Fortalece a tus hermanos
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»Simón, Simón, Satanás ha pedido zarandear a cada uno de ustedes como si fueran trigo;
pero yo he rogado en oración por ti, Simón, para que tu fe no falle, de modo que cuando te arrepientas y vuelvas a mí fortalezcas a tus hermanos».
INTRO
INTRO
El que ama a su hermano, permanece en la luz, y en él no hay tropiezo.
El domingo pasado hablamos de que el Señor nos traslado de las tinieblas al Reino de su amado hijo. Y ese reino es el reino de la luz, el reino del amor.
Y él nos ha dado este mandamiento: el que ama a Dios, ame también a su hermano.
Pensemos en maneras de motivarnos unos a otros a realizar actos de amor y buenas acciones.
Y no dejemos de congregarnos, como lo hacen algunos, sino animémonos unos a otros, sobre todo ahora que el día de su regreso se acerca.
DESARROLLO
DESARROLLO
¿De qué maneras prácticas podemos fortalecer a nuestros hermanos?
¿De qué maneras prácticas podemos fortalecer a nuestros hermanos?
1. ORANDO UNOS POR OTROS
1. ORANDO UNOS POR OTROS
Querido hermano, oro para que te vaya bien en todos tus asuntos y goces de buena salud, así como prosperas espiritualmente.
Por eso, confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros, para que sean sanados. La oración del justo es poderosa y eficaz.
2. ANIMÁNDONOS CON PALABRA
2. ANIMÁNDONOS CON PALABRA
Por lo tanto, anímense unos a otros con estas palabras.
Por eso, anímense y edifíquense unos a otros, tal como lo vienen haciendo.
3. VISITÁNDONOS
3. VISITÁNDONOS
Cuando llegamos a Macedonia, nuestro cuerpo no tuvo ningún descanso, sino que nos vimos acosados por todas partes; conflictos por fuera, temores por dentro.
Pero Dios, que consuela a los abatidos, nos consoló con la llegada de Tito,
y no sólo con su llegada sino también con el consuelo que él había recibido de ustedes. Él nos habló del anhelo, de la profunda tristeza y de la honda preocupación que ustedes tienen por mí, lo cual me llenó de alegría.
Algún tiempo después, Pablo le dijo a Bernabé: «Volvamos a visitar a los creyentes en todas las ciudades en donde hemos anunciado la palabra del Señor, y veamos cómo están.»
Luego viajó por toda Siria y Cilicia, fortaleciendo a las iglesias.
4. AYUDÁNDONOS MATERIAL Y ECONÓMICAMENTE
4. AYUDÁNDONOS MATERIAL Y ECONÓMICAMENTE
Si alguien que posee bienes materiales ve que su hermano está pasando necesidad, y no tiene compasión de él, ¿cómo se puede decir que el amor de Dios habita en él?
»Si alguno de tus compatriotas se empobrece y no tiene cómo sostenerse, ayúdale como lo harías con el extranjero o con el residente transitorio; así podrá seguir viviendo entre ustedes.
No le exigirás interés cuando le prestes dinero o víveres, sino que temerás a tu Dios; así tu compatriota podrá seguir viviendo entre ustedes.
Tampoco le prestarás dinero con intereses ni le impondrás recargo a los víveres que le fíes.
Yo soy el Señor su Dios, que los saqué de Egipto para darles la tierra de Canaán y para ser su Dios.
5. APOYÁNDONOS EN LA OBRA
5. APOYÁNDONOS EN LA OBRA
En efecto, Jacobo, Pedro y Juan, que eran considerados columnas, al reconocer la gracia que yo había recibido, nos dieron la mano a Bernabé y a mí en señal de compañerismo, de modo que nosotros fuéramos a los gentiles y ellos a los judíos.
Por tanto, dejemos de juzgarnos unos a otros. Más bien, propónganse no poner tropiezos ni obstáculos al hermano.
CONCLUSIÓN
CONCLUSIÓN
En fin, vivan en armonía los unos con los otros; compartan penas y alegrías, practiquen el amor fraternal, sean compasivos y humildes.
En esto conocemos lo que es el amor: en que Jesucristo entregó su vida por nosotros. Así también nosotros debemos entregar la vida por nuestros hermanos.