Obra rectamente aunque estés en tu derecho

Rut 4:1–6

1 Booz subió a la puerta y se sentó allí; y he aquí pasaba aquel pariente de quien Booz había hablado, y le dijo: Eh, fulano, ven acá y siéntate. Y él vino y se sentó. 2 Entonces él tomó a diez varones de los ancianos de la ciudad, y dijo: Sentaos aquí. Y ellos se sentaron. 3 Luego dijo al pariente: Noemí, que ha vuelto del campo de Moab, vende una parte de las tierras que tuvo nuestro hermano Elimelec. 4 Y yo decidí hacértelo saber, y decirte que la compres en presencia de los que están aquí sentados, y de los ancianos de mi pueblo. Si tú quieres redimir, redime; y si no quieres redimir, decláramelo para que yo lo sepa; porque no hay otro que redima sino tú, y yo después de ti. Y él respondió: Yo redimiré.

5 Entonces replicó Booz: El mismo día que compres las tierras de mano de Noemí, debes tomar también a Rut la moabita, mujer del difunto, para que restaures el nombre del muerto sobre su posesión. 6 Y respondió el pariente: No puedo redimir para mí, no sea que dañe mi heredad. Redime tú, usando de mi derecho, porque yo no podré redimir.”

Introducción

En el capítulo 3 Noemí sugiere a Rut solicitar a Booz las redima para recuperar el nombre de sus esposos y su heredad en Israel.

Booz promete encargarse que sean redimidas, ya sea por el pariente más cercano o por él.

Ahora veremos cómo Booz utiliza los medios legales para efectuar la redención… y como los ancianos bendicen la unión de Booz y Rut.

Medios legales

Se revela que Noemí tenía derecho a una propiedad que pertenecía a su esposo e hijos. Sin embargo, por ser mujer no podía reclamar la propiedad, que posiblemente su esposo había dejado a cargo de otras personas.

Necesitaba de un redentor.

Por el pecado hemos perdido todos los derechos de disfrutar de la gloria de Dios. Romanos 3:23 “por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios.” y no tenemos la capacidad ni los medios para recuperarla, necesitamos de Cristo como nuestro redentor para recuperar esos derechos.

Cuando Noemí regresó, no hubo ningún pariente que se acercara ayudarla a reclamar la herencia, pues implicaba también la responsabilidad de encargarse de ella (y de Rut).

Por tal motivo, Booz pudo rechazar la solicitud de Rut, pero también pudo haber actuado como redentor sin informar ni consultar con nadie. Pero siendo un hombre justo, temeroso de Dios, y sabiendo que había un pariente más cercano que él, prefirió hacer las cosas conforme a la ley.

Según la costumbre de aquel entonces, todo asunto legal era tratado a la puerta de la ciudad con ancianos respetados como testigos. Rut 4:1-2 “Booz subió a la puerta y se sentó allí; y he aquí pasaba aquel pariente de quien Booz había hablado, y le dijo: Eh, fulano, ven acá y siéntate. Y él vino y se sentó. Entonces él tomó a diez varones de los ancianos de la ciudad, y dijo: Sentaos aquí. Y ellos se sentaron.”

En ocaciones seremos tentados a actuar por cuenta propia sin hacer lo que corresponden a la ley, justificándonos en la irresponsabilidad de otros, o de la costumbre de la sociedad, pero esto puede traernos problemas y además no es agradable para Dios.

Dios aborrece la ilegalidad

El pariente a un principio estuvo de acuerdo en adquirir la heredad y tomar la responsabilidad de Noemí, pero cuando supo que debía hacerse cargo de Rut y levantar descendencia de Mahlón... se retractó, así que legalmente cede sus derechos a Booz. Rut 4:6 “Y respondió el pariente: No puedo redimir para mí, no sea que dañe mi heredad. Redime tú, usando de mi derecho, porque yo no podré redimir.”

Es entonces que Booz solicita legalmente ante testigos se le cedan los derechos para redimir a Noemí y a Rut.

Rut 4:9-10 “Y Booz dijo a los ancianos y a todo el pueblo: Vosotros sois testigos hoy, de que he adquirido de mano de Noemí todo lo que fue de Elimelec, y todo lo que fue de Quelión y de Mahlón. Y que también tomo por mi mujer a Rut la moabita, mujer de Mahlón, para restaurar el nombre del difunto sobre su heredad, para que el nombre del muerto no se borre de entre sus hermanos y de la puerta de su lugar. Vosotros sois testigos hoy.”

Ahora legalmente podía actuar como redentor sin temor a que nadie le reclamara.

Si lo que emprendemos está dentro del propósito de Dios, no tendremos temor hacerlo por los medios legales sin necesidad de optar por lo ilegal.

Dios no se agrada de los que quebrantan la ley para alcanzar sus objetivos.

Romanos 13:3-4 “Porque los magistrados no están para infundir temor al que hace el bien, sino al malo. ¿Quieres, pues, no temer la autoridad? Haz lo bueno, y tendrás alabanza de ella; porque es servidor de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, teme; porque no en vano lleva la espada, pues es servidor de Dios, vengador para castigar al que hace lo malo.”

La bendición

Los ancianos de la ciudad confirma la legalidad del trato y lo sellan con una bendición.

Rut 4:11–12 “11 Y dijeron todos los del pueblo que estaban a la puerta con los ancianos: Testigos somos. Jehová haga a la mujer que entra en tu casa como a Raquel y a Lea, las cuales edificaron la casa de Israel; y tú seas ilustre en Efrata, y seas de renombre en Belén. 12 Y sea tu casa como la casa de Fares, el que Tamar dio a luz a Judá, por la descendencia que de esa joven te dé Jehová.”

Se menciona Raquel y Lea, las madres del pueblo de Israel, esposas de Jacob de donde vienen las doce tribus de Israel. Es evidente que Ellas fueron grandemente bendecidas por Dios, y esta bendición es soltada sobre Booz y Rut.

También se menciona la casa de Fares, hijo de Judá de donde viene la próspera tribu de Judá, una de las más grandes e importantes de Israel.

Sobre Booz y su descendencia se declara esta bendición que además tiene importancia profética. “seas ilustre en Efrata y seas de renombre en Belén”.

Booz y Rut, y su hijo, son de renombre porque están en la Biblia... pero esta Palabra recae sobre su descendencia, el Rey David, Salomón y principalmente sobre Jesús el Cristo.

Cuan importante es que soltemos palabras de bendición sobre nuestros hijos, parientes, ciudad, país, etc. Romanos 12:14 “...bendecid, y no maldigáis.”

Conclusión

El pariente que rechazó redimir a Rut no quiso comprometerse. Su decisión no transgredía ninguna ley, pero rechazó la bendición que esto traería, por tal razón no se menciona su nombre y se le identifica como el fulano.

Pero Booz, siendo guiado por el Espíritu Santo, asumió la responsabilidad, aunque según la ley, el primogénito sería en nombre de Mahlón, ante Dios sería honrado él en la genealogía de Jesús. Mateo 1:5 “Salmón engendró de Rahab a Booz, Booz engendró de Rut a Obed, y Obed a Isaí.”

Tuvieron un hijo llamado Obed = “el que sirve”, quien sería el abuelo del rey David.

La historia de Rut tiene mucha enseñanza para nosotros, principalmente revelarnos el plan de Dios para levantar de una nación escogida un linaje de personas pecadoras pero que reconocieron su pecado y fueron honradas y levantadas por Dios, de donde vendría el Mesías salvador.

Por otro lado también nos enseña que, aunque estemos atravesando la peor desgracia, si ponemos nuestra fe en Dios, Él abrirá caminos donde menos nos imaginamos para restaurarnos y levantarnos nuevamente. Salmo 40:1-2 “Pacientemente esperé a Jehová, Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor. Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos.”