Sermón sin título (2)
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MALAQUÍAS
El libro del profeta Malaquías.
Fecha y Ocasión: Malaquías ha de ser fechado alrededor de la época de Esdras y Nehemías. La referencia al "gobernador" (Mal 1:8), ubica al Libro en el periodo de Persa, y el énfasis de Malaquías en la ley (Mal 4:4) posiblemente indica la época del ministerio de Esdras en el que restaura la prominencia y la autoridad de la ley (Esd 7:14, 25-26; Neh 8:18). Algunos fecha el libro entre la llegada de Esdras (458 a. C.) y la llegada de Nehemías (445 a. C.) Otros sitúan a Malaquías en el período entre las dos visitas de Nehemías a Jerusalén, alrededor de 433 a.C.
Fuente: Biblia de Estudio de la Reforma R. C. Sproul :
El vivió alrededor de 100 años después de que los israelitas habían regresado de su exilio en Babilonia, y su mensaje estaba dirigido al pueblo que ya tenía algún tiempo viviendo en Jerusalén. El templo había sido reconstruido hace algún tiempo y las cosas no iban bien. Solo recuerda las historias de Esdras y Nehemías.
Zacarías y Hageo eran profetas durante este mismo período. Malaquías es el único profeta, según lo que se sabe, que sirvió a Israel entre la época de Esdras y Nehemías y el comienzo del Nuevo Testamento.
Los libros de Esdras y Nehemías relatan la historia de Israel desde el primer retorno a Jerusalén hasta el final del segundo período de Nehemías como gobernador de Judá (de 538 a. C. hasta poco antes del 400
ESPERANZA PROFÉTICA
exposure: Ahora, cuando los israelitas regresaron del exilio, sus expectativas eran altas. Ellos regresarían y reconstruirán sus vidas y el templo. Todas las asombrosas promesas de los profetas se harían realidad. El mesías vendría y establecería el Reino de Dios sobre un Israel unificado y sobre las naciones, y traería justicia y paz para todos.
Pero eso no es lo que sucedió. Los israelitas que habían repoblado la ciudad demostraron ser tan infieles a Dios como sus ancestros, resultando en pobreza e injusticia. Así que en Malaquías, descubrimos lo corrupta que se ha vuelto esta generación. El libro está diseñado como una serie de disputas y la mayoría de las secciones comienzan con Dios diciendo algo, haciendo una declaración o acusación, y luego, Israel estaría en desacuerdo o cuestionaría la declaración de Dios. Y luego, Dios respondería y ofrecería la última palabra.
Esto sucedió seis veces. En las primeras tres disputas, Dios expone la corrupción de Israel, y en las últimas tres disputas, él confronta su corrupción. Y la impresión general que obtienes de estos argumentos y disputas es que el exilio fundamentalmente no cambió nada en el pueblo. Los corazones de Israel están tan duros como siempre.
SERIE DE DISPUTAS
1) La primera disputa (Mal 1:2-5) empieza cuando Dios dice que todavía ama al pueblo de su pacto a pesar de sus fracasos. E Israel objeta de manera grosera diciendo: "¿De qué manera nos has mostrado algún tipo de amor?". Así que Dios le recuerda de cómo en su gracia eligió a la familia de Jacob, su ancestro, para convertirse en la portadora de las promesas del pacto de Dios, en lugar de a la familia de Esaú, su hermano, quienes, eventualmente, quedaron en la ruina.
1) La primera disputa (Mal 1:2-5) empieza cuando Dios dice que todavía ama al pueblo de su pacto a pesar de sus fracasos. E Israel objeta de manera grosera diciendo: "¿De qué manera nos has mostrado algún tipo de amor?". Así que Dios le recuerda de cómo en su gracia eligió a la familia de Jacob, su ancestro, para convertirse en la portadora de las promesas del pacto de Dios, en lugar de a la familia de Esaú, su hermano, quienes, eventualmente, quedaron en la ruina.
Recuerda las historias de Génesis 25:27 y el libro de Abdías. Así que desde esta primera disputa, Israel se expone como suspicaz, dudando del amor y la fidelidad de Dios.
