Pregunts #15 Catecismo Credo de los apóstoles.

15. Pregunta: ¿Por qué padeció bajo el poder de Poncio Pilato juez? 

Respuesta: Para que, inocente, condenado por el juez político (a), nos librase del severo juicio de Dios, que había de venir sobre nosotros (b).

Introducción:

La pregunta anterior nos introdujo al tema de los padecimientos del Señor. Aprendimos de que el Señor padeció llevando la ira de Dios que nosotros merecemos por nuestros pecados. Su sufrimiento en la cruz fue lo que puede cubrir nuestros pecado para que así la ira de Dios no venga sobre nosotros. Y por su sufrimiento en nuestro lugar nosotros podemos ser librados de la condenación y tener vida eterna si confiamos en él.

En la pregunta de hoy aprenderemos el significado que tuvo el hecho de que el Señor fuera juzgado por los hombres.

Desarrollo:

I. En primer lugar entendamos la pregunta.

Pregunta: ¿Por qué padeció bajo el poder de Poncio Pilato juez? 

Esta pregunta hace referencia a que el Señor Jesús, siendo rechazado por el pueblo judíos, fue tomado preso y llevado donde el sumo sacerdote Caifás, este era la máxima autoridad de los judíos, sin embargo este no tenía la autoridad para matarle así que los judíos lo llevaron donde las autoridades romanas convenciéndoles que Jesús era digno de muerte. La autoridad romana que juzgó a Jesús y lo condenó a muerta era el gobernador Poncio Pilato.

La Palabra de Dios dice que Poncio Pilato no encontró razón para condenar a Jesús, pero por miedo a los judíos lo hizo. Dice la Palabra de Dios:

Lucas 23.20-25 “20 Pilato, queriendo soltar a Jesús, les volvió a hablar, 21 pero ellos continuaban gritando: «¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!» 22 Y él les dijo por tercera vez: «¿Por qué? ¿Qué mal ha hecho Este? No he hallado en Él ningún delito digno de muerte; por tanto, lo castigaré y lo soltaré» 23 Pero ellos insistían, pidiendo a grandes voces que fuera crucificado, y sus voces comenzaron a predominar. 24 Entonces Pilato decidió que se les concediera su demanda. 25 Y soltó al que ellos pedían, al que había sido echado en la cárcel por insurrección y homicidio, pero entregó a Jesús a la voluntad de ellos.”

¿Qué significado tiene el hecho de que el Señor Jesús, siendo inocente, haya sido juzgado por los hombres y condenado a muerte como un criminal?

II. Ahora examinemos la respuesta:

Respuesta: Para que, inocente, condenado por el juez político (a), nos librase del severo juicio de Dios, que había de venir sobre nosotros (b).

Podemos dividir esta respuesta en dos partes:

1. El Señor fue condenado siendo inocente. “Para que, inocente, condenado por el juez político...”

Cuando fue juzgado no se halló ninguna razón para condenarle. Los siguientes versículos nos muestran esta verdad:

Juan 18:38 “38 Pilato le preguntó*: «¿Qué es la verdad?». Y habiendo dicho esto, salió otra vez adonde estaban los judíos y les dijo*: «Yo no encuentro ningún delito en Él.”

Mateo 27:24 “24 Viendo Pilato que no conseguía nada, sino que más bien se estaba formando un tumulto, tomó agua y se lavó las manos delante de la multitud, diciendo: «Soy inocente de la sangre de este Justo. ¡Allá ustedes!»”

Luc. 23:14-15 “14 y les dijo: «Me han presentado a este hombre como uno que incita al pueblo a la rebelión, pero habiéndolo interrogado yo delante de ustedes, no he hallado ningún delito en este hombre de las acusaciones que hacen contra Él. 15 »Ni tampoco Herodes, pues nos lo ha remitido de nuevo; ya que nada ha hecho que merezca la muerte.”

Juan 19:4 “4 Pilato salió otra vez, y les dijo*: «Miren, lo traigo fuera, para que sepan que no encuentro ningún delito en Él»”

Todo estos hechos nos muestran que Jesús, siendo el hijo de Dios, es puro y santo, sin el mas mínimo pecado. Por lo tanto fue condenado no por algo de él, si no por nosotros. Por causa de nuestras maldades, por causa de nuestra desobediencia a la ley de Dios, por causa de nuestro pecado.

2. Por lo tanto puede librarnos del juicio que merecemos por nuestros pecados. “nos librase del severo juicio de Dios, que había de venir sobre nosotros”.

Experimentando la muerte puede salvarnos del juicio que merecemos. La pregunta que debemos hacernos es ¿de qué juicio necesitamos ser salvos?

La Palabra nos dice que

Salmo 69:4 “4 Más que los cabellos de mi cabeza son los que sin causa me aborrecen; Poderosos son los que quieren destruirme, Sin razón son mis enemigos, Me hacen devolver aquello que no robé.”

Isaías 53:4-5 “4 Ciertamente Él llevó nuestras enfermedades, Y cargó con nuestros dolores. Con todo, nosotros lo tuvimos por azotado, Por herido de Dios y afligido. 5 Pero Él fue herido por nuestras transgresiones, Molido por nuestras iniquidades. El castigo, por nuestra paz, cayó sobre Él, Y por Sus heridas hemos sido sanados.”

2 Cor. 5:21 “21 Al que no conoció pecado, lo hizo pecado por nosotros, para que fuéramos hechos justicia de Dios en Él.”

Gál. 3:13 “13 Cristo nos redimió de la maldición de la ley, habiéndose hecho maldición por nosotros, porque escrito está: «Maldito todo el que cuelga de un madero»,”

Conclusión: