Padres e Hijos
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Introducción
La relación entre padre e hijos es fundamental en el libro de proverbio. De hecho es el marco que da unidad a todo el texto. El libro de proverbios es una "carta" de un padre a un hijo, dándole consejos.
En domingos anteriores hablamos sobre nuestra relación con Dios, la relación con nuestro cónyuge, hoy hablaremos de nuestra relación con nuestros hijos y con nuestros padres.
Padres
En el libro de proverbios, cuyo fin es el de alcanzar sabiduría, podemos encontrar a los padres como pieza fundamental de este aprendizage. En este aspecto, cuál es nuestra responsabilidad como padres?
Enseñar
"Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, Y no desprecies la dirección de tu madre;" (Proverbios 1.8, RVR60)
En nuestros días, cada vez descuidamos más la enseñanza a nuestros hijos. Tendemos a delegarla en alguien, en los profesores, en sus cuidadores, en la televisión, internet, etc. Pero debemos recordar que es nuestra responsabilidad enseñar a nuestros hijos.
Enseñar es un enorme privilegio y no deberíamos descuidarlo.
Corregir
"El que detiene el castigo, a su hijo aborrece; Mas el que lo ama, desde temprano lo corrige." (Proverbios 13.24, RVR60)
Debemos recordar que la disciplina es parte de la enseñanza y que si no disciplinamos, no le estamos haciendo ningún bien a nuestros hijos.
"Corrige a tu hijo, y te dará descanso, Y dará alegría a tu alma." (Proverbios 29.17, RVR60)
Al final la disciplina será para bien y por ello trae descanso a nuestra alma y a la de nuestro hijo.
"Castiga a tu hijo en tanto que hay esperanza; Mas no se apresure tu alma para destruirlo." (Proverbios 19.18, RVR60)
La disciplina tiene un tiempo, y también una medida. Tenemos que tener cuidado de que la disciplina es para ayudar en su desarrollo y no para hacerle sufrir.
Ser ejemplo
"Justo es quien lleva una vida sin tacha; ¡dichosos los hijos que sigan su ejemplo!" (Proverbios 20.7, NVI)
No sólo se trata de transmitirle conocimientos y castigarles. Nosotros debemos darles ejemplo con nuestras vidas. El mejor mensaje que vamos a dar es nuestro testimonio.
Hijos
Como hijos también tenemos nuestras responsabilidades y especialmente en el libro de proverbios podemos encontrar estas:
Guardar las enseñanzas
"Guarda, hijo mío, el mandamiento de tu padre, Y no dejes la enseñanza de tu madre;" (Proverbios 6.20, RVR60)
Aplicar lo que nuestros padres nos han enseñado. Está en nosotros la responsabilidad de poner en práctica lo aprendido.
Buscar su consejo
"El hijo sabio recibe el consejo del padre; Mas el burlador no escucha las reprensiones." (Proverbios 13.1, RVR60)
Y esto no es algo que debamos olvidar cuando nos vamos de casa. Debemos honrar a nuestros padres haciendoles presentes en nuestras decisiones.
Alegrar el corazón de los padres
"El hijo sabio alegra al padre; Mas el hombre necio menosprecia a su madre." (Proverbios 15.20, RVR60)
La mejor manera de alegrar el corazón de nuestros padres es viviendo vidas en sabiduría. Viendo que no estamos echando a perder nuestras vidas.
Conclusión
Quizás todos no hayamos tenido hijos, pero sin duda alguna todos somos hijos. Si queremos aprender a ser sabios no podemos olvidarnos de lo fundamental que es la enseñanza en el hogar y el seguir los linderos que marcaron nuestros padres. (Proverbios 22.28)