2) La segunda disputa (Mal 1:6-2:9) expone un problema con el segundo templo de Israel. Dios acusa al pueblo de despreciar y de profanar el templo (Mal 1:6-7) , y el pueblo refuta: "¿Cómo te hemos despreciado". Malaquías 1:6-7 ,
2) La segunda disputa (Mal 1:6-2:9) expone un problema con el segundo templo de Israel. Dios acusa al pueblo de despreciar y de profanar el templo (Mal 1:6-7) , y el pueblo refuta: "¿Cómo te hemos despreciado". Malaquías 1:6-7 ,
Así que Dios responde enfocándose en el pueblo, en cómo traen ofrendas vergonzosamente patéticas con animales enfermos e impuros que muestran que no valoran ni honran a su Dios. Pero no es solo el pueblo, también los sacerdotes que administran el templo. No solo toleran, sino que participan en estas formas de adoración corrupta. Desde arriba hasta abajo, el pueblo de Dios ha demostrado ser infiel.
3) En la tercera disputa, (Mal 2:10-16) Dios acusa a los hombres israelitas de traición para con Dios y con sus esposas, lo que por supuesto ellos niegan, y Dios expone la tóxica combinación de idolatría y divorcio que está teniendo lugar. (Malaquías 2:15–16), Tienen a hombres israelitas casándose con mujeres no israelitas y luego adoptando en sus hogares la adoración a los dioses ancestrales de sus esposas.
3) En la tercera disputa, (Mal 2:10-16) Dios acusa a los hombres israelitas de traición para con Dios y con sus esposas, lo que por supuesto ellos niegan, y Dios expone la tóxica combinación de idolatría y divorcio que está teniendo lugar. (Malaquías 2:15–16), Tienen a hombres israelitas casándose con mujeres no israelitas y luego adoptando en sus hogares la adoración a los dioses ancestrales de sus esposas.
Recuerda la historia de Nehemías capítulo Neh 13. Así que Malaquías conecta esto con una ola de hombres divorciándose de sus mujeres sin una buena razón. Y el pueblo no tiene problema con esto. Y Malaquías dice: "¡No! Es una traición a su pacto con Dios". ( Malaquías 2:14) Así que Malaquías pasa al segundo grupo de disputas que confrontan la rebelión de Israel.
4) La cuarta disputa (Mal 2:17-3:5) comienza con los israelitas, acusando a Dios de negligencia, diciendo: "¿Dónde está el Dios de justicia?". (Malaquías 2:17) Ellos ven injusticia y corrupción abundando, y Dios no parece hacer nada. Así que Dios responde diciendo que él enviará un mensajero que preparará al pueblo para el regreso personal de Dios en el Día del Señor.
4) La cuarta disputa (Mal 2:17-3:5) comienza con los israelitas, acusando a Dios de negligencia, diciendo: "¿Dónde está el Dios de justicia?". (Malaquías 2:17) Ellos ven injusticia y corrupción abundando, y Dios no parece hacer nada. Así que Dios responde diciendo que él enviará un mensajero que preparará al pueblo para el regreso personal de Dios en el Día del Señor.
Él vendrá como fuego para purificar a su pueblo y para remover la idolatría y la inmoralidad sexual y la injusticia, para que solo el remanente fiel sea su pueblo.
5) En la quinta disputa, (Mal 3:6-12) Dios llama al pueblo a volverse a él. A lo que el pueblo responde: "¿Cómo podemos regresar?". (Mal 3:6-10) Así que Dios confronta su egoísmo, les muestra cómo han dejado de ofrecer diezmos de sus ingresos para el templo. (Mal 3:10)
5) En la quinta disputa, (Mal 3:6-12) Dios llama al pueblo a volverse a él. A lo que el pueblo responde: "¿Cómo podemos regresar?". (Mal 3:6-10) Así que Dios confronta su egoísmo, les muestra cómo han dejado de ofrecer diezmos de sus ingresos para el templo. (Mal 3:10)
Esa palabra, diezmo, solo significa una décima parte. Es la cantidad de ingreso y frutos que los israelitas debían donar anualmente para mantener al templo y a sus sacerdotes. La práctica se explica en diferentes partes de la Torá. Ahora, sabemos por Malaquías y por el libro de Nehemías que el pueblo estaba descuidando esta responsabilidad.
