Consejo y Oración para hoy

18 de abril

Gálatas 5:25 RVR60

Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.

En San Juan 7.38 Jesús dijo: El que cree en mi, como dice la Escritura , de su interior correrán ríos de agua viva. Esto dijo del Espíritu Santo que habrían de recibir los que creyesen en él.

Siendo que hemos recibido El Espíritu Santo lo dicho por San Pablo es de gran importancia.

Quiero compartirle el significado que se le da a este versículo en el comentario de Willian Hendriksen de Gálatas a este versículo:

El significado sería: “Si la fuente de nuestra vida es el Espíritu, al Espíritu también debe ser permitido dirigir nuestros pasos, de manera que progresemos, avanzando paso a paso hacia la meta de una perfecta consagración al Señor”

A veces cuando nos vemos avasallados por la lucha que hay en nosotros entre el bien y el mal, pasamos por alto la capacidad que hemos recibido para vivir sobre nuestras debilidades y defectos. La Escritura nos afirma dos cosas aquí, que deberían cambiar nuestro enfoque en cuanto a la lucha contra el pecado en nuestras vidas.

En Gálatas 5.24 el apóstol Pablo hace la primera declaración sobre la cual deberíamos afirmar nuestra vida de victoria: Los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.

Donde estuvo la cruz fue el lugar donde comenzó a forjarse nuestra victoria sobre el pecado, entonces no dejemos de confiar en el poder que se mostró en la cruz para nuestra salvación, el poder del sacrificio de Cristo por nuestros pecados que nos lleva a vivir una nueva vida.

La segunda declaración que nos permite afirmar que podemos tener victoria sobre el pecado esta en el siguiente versículo: Si vivimos por El Espíritu, andemos también en El Espíritu.

Dios nos ha dado una fuente de poder que emana de su propio Espíritu para que podamos progresar en nuestra vida cristiana venciendo el pecado que hay en nosotros.

Una vida que ha aprendido a escuchar la voz del Espíritu Santo que le dirige paso a paso, es la que modela la clase de vida que Dios quiere que tengamos. Es cuando nos convertimos en la oveja que conoce la voz de su pastor, en el pámpano que no se separa de la vid, cuando nos damos cuenta de lo maravillosa que es una vida guiada por El Espíritu Santo.

Estoy caminando a la cruz cada día para redimir mis debilidades y defectos allí; estoy oyendo la voz de Dios que me dice: donde ir, que hacer, que decir.

Tengo un decreto a mi favor que fue clavado en la cruz que me otorga libertad del pecado, Tengo una fuente que fluye permanentemente que me da poder para vivir una vida abundante.

Oremos,

Padre por la fuente que brota en mi vida, la presencia de tu Espíritu en mi, hoy puedo confesar mi pecado y escuchar tu voz guiándome.

Gracias Señor por la fuente que has puesto dentro de mi de la cual hace producir en mi fruto que es para vida eterna.

Señor ayúdame a descansar en el poder de tu Espíritu cuando en mis luchas y pruebas me siento desfallecer.

Oro también por mis hermanos que luchan contra sus propios deseos y pasiones, cuando les sea difícil permanecer firme, que tu auxilio llegue a sus vidas para que puedan caminar con la guía de tu Santo Espíritu.

Te lo pido en el nombre de Jesús, amén.

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