Una Oración eficaz

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La oración de Ana fue eficaz debido a su fe.

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Una Oración eficaz

1º Samuel 1:1–7
1 Hubo un varón de Ramataim de Zofim, del monte de Efraín, que se llamaba Elcana hijo de Jeroham, hijo de Eliú, hijo de Tohu, hijo de Zuf, efrateo. 2 Y tenía él dos mujeres; el nombre de una era Ana, y el de la otra, Penina. Y Penina tenía hijos, mas Ana no los tenía. 3 Y todos los años aquel varón subía de su ciudad para adorar y para ofrecer sacrificios a Jehová de los ejércitos en Silo, donde estaban dos hijos de Elí, Ofni y Finees, sacerdotes de Jehová. 4 Y cuando llegaba el día en que Elcana ofrecía sacrificio, daba a Penina su mujer, a todos sus hijos y a todas sus hijas, a cada uno su parte. 5 Pero a Ana daba una parte escogida; porque amaba a Ana, aunque Jehová no le había concedido tener hijos. 6Y su rival la irritaba, enojándola y entristeciéndola, porque Jehová no le había concedido tener hijos. 7Así hacía cada año; cuando subía a la casa de Jehová, la irritaba así; por lo cual Ana lloraba, y no comía.

Introducción

El libro de Samuel fue escrito por el profeta Samuel. Describe la transición del gobierno de los jueces con el gobierno de los reyes, presenta la historia del último juez y el primer rey: Saúl.
En todo el libro veremos la misma tendencia del hombre de revelarse contra Dios, aun cuando pretendan tener una vida religiosa. También veremos que el propósito de Dios será cumplido aun en contra de la rebeldía del hombre.
El libro inicia con la historia del nacimiento del profeta Samuel, quien Dios escogió para corregir la indiferencia de Israel para con Dios, pero también para ungir al primer y segundo rey de Israel.

El sufrimiento de Ana

Ana (favorecida) parece ser la primer esposa de Elcana, quien era un levita del monte de Efraín. Pero Ana era estéril, por lo que Elcana toma una segunda esposa (Penina) con la quien tiene hijos.
Ana sufría porque para las mujeres Israelitas ser estéril era una afrenta (vergüenza o deshonor). Elizabeth: Lucas 1:25Así ha hecho conmigo el Señor en los días en que se dignó quitar mi afrenta entre los hombres.
Sufría por la burla de Penina, que la Biblia la presenta como su rival: 1 Samuel 1:6Y su rival la irritaba, enojándola y entristeciéndola, porque Jehová no le había concedido tener hijos.
Aunque Ana luchaba con su carácter por las burlas, no se levantaba contra Penina sino que presentaba su caso delante del Señor.
1 Corintios 6:7Así que, por cierto es ya una falta en vosotros que tengáis pleitos entre vosotros mismos. ¿Por qué no sufrís más bien el agravio? ¿Por qué no sufrís más bien el ser defraudados?

La oración

1 Samuel 1:9-11Y se levantó Ana después que hubo comido y bebido en Silo; y mientras el sacerdote Elí estaba sentado en una silla junto a un pilar del templo de Jehová, ella con amargura de alma oró a Jehová, y lloró abundantemente. E hizo voto, diciendo: Jehová de los ejércitos, si te dignares mirar a la aflicción de tu sierva, y te acordares de mí, y no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida, y no pasará navaja sobre su cabeza.
La oración de Ana no estaba cargada de resentimiento por la humillación que recibía de Penina, sino de amargura por no poder disfrutar de la bendición de ser madre.
Así que derramó su alma delante del Señor.
Ana se presento delante del templo, en la parte exterior, ahí oró.
La costumbre de esa época era orar con voz audible y lagrimas moderadas. Pero Ana lloraba con amargura, de tal manera que, aunque quería hablar, la voz no salía por el llanto. Por tal razón Elí la juzgo de borracha.
Ana nos enseña que, es mejor dirigir nuestra atención a Dios cuando sufrimos afrenta, y no confrontar a nuestros burladores.
Romanos 12:19No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.
La angustia nos acerca a Dios y produce sinceras oraciones. Salmo 18:6En mi angustia invoqué a Jehová, Y clamé a mi Dios. El oyó mi voz desde su templo, Y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos.

La fe

1 Samuel 1:16-18No tengas a tu sierva por una mujer impía; porque por la magnitud de mis congojas y de mi aflicción he hablado hasta ahora. Elí respondió y dijo: Ve en paz, y el Dios de Israel te otorgue la petición que le has hecho. Y ella dijo: Halle tu sierva gracia delante de tus ojos. Y se fue la mujer por su camino, y comió, y no estuvo más triste.
Más adelante veremos que Elí fue desechado por Dios porque no ejercía sacerdocio sobre sus hijos, pero aún así fue instrumento de Dios para soltar palabra profética de bendición sobre Ana, la cual fue respaldada por Dios. “Ve en paz, y el Dios de Israel te otorgue la petición que le has hecho
Romanos 11:29Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios.
Por su parte Ana, escuchó las palabras, las entendió y se apoderó de ellas. “18Y ella dijo: Halle tu sierva gracia delante de tus ojos. Y se fue la mujer por su camino, y comió, y no estuvo más triste.
Las promesas de Dios ya han sido dadas en la Biblia, es necesario incluir en nuestro clamor la fe y el entendimiento para comprenderlas y apoderarnos de ellas.

Conclusión

Ana se presentó delante de Dios con una petición, pero también con una promesa: 1 Samuel 1:11E hizo voto, diciendo: Jehová de los ejércitos, si te dignares mirar a la aflicción de tu sierva, y te acordares de mí, y no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida, y no pasará navaja sobre su cabeza.
Ana anhelaba un hijo, pero estaba dispuesta a entregarlo a Dios con tal de tener la dicha de ser madre. Un sacrificio que están dispuestos a hacer aquellos que creen y conocen a Dios.
Aunque Dios no necesite nada de nosotros, el hecho de que estemos dispuestos a entregarle algo querido a Dios es una evidencia de que no dependemos de lo material sino de Dios.
Aunque pareciera que esta es una historia casual, iremos comprendiendo conforme avanzamos en el libro de Samuel que todo está dentro del propósito de Dios.
Dios es soberano, y todo lo que suceda está dentro de su propósito para cumplir sus planes.
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