Más cortante que toda espada de dos filos (2)

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Introducción

Hebreos 4:12–13 RVR60
12 Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. 13 Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.
Hay un dicho que dice que CON EL TIEMPO CAMBIAN LAS COSAS,
Y es cierto, las cosas no son iguales como las eran en el pasado;
tomemos por ejemplo algo tan simple como los juguetes;
el otro día estaba observando a mi hija Grace jugar con sus juguetes, a ella como a la mayoría de las niñas; les gusta imitar lo que ven hacer a sus mamas;
Y desde muy pequeña a Grace le a gustado jugar a cocinar, así que le compramos algunos juguetes de cocina;
Y mientras observaba como jugaba, me llamó la atención la calidad tan impresionante con la cual fabrican los juguetes en la actualidad; los hacen tan bien que a simple vista es casi imposible identificarlos como juguetes.
No se si algunos de ustedes recuerdan los juguetes de niñas en el pasado, pero antes, era fácil distinguir un juguete, por su apariencia de plástico y colores llamativos,
Hoy los hacen de tal manera que parecen y se sienten como los verdaderos.
Sin embargo, Siguen siendo juguetes;
Supongamos que mi esposa esta cocinando un caldo, y necesita cortar el pollo;
y no encuentra su cuchillo por ningún lado; Y luego ve el cuchillo de juguete de Grace, Que se ve idéntico a un cuchillo, se siente como un cuchillo,
pero una pregunta:
¿A caso podrá cortar como un cuchillo? ¿Será capaz ese cuchillo de juguete de atravesar la piel tan dura y el hueso aun mas duro del pollo?
Por su puesto que no, incluso es muy probable que ese cuchillo de juguete termine rompiéndose, por NO ES MAS QUE UNA SIMPLE IMITACIÓN.
Sería absurdo tratar de cortar algo tan duro con un cuchillo de plástico,
Ahora, hablando espiritualmente, lo mismo se puede decir del corazón del hombre,
El cual está tan endurecido por el pecado que es prácticamente impenetrable.
El profeta Ezequiel lo llama “Un Corazón de Piedra” (11:19)
El apostol Pablo describe la condición del hombre sin Cristo de esta manera:
Efesios 4:17–19 (RVR60)
17 Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente,
18 teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón;
19 los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza.
pero el apóstol Pablo no solamente habla de la dureza del corazón de los gentiles, sino que también de los hombres religiosos hipócritas, que se creen mejores que los demas simplemente por su religiosidad.
Romanos 2:3–6 (RVR60)
3 ¿Y piensas esto, oh hombre, tú que juzgas a los que tal hacen, y haces lo mismo, que tú escaparás del juicio de Dios?
4 ¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento?
5 Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios,
6 el cual pagará a cada uno conforme a sus obras:
A la luz de estos pasajes y muchos otros mas que se encuentran en la Escritura, podemos apreciar que el corazón del hombre naturalmente esta ENDURECIDO a causa de su pecado.
Esta es la ilustración que la Biblia nos presenta de la condición natural de la humanidad,
Todo ser humano (Sin Excepción) posee un corazón tan ENDURECIDO que puede ser calificado como un Corazón de Piedra.
Pero no te apresures a tratar de TORCER EL SIGNIFICADO de esta verdad;
No supongas que esto es UNA VIRTUD, porque hay algunos que piensan que esto es algo bueno,
Como si esto es algo en lo que podemos gloriarnos,
Algunas personas tuercen el significado de estas palabras y sugieren que esto se refiere a la Fuerza que hay en el corazón del hombre y dicen:
Tengo un corazón de piedra; esto significa que soy TAN fuerte y resistente que soy capaz de soportar cualquier cosa que la vida me arroje
O la vida me dado golpes muy duros que tengo un corazón de piedra de manera que no hay nada que me pueda dañar.
Antes que el orgullo y la soberbia nos lleve a suponer mentiras como estas, es necesario que sepamos
que el hecho de que por naturaleza poseemos un corazón tan endurecido,
Es mas una Verdad que Revela nuestra Miseria y Corrupción en lugar de algo en lo que podemos gloriarnos.
