¿Qué estamos escuchando?

Introducción

El pasaje que tenemos ante nuestra consideracion

Dos ejercitos encontrados uno frente al otro

Del otro lado las tropas de los Israelitas dirijidas por el desechado Saúl un experimentado hombre de guerra

De un lado lado las tropas filisteas, no es necesario saber quien los dirige, pues dentro de los guerreros había un hombre impresionante. (4-7)

Goliat era un gigante cerca de 9/9” su aramadura pesaba 125 libras.

Un tipo de guerra diferente

En mi juventud me preguntaba por que en vez de pelear todo un ejército contra el otro, no peleaban los presidentes de cada nación y el vencedor prevalecía y se hacía lo que él quisiera.

El gigante Goliat mediante mofas invita a que: ¡Elijan a un hombre para que venga aquí a pelear conmigo! 9 Si me mata, entonces seremos sus esclavos; pero si yo lo mato a él, ¡ustedes serán nuestros esclavos! 10 ¡Hoy desafío a los ejércitos de Israel! ¡Envíenme a un hombre que me enfrente!».

¿Quién se atrevería a enfrentar a un hombre así? El verso 10 nos indica: “ Cuando Saúl y los israelitas lo escucharon, quedaron aterrados y profundamente perturbados.

Que escuchaban los Israelitas

Durante 40 días cada mañana y tarde el pueblo veía y escuchaba al gigantón intimidar y humillarlos.

Cada mañana despertarían al miedo

Cada tarde el gigante se encargaba de que se acostacen con miedo

Esto les robaba no solo el sueño, sino el deseo de orar y luchar. Les robaba la capacidad de idear planes para avansar.

Un guerrero inesperado

En los versículos 12-15 se nos presenta al que sería el guerrero israelita:

El menor de los hijos de Isaí

El que se dedicaba al deshonroso trabajo de cuidar las ovejas de su padre.

David fue a ver como estaban sus hermanos

Esa mañana el pueblo salió “dando gritos de guerra”, pero de la boca para fuera.

Al volver a ver al gigante, el espanto los sobrecogió.

Ni el premio de casarse con una de las hijas de Saúl estimulaba a alguien enfrentar al gigante.

David escuchaba de forma diferente

Ni el tamaño lo amedrentó

Ni las palabras lo atemorizaban

El veía y escuchaba de forma diferente

Veía a un filisteo pagano

Escuchaba al filiesto desafiando a Jehová de los ejercitos

David no escuchó a sus hermanos que le decian: ¿Qué pasó con esas pocas ovejas que se supone que deberías estar cuidando?

Tampoco escuchó a Saúl que le dijo: “¡No seas ridículo! —respondió Saúl—. ¡No hay forma de que tú puedas pelear contra ese filisteo y ganarle! Eres tan sólo un muchacho, y él ha sido un hombre de guerra desde su juventud.”

Tampoco escuchó al gigante en la batalla

Cuando escuchamos diferente, hablamos diferente

David hablaba con seguridad

Aseguraba la victoria: v32 —No te preocupes por este filisteo —le dijo David a Saúl—. ¡Yo iré a pelear contra él! v36Lo he hecho con leones y con osos, y lo haré también con este filisteo pagano, ¡porque ha desafiado a los ejércitos del Dios viviente! v37 ¡El mismo SEÑOR que me rescató de las garras del león y del oso me rescatará de este filisteo!

Aplicación

Nosotros estamos enfrentados a grandes enemigos

La guerra representativa fue ganada por Cristo en la Cruz

Debemos de afinar el oido

Debemos pelar