En busca de la redención
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· 104 viewsLa muerte había arrebatado a Noemí de su herencia, ahora debían buscar un redentor para recobrar lo perdido, lo hace a través de Rut.
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En busca de la redención
En busca de la redención
Rut 3:1–5
1 Después le dijo su suegra Noemí: Hija mía, ¿no he de buscar hogar para ti, para que te vaya bien? 2¿No es Booz nuestro pariente, con cuyas criadas tú has estado? He aquí que él avienta esta noche la parva de las cebadas. 3 Te lavarás, pues, y te ungirás, y vistiéndote tus vestidos, irás a la era; mas no te darás a conocer al varón hasta que él haya acabado de comer y de beber. 4 Y cuando él se acueste, notarás el lugar donde se acuesta, e irás y descubrirás sus pies, y te acostarás allí; y él te dirá lo que hayas de hacer. 5 Y ella respondió: Haré todo lo que tú me mandes.
Introducción
Introducción
Rut había hallado gracia ante los ojos de Booz quien le permitió recoger en sus campos todo el tiempo de la cosecha.
Ya habían pasado varios meses y la condición de Noemí y Rut había mejorado.
Sin embargo, había una herencia perdida a causa de la muerte del esposo y los hijos de Rut que podía recuperar. Necesitaba de un redentor, un pariente que reclamara y pagara por la herencia perdida.
Noemí siendo anciana, ya no podía casarse con un redentor, pero su nuera Rut siendo joven si podía.
El consejo de Rut
El consejo de Rut
Como era costumbre, los padres buscaban cónyuge a sus hijos, Noemí siente la responsabilidad de hacerlo con Rut. Rut 3:1 “Después le dijo su suegra Noemí: Hija mía, ¿no he de buscar hogar para ti, para que te vaya bien?”
Comprendiendo el favor de Dios, al conducir a Rut a recoger en los campos de su pariente Booz, y que hallara gracia ante él, considera que sería la persona indicada para ser el redentor o quien se encargara del asunto.
Redentor
Redentor
El redentor era quien podía en nombre de su pariente muerto rescatar la herencia y la posición familiar.
Esta es una figura de Cristo nuestro redentor, quien pagó el precio de nuestra salvación, y recuperando para nosotros la herencia eterna que el Padre ha preparado.
Gálatas 3:13 “Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero)”
La sangre de Cristo nos limpia de toda maldición y contaminación de pecado, nos unge con su Santo Espíritu y nos viste con vestiduras limpias.
Rut debe prepararse para el encuentro con su redentor, este es el consejo que Noemí le da:
Rut 3:3 “Te lavarás, pues, y te ungirás, y vistiéndote tus vestidos, irás a la era; mas no te darás a conocer al varón hasta que él haya acabado de comer y de beber.”
Lavarse
Lavarse
La limpieza es símbolo de santidad, los sacerdotes que entraban al tabernáculo a ministrar debían lavarse cada vez que entraban, pues estaban expuestos a la contaminación exterior.
Como cristianos debemos lavarnos constantemente para la santificación de nuestra alma a través de la Palabra para presentarnos ante nuestro Señor. Salmo 24:3–4 ¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo? 4 El limpio de manos y puro de corazón; El que no ha elevado su alma a cosas vanas, Ni jurado con engaño.”
La Palabra de Dios es el agua que purifica y transforma nuestra mente conforme al propósito de Dios.
Efesios 5:26 “para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra,”
Debemos exponernos constantemente a la exposición de la Palabra para que seamos santificados. Juan 17:17 “Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.”
De esta manera estaremos siempre preparados para entrar en la presencia de Dios.
Ungirse
Ungirse
El ungir era la acción de colocarse aceite perfumado en la piel con el propósito de ser agradable pero también de protegerse del sol y los insectos.
Rut se unge para ser agradable a Booz.
También se utilizaba en la ceremonias de dedicación para el sacerdocio y la realeza.
Luego se estar limpios, necesitamos ser ungidos para ser agradables delante de Dios y tener esa protección contra los ataques del diablo.
Somos ungidos con el Espíritu Santo. 2 Corintios 1:21-22 “Y el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios, el cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones.” El Espíritu Santo en nosotros es la garantía de nuestra salvación y la evidencia es el fruto del Espíritu.
Vestirse
Vestirse
Este también es un simbolismo de la transformación de vida.
Rut se despojaba de sus vestiduras que la identificaban como extranjera, pobre y necesitada, a unas vestiduras que la identificaba como hija de Dios, rescatada, aceptada y redimida.
Como cristianos debemos despojarnos de las vestiduras viles que nos identifican con el mundo y revestirnos con las vestiduras que nos identifiquen como hijos de Dios, si lo hacemos espiritualmente, se verá reflejado en nuestra vestidura externa.
El hijo pródigo no podía disfrutar de las bendiciones anheladas si primero no cambiaba sus vestiduras.
Lucas 15:22 “Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies.”
Apocalipsis 19:8 “Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos.”
Estas vestiduras son nuestra nueva manera de pensar y conducirnos, la evidencia de una transformación total de carácter y conducta.
Como iglesia debes cuidar tus vestiduras y no contaminarlas con el pecado.
Conclusión
Conclusión
Rut hizo todo lo que le ordenó Noemí y fue aceptada por Booz: Rut 3:11 “Ahora pues, no temas, hija mía; yo haré contigo lo que tú digas, pues toda la gente de mi pueblo sabe que eres mujer virtuosa.”
aunque aun había un asunto pendiente: Rut 3:12-13 “Y ahora, aunque es cierto que yo soy pariente cercano, con todo eso hay pariente más cercano que yo. Pasa aquí la noche, y cuando sea de día, si él te redimiere, bien, redímate; mas si él no te quisiere redimir, yo te redimiré, vive Jehová. Descansa, pues, hasta la mañana.”
Booz es una figura de lo que Cristo hizo por nosotros al redimirnos. Pero mientras se consumara la redención, Booz aconseja a Rut descansar.
Mientras se complete nuestra redención, El Señor nos llama a descansar. Mateo 11:28-29 “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;”
El Señor utiliza la figura del yugo, dando a entender que nuestro yugo que llevamos solos es pesado, nos invita a botar ese yugo, unirnos a Su yugo el cual es más liviano, así encontraremos descanso.