Un corazón endurecido en términos bíblicos es un corazón rebelde, que se resiste a la Verdad de Dios, Insensible a las Advertencias dadas por Dios, es un corazón Sin Fe y lleno de Incredulidad.
El profeta Jeremias describe el corazón del pueblo endurecido de esta manera:
Jeremías 5:23 LBLA
23 »Pero este pueblo tiene un corazón terco y rebelde; se han desviado y se han ido.
en el capitulo 28 de Hechos, el apóstol Pablo cita al profeta Isaias con estas palabras
Hechos de los Apóstoles 28:26–27 (LBLA)
26 diciendo: Ve a este pueblo y di: «Al oír oiréis, y no entenderéis; y viendo veréis, y no percibiréis;
27 porque el corazón de este pueblo se ha vuelto insensible, y con dificultad oyen con sus oídos; y sus ojos han cerrado; no sea que vean con los ojos, y oigan con los oídos, y entiendan con el corazón, y se conviertan, y yo los sane».
En el contexto de lo que nos ha presentado el autor de Hebreos,
Aquella generación incrédula de Israel que se rehusó a entrar en la tierra prometida son un claro ejemplo de lo que es un pueblo con corazones endurecidos;
y es por eso que la Exhortación del autor es muy Evidente:
Hebreos 3:8 RVR60
8 No endurezcáis vuestros corazones, Como en la provocación, en el día de la tentación en el desierto,
Hebreos 3:12–13 RVR60
12 Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo; 13 antes exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice: Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado.
Hebreos 3:15 RVR60
15 entre tanto que se dice: Si oyereis hoy su voz, No endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación.
Hebreos 4:7 RVR60
7 otra vez determina un día: Hoy, diciendo después de tanto tiempo, por medio de David, como se dijo: Si oyereis hoy su voz, No endurezcáis vuestros corazones.
De manara que la pregunta que debemos hacernos es:
¿Que podemos hacer para no endurecer nuestros corazones? y esta pregunta se hace aun mas complicada cuando reconocemos, como lo hemos ya aprendido,
Que por naturaleza el corazón del hombre esta endurecido por el pecado.
Entonces la Exhortación del autor de Hebreos, comienza a parecer casi imposible de obedecer.
¿Como no vamos a endurecer nuestros corazones los cuales ya están por naturaleza endurecidos?
Este es el mismo dilema al cual se enfrentó Moisés en el libro de Deuteronomio.
en este libro, Moisés se dirige a los hijos de aquella generación que habían murieron en el desierto por su incredulidad.
Si ustedes recuerdan, Dios castigó la dureza del corazón de aquella generación pero guardo a sus hijos para que fueran ellos lo que entrarían a la tierra prometida y de esa manera la promesa de Dios se cumpliría.
Buen en el libro de Deuteronomio, Moisés se dirige a esta segunda generación, que igualmente habían visto la gloria de Dios pero ahora también habían viso los juicios de dios al haber deambulado por el desierto por mas de 40 años.
Y creo que es necesario que consideremos algunos versículos de los últimos capítulos de este libro,
También quiero recalcar un dato muy importante, este es el ultimo libro de la Pentateuco, esta es la manera en que acaba la Tora:
Deuteronomio 29:2–29 (RVR60)
2 Moisés, pues, llamó a todo Israel, y les dijo: Vosotros habéis visto todo lo que Jehová ha hecho delante de vuestros ojos en la tierra de Egipto a Faraón y a todos sus siervos, y a toda su tierra,
3 las grandes pruebas que vieron vuestros ojos, las señales y las grandes maravillas.
4 Pero hasta hoy Jehová no os ha dado corazón para entender, ni ojos para ver, ni oídos para oír.
5 Y yo os he traído cuarenta años en el desierto; vuestros vestidos no se han envejecido sobre vosotros, ni vuestro calzado se ha envejecido sobre vuestro pie.
6 No habéis comido pan, ni bebisteis vino ni sidra; para que supierais que yo soy Jehová vuestro Dios.
7 Y llegasteis a este lugar, y salieron Sehón rey de Hesbón y Og rey de Basán delante de nosotros para pelear, y los derrotamos;
8 y tomamos su tierra, y la dimos por heredad a Rubén y a Gad y a la media tribu de Manasés.
