EL ESPÍRITU SANTO, UNA NECESIDAD PARA EL CUMPLIMIENTO DE LA MISIÓN

Hechos de los Apóstoles 1:8 RVR60

8pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.

Introducción:

El texto que acabamos de leer. nos presenta un momento crucial en la historia de la iglesia y es fundamental para entender la obra y propósito del Espíritu Santo en la vida de la Iglesia. Los discípulos se reunieron con Jesús poco antes de Su ascensión al cielo y le hicieron una pregunta importante: ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo? Esta pregunta refleja la comprensión limitada del plan de Dios que tenían los discípulos, ellos esperaban una liberación política y temporal para Israel, pero la respuesta que Jesús da sus discípulos nos recuerda que nosotros no debemos preocupamos por lo que pueda pasar en el futuro, no es nuestra tarea saberlo todo. Jesús nos recuerda que el tiempo y los planes de Dios son soberanos y que debemos confiar en Él en lugar de tratar de controlar el futuro.

Proposición.

Jesús dice: no les toca a ustedes saber los tiempos y las sazones…pero recibiréis poder; es decir, no les corresponde a ustedes saber estas cosas, lo que a ustedes les corresponde es trabajar y actuar por ese restablecimiento del reino de Dios, testificando los hechos y enseñanzas de Jesús, en Jerusalén, en toda Samaria y hasta lo último de la tierra. Esto es posible con el poder del Espíritu Santo.

O. Transicional.

Jesús nos promete este poder para que podamos testificar de su Nombre.

I. ESTA PROMESA ES SEGURA.

Hechos de los Apóstoles 1:8a RVR60

8 pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.

Lucas 24:49 NTV

49 »Ahora enviaré al Espíritu Santo, tal como prometió mi Padre; pero quédense aquí en la ciudad hasta que el Espíritu Santo venga y los llene con poder del cielo».

Hechos de los Apóstoles 1:4 NVI

4 Una vez, mientras comía con ellos, les ordenó: —No se alejen de Jerusalén, sino esperen la promesa del Padre, de la cual les he hablado:

1. Por quien hace la promesa: Jesucristo

a. Nuestro Señor no miente

b. Él es la Verdad.

Juan 14:6 NVI

6 —Yo soy el camino, la verdad y la vida—le contestó Jesús—. Nadie llega al Padre sino por mí.

2. Porque es necesaria en la vida de la Iglesia.

Hechos de los Apóstoles 1:8b NVI

8 Pero cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra.

a. Nos da seguridad de que no estamos solos en nuestra tarea.

b. Para guiarnos y fortalecernos en el día a día

Necesitamos el poder de Dios, no el poder del hombre.

En nuestro país tenemos grandes represas con sus canales, tuberías y compuertas, con sus motores y generadores de energía, un gran trabajo de ingeniería moderna sin duda. Pero esto de nada sirve si nos falta el agua para que todo esto cumpla su propósito. Así nosotros, podemos tener todo en la iglesia: las mejores estrategias, los mejores instrumentos, la mejor teología y doctrina, pero si no tenemos el Espíritu Santo no produciremos nada efectivo.

II. EL PROPÓSITO DEL ESPÍRITU SANTO.

Hechos de los Apóstoles 1:8c (NVI)

8 ...y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra.

1. Es darnos poder y libertad. Vv.8a.

a. Nos da una capacidad y habilidad sobrenatural

b. Nos da valor y libertad de expresarnos.

Mateo 10:19 NVI

19 Pero cuando los arresten, no se preocupen por lo que van a decir o cómo van a decirlo. En ese momento se les dará lo que han de decir,

2. Es que seamos testigos de Cristo en todo el mundo. Hech.1:8c.

a. La obra de Dios no está limitada a un lugar o una cultura

b. Testigos de los hechos gloriosos de Jesucristo

El Espíritu Santo nos da el poder y la fuerza para ser testigos y hacer la obra que Dios nos ha encomendado (Hacer discípulos). Por lo que debemos testificar de Cristo en nuestras comunidades, en nuestro hogar e iglesia donde nos congregamos principalmente; dependiendo del Espíritu Santo para guiarnos y fortalecernos en la tarea misión para la gloria de Dios.

III. PARA QUIÉNES ES ESTA PROMESA.

Hechos de los Apóstoles 2:38–39 (TLA)

38 ...y les dará el Espíritu Santo. 39 Esta promesa es para ustedes y para sus hijos, y para todos los que nuestro Dios quiera salvar en otras partes del mundo.

1. No es para un grupo selecto

2. Es para todos los creyentes

La promesa del Espíritu Santo es para toda la iglesia sin importar la raza o posición social. Y sigue siendo relevante para la iglesia de hoy; por lo que debemos estar dispuestos no solo a esperar y recibir esa promesa, sino a depender del Espíritu Santo en nuestras vidas.

Conclusión.

Una vez una persona trató de encender su auto; trató de hacerlo arrancar varias veces y no pudo lograrlo. Al fin levantó la cubierta del motor y se dio cuenta que el motor del vehículo había sido robado. Reflexionemos en nuestra propia experiencia cristiana: ¿Estamos usando el motor del Espíritu Santo en nuestras vidas?

Amada Iglesia, la promesa del poder del Espíritu Santo sigue vigente. Pidámosle que venga sobre nosotros y nos guíe, nos dé fortalezca y dirección para el cumplimiento de nuestra misión de ser testigos de Cristo. Que Su presencia transformadora nos capacite para llevar el evangelio a quienes lo necesitan y el nombre de Jesucristo sea glorificado. Ven a este altar y dile al Señor que quieres esa promesa cumplida en tu vida. Amén.