaje del reino.
Sigue la misma costumbre que tuvo desde el principio de su ministerio.
De hecho, no olvidemos que fue la misma costumbre que puso en práctica el apóstol Pablo cuando anduvo como misionero llevando el mensaje de Jesús por todo Asía Menor y regiones de Europa.
Al llegar Jesús a la sinagoga se entiende que comenzó a enseñar pero este momento es interrumpido por la reacción de la gente. Notemos lo que dicen:
Hacen tres preguntas:
¿De dónde sacó estas enseñanzas?
¿De dónde obtuvo su sabiduría?
¿De dónde obtuvo el poder de hacer milagros?
Estas tres preguntas demuestra la incredulidad de la gente pero a la vez demuestran que la gente:
…se asombraba de lo que Jesús enseñaba.
…reconocían la sabiduría con la cual enseñaba. En otras porciones la gente se asombra no solo de su sabiduría para enseñar sino la autoridad con la cual enseñaba.
…reconocían que tenía el poder de hacer milagros.
…la gente no puede negar la realidad de lo que estaba haciendo Jesús entre ellos.
La razón de su asombro lo vemos en el versículo 5:
»¿No es Este el carpintero, el hijo de María, y hermano de Jacobo, José, Judas y Simón? ¿No están Sus hermanas aquí con nosotros?». Y se escandalizaban a causa de Él.
Ellos lo miraban con demasiada familiaridad.
Para los Nazarenos, quienes vieron a Jesús crecer / criarse entre ellos, Jesús solo era:
El carpintero del pueblo.
Por cierto, la palabra que se traduce como carpintero tiene la idea de constructor. Es decir, Jesús era un albañil que podía trabajar con madera y piedra.
El hijo de María.
Notemos que no mencionan a José.
Una posibilidad que no mencionan a José, es porque José ya había fallecido.
Pero, lo más probable es que se refieren a la historia de su nacimiento, pero con desprecio. Es como si estuvieran diciendo - conocemos a su mamá pero no sabemos quien es su padre.
Es como si lo están llamando un hijo ilegítimo.
Es una manera de despreciarlo / insultar su concepción y nacimiento.
El hermano de Jacobo, José, Judas, Simón y varías hermanas que vivían en Nazaret.
Conocían a su familia entera.
Ellos sabían el origen de Jesús.
Sabían que no eran una familia prominente.
De hecho, en Marcos 3:20-21 y Marcos 3:31-35 vemos que su propia familia no creía en él.
Así que el desprecio no venía solo por los vecinos de Nazaret sino también de sus propios hermanos.
El demasiado conocimiento acerca de Jesús, de su nacimiento, de su infancia, de su juventud, etc…sirvió solo para endurecer el corazón de los Nazarenos contra Jesús.
Vemos esta misma familiaridad contra Jesús en nuestra sociedad moderna.
Esta familiaridad la vemos entre aquellos que creen conocer a Jesús porque tienen una supuesta imagen de Jesús colgadas en su casa, una cadena con Jesús crucificado, porque fueron bautizados de niños en una iglesia que dicen creer en Jesús.
…pero, cuando se les invita a rendir su vida a Jesús, a confesar sus pecados a Dios, a leer su palabra, a ser un discípulo de Jesús, a dejar los vicios que lo alejan de Dios (drogas, alcohol, las apuestas, etc.,) muestran su desprecio contra el llamado de Jesús que dice:
Y les dijo*: «Vengan en pos de Mí, y Yo los haré pescadores de hombres».
»No se turbe su corazón; crean en Dios, crean también en Mí.
Mientras que Jesús no les exiga nada, él sigue siendo diosito, nuestro Señor, Cristo Rey, pero mientras que comience a demandar algo de mí entonces allí es cuando demuestra el hombre lo que realmente cree acerca de Jesús.
Jesús ve la reacción de los Nazarenos y responde con un proverbio.
Y Jesús les dijo: «No hay profeta sin honra sino en su propia tierra, y entre sus parientes y en su casa».
Este proverbio básicamente expresa lo que hemos mencionado - la familiaridad / la demasiada confianza engendra el desprecio.
Puede venir un hombre enviado por Dios (un profeta), pero cuando llega su propio pueblo nadie va a escuchar su mensaje porque creen conocerlo.
En lugar de aceptar su mensaje, lo menosprecian, lo desprecian, lo rechazan.
Pero, la realidad es que la familiaridad / el creer que ellos conocen a Jesús nubla su vista de tal manera que no pueden ver a la persona que tienen enfrente.
Ellos tenían al Dios eterno, al Mesías enviado por Dios, al Salvador, al Sanador, etc…pero su orgullo, su desprecio les impide reconocerlo.