9 Guardaréis, pues, las palabras de este pacto, y las pondréis por obra, para que prosperéis en todo lo que hiciereis.
10 Vosotros todos estáis hoy en presencia de Jehová vuestro Dios; los cabezas de vuestras tribus, vuestros ancianos y vuestros oficiales, todos los varones de Israel;
11 vuestros niños, vuestras mujeres, y tus extranjeros que habitan en medio de tu campamento, desde el que corta tu leña hasta el que saca tu agua;
12 para que entres en el pacto de Jehová tu Dios, y en su juramento, que Jehová tu Dios concierta hoy contigo,
13 para confirmarte hoy como su pueblo, y para que él te sea a ti por Dios, de la manera que él te ha dicho, y como lo juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob.
14 Y no solamente con vosotros hago yo este pacto y este juramento,
15 sino con los que están aquí presentes hoy con nosotros delante de Jehová nuestro Dios, y con los que no están aquí hoy con nosotros.
16 Porque vosotros sabéis cómo habitamos en la tierra de Egipto, y cómo hemos pasado por en medio de las naciones por las cuales habéis pasado;
17 y habéis visto sus abominaciones y sus ídolos de madera y piedra, de plata y oro, que tienen consigo.
18 No sea que haya entre vosotros varón o mujer, o familia o tribu, cuyo corazón se aparte hoy de Jehová nuestro Dios, para ir a servir a los dioses de esas naciones; no sea que haya en medio de vosotros raíz que produzca hiel y ajenjo,
19 y suceda que al oír las palabras de esta maldición, él se bendiga en su corazón, diciendo: Tendré paz, aunque ande en la dureza de mi corazón, a fin de que con la embriaguez quite la sed.
20 No querrá Jehová perdonarlo, sino que entonces humeará la ira de Jehová y su celo sobre el tal hombre, y se asentará sobre él toda maldición escrita en este libro, y Jehová borrará su nombre de debajo del cielo;
21 y lo apartará Jehová de todas las tribus de Israel para mal, conforme a todas las maldiciones del pacto escrito en este libro de la ley.
22 Y dirán las generaciones venideras, vuestros hijos que se levanten después de vosotros, y el extranjero que vendrá de lejanas tierras, cuando vieren las plagas de aquella tierra, y sus enfermedades de que Jehová la habrá hecho enfermar
23 (azufre y sal, abrasada toda su tierra; no será sembrada, ni producirá, ni crecerá en ella hierba alguna, como sucedió en la destrucción de Sodoma y de Gomorra, de Adma y de Zeboim, las cuales Jehová destruyó en su furor y en su ira);
24 más aún, todas las naciones dirán: ¿Por qué hizo esto Jehová a esta tierra? ¿Qué significa el ardor de esta gran ira?
25 Y responderán: Por cuanto dejaron el pacto de Jehová el Dios de sus padres, que él concertó con ellos cuando los sacó de la tierra de Egipto,
26 y fueron y sirvieron a dioses ajenos, y se inclinaron a ellos, dioses que no conocían, y que ninguna cosa les habían dado.
27 Por tanto, se encendió la ira de Jehová contra esta tierra, para traer sobre ella todas las maldiciones escritas en este libro;
28 y Jehová los desarraigó de su tierra con ira, con furor y con grande indignación, y los arrojó a otra tierra, como hoy se ve.
29 Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; mas las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta ley.
Deuteronomio 30 (RVR60)
1 Sucederá que cuando hubieren venido sobre ti todas estas cosas, la bendición y la maldición que he puesto delante de ti, y te arrepintieres en medio de todas las naciones adonde te hubiere arrojado Jehová tu Dios,
2 y te convirtieres a Jehová tu Dios, y obedecieres a su voz conforme a todo lo que yo te mando hoy, tú y tus hijos, con todo tu corazón y con toda tu alma,
3 entonces Jehová hará volver a tus cautivos, y tendrá misericordia de ti, y volverá a recogerte de entre todos los pueblos adonde te hubiere esparcido Jehová tu Dios.
4 Aun cuando tus desterrados estuvieren en las partes más lejanas que hay debajo del cielo, de allí te recogerá Jehová tu Dios, y de allá te tomará;
5 y te hará volver Jehová tu Dios a la tierra que heredaron tus padres, y será tuya; y te hará bien, y te multiplicará más que a tus padres.
6 Y circuncidará Jehová tu Dios tu corazón, y el corazón de tu descendencia, para que ames a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, a fin de que vivas. (Jeremias 31 y Ezequiel 36)
7 Y pondrá Jehová tu Dios todas estas maldiciones sobre tus enemigos, y sobre tus aborrecedores que te persiguieron.
8 Y tú volverás, y oirás la voz de Jehová, y pondrás por obra todos sus mandamientos que yo te ordeno hoy.
9 Y te hará Jehová tu Dios abundar en toda obra de tus manos, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu bestia, y en el fruto de tu tierra, para bien; porque Jehová volverá a gozarse sobre ti para bien, de la manera que se gozó sobre tus padres,
10 cuando obedecieres a la voz de Jehová tu Dios, para guardar sus mandamientos y sus estatutos escritos en este libro de la ley; cuando te convirtieres a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma.
11 Porque este mandamiento que yo te ordeno hoy no es demasiado difícil para ti, ni está lejos.
12 No está en el cielo, para que digas: ¿Quién subirá por nosotros al cielo, y nos lo traerá y nos lo hará oír para que lo cumplamos?
13 Ni está al otro lado del mar, para que digas: ¿Quién pasará por nosotros el mar, para que nos lo traiga y nos lo haga oír, a fin de que lo cumplamos?
14 Porque muy cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas.
15 Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal;
16 porque yo te mando hoy que ames a Jehová tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y seas multiplicado, y Jehová tu Dios te bendiga en la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella.
17 Mas si tu corazón se apartare y no oyeres, y te dejares extraviar, y te inclinares a dioses ajenos y les sirvieres,
18 yo os protesto hoy que de cierto pereceréis; no prolongaréis vuestros días sobre la tierra adonde vais, pasando el Jordán, para entrar en posesión de ella.
19 A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia;
20 amando a Jehová tu Dios, atendiendo a su voz, y siguiéndole a él; porque él es vida para ti, y prolongación de tus días; a fin de que habites sobre la tierra que juró Jehová a tus padres, Abraham, Isaac y Jacob, que les había de dar.
Deuteronomio 31:14–21 RVR60
14 Y Jehová dijo a Moisés: He aquí se ha acercado el día de tu muerte; llama a Josué, y esperad en el tabernáculo de reunión para que yo le dé el cargo. Fueron, pues, Moisés y Josué, y esperaron en el tabernáculo de reunión. 15 Y se apareció Jehová en el tabernáculo, en la columna de nube; y la columna de nube se puso sobre la puerta del tabernáculo. 16 Y Jehová dijo a Moisés: He aquí, tú vas a dormir con tus padres, y este pueblo se levantará y fornicará tras los dioses ajenos de la tierra adonde va para estar en medio de ella; y me dejará, e invalidará mi pacto que he concertado con él; 17 y se encenderá mi furor contra él en aquel día; y los abandonaré, y esconderé de ellos mi rostro, y serán consumidos; y vendrán sobre ellos muchos males y angustias, y dirán en aquel día: ¿No me han venido estos males porque no está mi Dios en medio de mí? 18 Pero ciertamente yo esconderé mi rostro en aquel día, por todo el mal que ellos habrán hecho, por haberse vuelto a dioses ajenos. 19 Ahora pues, escribíos este cántico, y enséñalo a los hijos de Israel; ponlo en boca de ellos, para que este cántico me sea por testigo contra los hijos de Israel. 20 Porque yo les introduciré en la tierra que juré a sus padres, la cual fluye leche y miel; y comerán y se saciarán, y engordarán; y se volverán a dioses ajenos y les servirán, y me enojarán, e invalidarán mi pacto. 21 Y cuando les vinieren muchos males y angustias, entonces este cántico responderá en su cara como testigo, pues será recordado por la boca de sus descendientes; porque yo conozco lo que se proponen de antemano, antes que los introduzca en la tierra que juré darles.
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