La madres en la Biblia
Celebración del día de la madre
I. Historia del día de la madre.
II. Las madres en la Biblia
A la esposa de Adán se le dan tres nombres. Se le llama «“Mujer,” porque del hombre fue sacada» (Génesis 2:23). «Mujer» es más una designación genérica que un nombre propio, y se asocia a la relación entre Eva y Adán, una relación que ella completa. Literalmente «mujer» significa «varona». Luego, tanto a Eva como a su esposo se les llama «Adán». «Varón y hembra Los creó; y los bendijo, y llamó el nombre de ellos Adán» (Génesis 5:2, RVR 1960). Este nombre hasta implica que el ideal divino para el hombre y la esposa no es meramente el de una asociación sino una unidad indisoluble.
De acuerdo con el registro sagrado, María era una humilde aldeana que vivía en un pequeño pueblo, un lugar tan insignificante que llevó a Natanael a decir: «¿Acaso de allí puede salir algo bueno?» (Juan 1:46), pero de él y del vientre de la campesina vino el hombre más grande que el mundo haya conocido. María era de la tribu de Judá, y del linaje de David. De la genealogía real de Mateo y de la genealogía humana de Lucas, solo se menciona a María en esta última, pero sus antecesores inmediatos no se mencionan. Ella se convirtió en la esposa de José, el hijo de Elí (Lucas 3:23). A Jesús se le llama su «primogénito», término que implica que otros hijos vinieron después según el orden natural de generación (Lucas 2:7), María todavía era una virgen cuando engendró a Cristo de manera milagrosa, y Elisabet le dio de manera espontánea y sincera el más honroso de los títulos: «Madre del Señor», y sin escatimar la alabó diciéndole: «Bendita tú entre las mujeres». Más tarde María se casó con José el carpintero y tuvo cuatro hijos y varias hijas. Los nombres de los hermanos eran Santiago, José, Judas y Simón, pero de las hijas no se nos dan los nombres (Mateo 13:55, 56; Marcos 6:3). Durante su ministerio, ninguno de sus hermanos creyó en él. De hecho, se burlaban de él y en una ocasión llegaron ala conclusión de que estaba loco, y querían arrestarlo y alejarlo de Capernaúm (Marcos 3:21, 31; Juan 7:3–5). Como resultado de su muerte y resurrección, los hermanos creyeron y estuvieron entre los que estaban reunidos en el aposento alto antes del Pentecostés. Ninguno de los hermanos fue apóstol mientras él vivió (Hechos 1:13–14).
Siglos antes de que María se convirtiera en la madre del Salvador de la humanidad, se profetizó que así sería (Isaías 7:14–16; 9:6, 7; Miqueas 5:2, 3).
La diferencia entre María Magdalena y las demás del mismo nombre es «la magadalena», que la identifica con su lugar de nacimiento, de la misma manera que a Jesús se le llama «el nazareno» por su relación con Nazaret. Magdala significa «torre» o «castillo», y en la época de Cristo era un próspero y populoso pueblo situado en la costa de Galilea a unos cinco kilómetros de Capernaúm. A la riqueza de la comunidad se sumaban obras de colorantes y fábricas textiles primitivas. Puede ser que «la Magdalena» estuviera relacionada con la industria del pueblo porque parece ser que no carecía de medios económicos que le permitieron servir al Señor con sus bienes.
El Talmud judío afirma que Magdala tenía una mala reputación y que debido a la prostitución que se practicaba allí, fue destruido. Indudablemente, de esta tradición y del hecho que la primera referencia que Lucas hace de ella aparece a continuación de la historia de la mujer pecadora, es que se desarrolló la idea de que María era una prostituta, pero no hay ni una pizca de genuina evidencia que sugiera dicha reputación