Así que, el templo se estaba deteriorando y Dios los confronta. Él dice que quiere bendecirlos con abundancia, pero solo si ellos van a ser fieles. (Ver Nehemías 13:10-11)
6) En la disputa final, (Mal 3:13-18) el pueblo acusa a Dios y dice que servirle no tiene caso. Ellos observan a los malvados y orgullosos teniendo éxito en la vida, y Dios no hace nada. Y la respuesta de Dios, por primera vez en el libro, no es un discurso, sino más bien una historia corta acerca del remanente fiel en Israel, de las personas que temen al Señor y aman reunirse y hablar acerca de cómo honrar a Dios y cómo servirle.
6) En la disputa final, (Mal 3:13-18) el pueblo acusa a Dios y dice que servirle no tiene caso. Ellos observan a los malvados y orgullosos teniendo éxito en la vida, y Dios no hace nada. Y la respuesta de Dios, por primera vez en el libro, no es un discurso, sino más bien una historia corta acerca del remanente fiel en Israel, de las personas que temen al Señor y aman reunirse y hablar acerca de cómo honrar a Dios y cómo servirle.
Así que Dios ordena que un libro memorial sea escrito para estas personas, para que puedan leer el libro y recordar el carácter y las promesas de Dios.
Aquí Malaquías está reflexionando en el regalo divino de las Escrituras, cómo ellas nos apuntan al pasado para recordar lo que Dios ha hecho, para inspirar fidelidad y esperanza para el futuro, lo que nos lleva a la conclusión del libro. Esta retoma y desarrolla todavía más las imágenes de la cuarta disputa acerca del futuro Día del Señor.
CONCLUSIÓN Mal 4:1-3
Dios dice que ha determinado un día de juicio purificador que consumirá a los malvados de entre su pueblo. Pero lo que la conclusión añade es sobre el futuro del remanente fiel, porque para ellos, el Día del Señor no es una amenaza, sino una ocasión de gozo. Será como los rayos de sol de la mañana que traen sanidad y vida y esperanza para el futuro. Y así terminan las disputas de Malaquías. Pero todavía queda un poco más en el libro.
APÉNDICE FINAL (Mal 4:4-6)
Los últimos tres versículos no son parte de las disputas y, en realidad, funcionan como un apéndice final. Le dan cierre, no solo a Malaquías, sino a toda la colección de la Torá y los profetas.
1° Primero, el lector es llamado a recordar la ley o la Torá de mi siervo Moisés.
Esto recuerda la historia y las leyes del pacto que encuentras en los primeros libros de la Biblia. Pero luego, escuchamos este resumen de los libros de los profetas: (Mal 4:5)
2° "Yo les envío al profeta Elías antes que venga el Día del Señor, quien restaurará los corazones del pueblo de Dios". Así que esta conclusión resume la Torá y los profetas como una historia unificada que apunta al futuro.
Israel fue redimido por Dios y luego lo traicionó por la rebelión y dureza de sus corazones, quebrantando las leyes de la Torá. Pero las Escrituras anticipan un día en el futuro en que Dios enviará un nuevo profeta. Un Moisés, un nuevo Elías, quien restaurará al pueblo de Dios y sanará sus duros corazones.
Recuerda todas las promesas de Deuteronomio y Jeremías y Ezequiel. Así que este apéndice final presenta las Escrituras como un regalo divino para leer, meditar y orar. Nos dicen la verdad acerca de la condición humana, acerca de nuestro egoísmo y pecado. Pero también anuncian la promesa de Dios de que un día él enviará un mensajero y que luego, él se presentará personalmente para confrontar la maldad, para restaurar a su pueblo y para traer su justicia sanadora.
Y de esta esperanza futura tratan Malaquías, la Torá y todos los profetas.