Como el barro
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Jesus Rompe las cadenas
Jesus Rompe las cadenas
La mayor parte de lo que nos aqueja en nuestras vidas antes de tener la conciencia entre el bien y el mal son las consecuencias del extravio de nuestros antesesores.
" ’No tendrás otros dioses delante de mí.
" ’No te harás imagen ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás ante ellas ni les rendirás culto; porque yo soy Jehovah tu Dios, un Dios celoso que castigo la maldad de los padres sobre los hijos, sobre la tercera y sobre la cuarta generación de los que me aborrecen. Pero muestro misericordia por mil generaciones a los que me aman y guardan mis mandamientos.
Una vez que el pueblo de Israel es liberado hay un compromiso de parte de el pueblo de Dios hacia su libertados.
De la misma manera sucede en nuestros dias. Dios espera que mantengamos nuestra fidelidad a El, para salvaguardar nuestras generaciones.
¡Den gracias a Jehovah por su misericordia
y por sus maravillas para con los hijos del hombre!
Porque rompió las puertas de bronce
y desmenuzó los cerrojos de hierro.
Fueron afligidos los insensatos,
a causa de su camino rebelde
y a causa de sus maldades.
Sus almas abominaron toda comida,
y llegaron hasta las puertas de la muerte.
Pero cuando en su angustia clamaron a Jehovah,
él los libró de sus aflicciones.
Envió su palabra y los sanó;
los libró de su ruina.
¡Den gracias a Jehovah por su misericordia
y por sus maravillas para con los hijos del hombre!
Dios es el unico que tiene el poder para romper las cadenas de maldad en nuestras vidas.
porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. Porque Dios hizo lo que era imposible para la ley, por cuanto ella era débil por la carne: Habiendo enviado a su propio Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne; para que la justa exigencia de la ley fuese cumplida en nosotros que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
Nuestros pecados adjuntos, es decir con los que nacemos, por causa de nuestros padres, abuelos y antepasados, son perdonados, borrados y quitados una vez mas que decidimos honrar a Dios, poner como prioridad en nuestras vidas sus mandamientos, sus estatutos.
Mientras vosotros estabais muertos en los delitos y en la incircuncisión de vuestra carne, Dios os dio vida juntamente con él, perdonándonos todos los delitos. El anuló el acta que había contra nosotros, que por sus decretos nos era contraria, y la ha quitado de en medio al clavarla en su cruz. También despojó a los principados y autoridades, y los exhibió como espectáculo público, habiendo triunfado sobre ellos en la cruz.