Jesús se maravilla
Jesús se maravilla
¿Cuál fue el resultado del desprecio de los Nazarenos?
Y no pudo hacer allí ningún milagro; solo sanó a unos pocos enfermos sobre los cuales puso Sus manos.
Estaba maravillado de la incredulidad de ellos.
Y recorría las aldeas de alrededor enseñando.
Jesús no insistió, Jesús se marchó de su pueblo natal u fue a las aldeas de alrededor.
Esto nos hace recordar el consejo que da Jesús a sus discípulos cuando los envío a predicar.
»Cualquiera que no los reciba ni oiga sus palabras, al salir de esa casa o de esa ciudad, sacudan el polvo de sus pies.
Pero, veamos lo que dice Marcos:
Jesús no pudo hacer milagros allí.
Esto no quiere decir que Dios no puede hacer nada si el hombre no lo permite.
Dios es todopoderoso y hace lo que él desea de acuerdo a su santa voluntad.
Pero, lo que significa que es que Dios obra en armonía con la fe del ser humano.
Dios puede obrar a pesar de la falta de fe del hombre.
Pero, Dios a lo largo de la Biblia muestra su poder cuando el hombre clama, cuando el hombre lo busca, cuando el hombre eleva su rostro al cielo con fe.
En este caso, la gente lo rechaza y por tanto Jesús determina no hacer ningún milagro a causa de la falta de fe.
Pero, aun a pesar del rechazo de la gente - vemos que Dios en su misericordia sanó a algunos de sus enfermos.
Es aquí donde vemos la magnitud de la dureza de corazón de los Nazarenos.
Unos podría decir que si Jesús hubiera hecho milagros primero, entonces los Nazarenos iban a creer.
Pero, ellos mismos sabían que Jesús era un hacedor de milagros.
…y aunque ha sanado a algunos vemos que aún así no hay fe.
¿Cuánta gente ha visto el poder de Dios en sus vidas y aun así no creen?
¿Cuánta gente ha llegado a pedir oración y ven el poder de Dios y aun sí prefieren seguir su vida vacía / sin Dios y sin esperanza, pero no aceptan el señorío de Jesús en sus vidas.
Es por eso que Marcos nos dice:
Estaba maravillado de la incredulidad de ellos.
Y recorría las aldeas de alrededor enseñando.
Jesús se maravilla de la falta de fe de los Nazarenos.
Es asombrosa la reacción de la gente a pesar del gran privilegio que tuvieron de tener a Jesús entre ellos.
Es increíble ver como el hermano prefiere su vida sin Dios y sin esperanza que rendir sus vidas al Mesías de Israel.
Es como si Jesús, el Dios eterno, simplemente fuera un estorbo para el cual no tenemos ni tiempo ni el menor interés.
Pero, al final de cuentas el que perdió no fue Jesús.
Los que perdieron fueron los Nazarenos.
No vieron los milagros que pudieron haber visto.
No escucharon el precioso mensaje de salvación.
No tuvieron entre ellos al Salvador de las naciones.
No obtuvieron el perdón de los pecados que Dios ofrece únicamente por medio de Jesús.
El deber de un discípulo
El deber de un discípulo
Pero, todo esto se contrasta con el versículo 1:
Jesús se marchó de allí y llegó* a Su pueblo, y Sus discípulos lo siguieron*.
Aquí vemos los discípulos de Jesús seguir al Maestro.
Aquí vemos a aquellos a quienes Jesús ha estado llamando - y ellos habiendo experimentado el nuevo nacimiento ahora creen en Jesús, ahora lo siguen, ahora no pueden pensar en una vida alejada de Jesús.
Y esto es lo que distingue al que conoce a Jesús entre aquel que es un discípulo de Jesús.
El discípulo de Jesús sigue a Jesús, cree en cada una de sus palabras, ha rendido su vida entera a él, considera a Jesús como la prioridad en su vida.
En cambio, el que cree conocerlo no lo ve como tal. El que cree conocerlo no conocerá el perdón de Dios, no verá el poder de Dios, y seguirá despreciando a Jesús porque no está dispuesto a abandonar su vida y rendirse completamente al Salvador de pecadores.
Dios sigue obrando, haciendo discípulos.
Este es el trabajo de la iglesia - llevar el evangelio, el mensaje de esta gran noticia, que podemos ser perdonados en Dios.
Algunos lo despreciarán.
Otros no querrán saber nada de Jesús, aunque tengan una imagen de él o un crucifijo colgado en el cuello.
Pero, otros serán transformados por el glorioso poder de Dios y Dios les concederá el nuevo nacimiento de tal manera que creerán y serán hechos nuevas criaturas.