La resurreción de Cristo
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Homilética: 6 Resultados que logró la resurrección de Cristo que benefician nuestra vida.
Tema: La Resurrección de Cristo.
Introducción.
Brucenos recuerda que la muerte de Cristo es la principal demostración del amor de
Dios (Ro. 5:8), pero la resurrección es también la principal demostración del poder de Dios Proposición
I. La declaración de Cristo como Cabeza de la iglesia y gobernador de la creación (Ef. 1: 19 – 23; Col. 1:15 - 19).
Cristo como Cabeza da entender no sólo el dominio sobre nosotros, sino también nuestra unión con Él.
Efesios nos dice que el mismo poder sobrehumano que hacía falta y fué puesto en acción para hacernos creer, ese poder fue puesto en acción para despertar a Cristo de entre los muertos (v.20)
Cristo como cabeza nos sostiene para que vivamos para su gloria pero también debe de ser quien guía nuestras decisiones.
Recuerde la Biblia nos muestra de que nosotros somo el cuerpo de Cristo 1 Cor. 12: 12 -27; Col. 1:24; 2:19; Ef. 5:23; 4:15 – 16 así como lo hemos notados en estos diferentes pasajes.
Pero ¿hay evidencias de un reinado de Cristo en los humanos del mundo moderno? Por supuesto que sí. El reino de Dios, sobre el que Cristo reina, está presente en la iglesia. Es la cabeza del cuerpo, la iglesia (Col. 1:18). Cuando estaba en la tierra, su reino estaba presente en los corazones de sus discípulos. Y donde quiera que los cristianos de hoy estén siguiendo el señorío de Cristo, el salvador estará ejerciendo su función de gobernadora. (Erickson pág. 782).
También Cristo es gobernador de la Creación esto nos enseña de que Él tiene el absoluto control de lo que sucede en la creación y el mismo es quien la sostiene, nada sucede sin que Él no lo haya permitido.
En Colosenses 1: 15 – 19.
Podemos ver a Cristo como:
a. Cabeza de la creación 15 – 17.
b. Cabeza de la iglesia 18 – 20.
Estas dos verdades acerca de la resurrección de nuestro Señor Jesucristo nos deberían de dar seguridad y confiar plenamente en Él, todo lo que usted está atravesando o pueda atravesar en su vida Él tiene el control nada se escapa de su mano y nada lo toma por sorpresa.
II. El acontecimiento del patrón de poder de al resucitar espiritualmente a los creyentes de la muerte espiritual en sus delitos (Ef. 1:19 – 20; 2: 1 - 6).
Ef. 1: 19 – 20 Pablo está diciendo aquí que el poder mediante el cual Dios levantó a Cristo de entre los muertos es el mismo poder que está obrando dentro de nosotros.
Hermanos, es muy maravilloso saber esto.
En Efesios 2: 1 – 6.
Vemos el amor y la gracia de Dios manifestados al darnos vida por Cristo.
Cristo nos dió vida cuando estábamos muertos. Espiritualmente éramos un cadáver vivo: sin la presencia amorosa del Espíritu de Dios, y por esto incapaz de pensar o hacer algo que era santo.
v.6 Juntamente nos resucitó – con Cristo. La “Resurrección” presupone la previa vivificación de Jesús en la tumba, y de nosotros en el sepulcro de nuestros pecados.
Con Cristo. Nuestra unión con él es la base de nuestra actual resurrección y ascensión espirituales como también de la futura resurrección y ascensión corporales.
Markus Barth comenta: “para el autor de Efesios, hablar de Dios significa hablar del poder y de la gracia de Dios; de ese Dios que se revela a Sí mismo al resucitar a los muertos. Si guardamos silencio acerca de la resurrección, no estaríamos hablando de Dios.”
Algunas personas han querido negar la resurrección de Cristo, pero hay suficiente evidencia para ver que la resurrección de Cristo es algo real.
1. La tumba quedo vacía.
2. Su cuerpo nunca fue encontrado.
3. Una gran variedad de personas testificó haber visto a Jesús vivo, en diferentes lugares.
Podemos decir que la resurrección es piedra angular de nuestra fe cristiana como lo expresa Pablo 1 Cor. 15:17 ya que Cristo resucito nuestra fe está segura en Él.
Que consolador es saber de que Dios nos ha otorgado una nueva vida en Cristo Jesús, y Él lo hizo estando nosotros muertos en pecados y delitos.
III. La motivación para la vida espiritual, ya que los creyentes están ya sentados con Cristo en el cielo y tienen la seguridad de estar con Él en gloria (Ef. 2:5 – 6; Col. 3:1 - 4).
No estamos, por supuesto, físicamente presentes en el cielo, porque todavía permanecemos en la tierra en el presente.
Pero todo en la mente de Dios ya es una realidad, aunque actualmente estemos aquí en la tierra, para Dios ya es un hecho de que estamos con Él haya en el cielo.
Estas son promesas asombrosas de nuestra futura participación en sentarnos con Cristo a la mano derecha de Dios, promesas no entendemos completamente hasta el siglo venidero (Grudem pág. 652).
Amados hermanos es muy alentador saber de que tenemos esa seguridad de que un día estaremos con el Señor en el cielo.
IV. El estímulo para establecer el primer día de la semana para adorar a Cristo y servirlo en las asambleas locales (Mt. 28:1; Jn. 20:19; Hch. 20:7; 1 Cor. 16: 2).
El domingo, el primer día de la semana, sería para siempre el día apartado por los creyentes para conmemorar la resurrección maravillosa de su Señor (Hch. 20:7; 1Co.16:2). A la larga se hizo conocido como el día del Señor (Ap. 1:10).
Ese domingo fue el amanecer no solo de un nuevo día sino de una nueva era en la historia redentora.
En Hch. 20:7 es la primera referencia clara a la práctica cristiana de observar el domingo como día de culto.
Es debido a la resurrección hermanos que adoramos el día domingo en lugar del sábado.
V. El establecimiento de un fundamento inamovible para la esperanza (confiada expectación) de que Dios cumplirá sus promesas (Ro. 8: 23 – 25; 1 Co. 15: 19 –
20; 1 P. 1: 3).
Tenemos al “Espíritu Santo por primicias” de nuestra plena redención (2Co.1:22) a través de la resurrección de nuestro Señor Jesucristo tenemos esperanza de que lo que prometió lo cumplirá.
Que seguridad más asombrosa obtuvimos a través de la resurrección de Cristo.
VI. La garantía de una vida futura de resurrección para todos los creyentes (Jn. 5: 26 – 29; 14:19; Ro. 4:25; 6: 5 – 10; 1 Co. 15: 20, 23).
El Nuevo testamento relaciona varias veces el cuerpo de resurrección de Jesús con nuestra resurrección corporal final. “Con su poder Dios resucito al Señor, y nos resucitará también a nosotros” (1Co. 6:14). Asimismo, “aquel que resucitó al Señor Jesús nos resucitará también a nosotros con él y nos llevará junto con ustedes en su presencia” (2Co. 4:14). Pero la reflexión más amplia sobre las relaciones entre la resurrección de Cristo y la nuestra la encontramos en 1 Co. 15: 12 – 58. Pablo nos dice allí que Cristo “ha sido levantado de entre los muertos, como primicias de los que murieron” (1 Co. 15:20). Al llamar a Cristo las “primicias”, el apóstol usa una metáfora de la agricultura para indicar que seremos como Cristo. Así como las “primicias” o los primeros frutos de la cosecha madura muestran que el resto de la misma será igual, Cristo como las “primicias” muestra cómo serán nuestros cuerpos de resurrección cuando, en la última “cosecha” de Dios, nos levante de entre los muertos y nos lleve a su presencia.
1 Co. 15: 20.
V. 20 Primicias de los que durmieron es hecho – las a arras, o prenda, de que todos resucitaremos, de modo de que no es vana nuestra fe, ni nuestra esperanza limitada a esta vida.
La fecha de redacción de esta epístola fue probablemente en tiempo de la pascua (5:7); el día después de la Pascua era el tiempo que se dedicaba para la ofrenda de las primicias (Lev. 23:10 – 11), y este mismo fue el día de la resurrección de Cristo: de ahí la propiedad de tal figura.
Esta es la hermosa garantía que tenemos nosotros que ya estamos en Cristo Jesús.
Conclusión.
Estas verdades de la resurrección de Cristo deberían de llenarnos de alegría ya que tenemos una esperanza segura de que un día estaremos con Él por la eternidad que realidad tan hermosa y consoladora.
También estas verdades nos deberían de llevarnos a vivir para su gloria en todos los aspectos de nuestra vida.