DIOS HACE TODO PARA LA GLORIA DE DIOS
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Introducción:
¿Cuál es el propósito por el cual Dios ha creado al ser humano?
Fuiste creado (físicamente) para glorificar a Dios:
6 Diré al norte: Da acá; y al sur: No detengas; trae de lejos mis hijos, y mis hijas de los confines de la tierra,
7 todos los llamados de mi nombre; para gloria mía los he creado, los formé y los hice.
Is. 43:6 – 7
Fuiste creado (espiritualmente) para glorificar a Dios:
12 a fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que primeramente esperábamos en Cristo.
14 … para alabanza de su gloria.
Ef. 1:12, 14b
Por eso, en la confesión de fe bautista de 1689, se escribió que, el propósito del hombre es glorificar a Dios al disfrutar de Él para siempre.
En estos días he entendido una de las razones por la cual Dios llama a un hombre común y corriente para su servicio.
Una razón por la cual Dios deja que un hombre mortal coja su Palabra y enseñe a los demás, guíe a los demás.
No que nos enseñoreemos de vuestra fe (no es que yo quiera ponerme por encima de ustedes o dominarlos al decirles cómo deben de poner en práctica su fe), sino que colaboramos para vuestro gozo; porque por la fe estáis firmes.
2 Co. 1:24
Soy un enviado de Dios para que ustedes alcancen el gozo en la fe.
Y confiado en esto, sé que quedaré, que aún permaneceré con todos vosotros, para vuestro provecho y gozo de la fe.
Fil. 1:25
No estoy en una misión de colocar tu felicidad por encima de la Gloria de Dios. Estoy en la misión de poner tu felicidad en la Gloria de Dios.
DIOS HACE TODO PARA LA GLORIA DE DIOS
¿Por qué Dios hace lo que hace?
Dios hace todo lo que hace a fin de mostrar Su Gloria, para el disfrute de todos aquellos que tienen en Cristo su tesoro más preciado.
6Diré al norte: Da acá; y al sur: No detengas; trae de lejos mis hijos, y mis hijas de los confines de la tierra,
7todos los llamados de mi nombre; para gloria mía los he creado, los formé y los hice.
Is. 43:6 – 7
A veces cuando los cristianos escuchamos la frase “Glorificar a Dios”, nos suena muy ambigua, no entendemos un significado claro.
Una analogía de cómo no debes glorificar a Dios y como si debes glorificar a Dios.
Es una analogía de cómo no debes de magnificar a Dios y como si debes de magnificar a Dios.
¿Por qué digo magnificar y glorificar?
Porque magnificar y glorificar son similares en su significado bíblico.
Esta es la analogía del telescopio y el microscopio.
Ilustración:
Glorificar ¿significa magnificar a Dios como un microscopio magnifica o como un telescopio magnifica?
Un microscopio hace a esas cosas pequeñas, verse más grande de lo que son.
Y un telescopio, hace que cosas gigantescas, el ojo humano pueda verlas más pequeñas. El ojo humano puede capturar y ver como realmente es esa cosa gigantesca.
Entonces ¿De qué manera están ustedes llamados a glorificar a Dios? ¿De qué manera estamos llamados a magnificar a Dios?
La respuesta es que, debemos de magnificar a Dios, no con un microscopio y si con un telescopio.
Es una herejía magnificar a Dios con un microscopio.
Oh diosito, oh papito.
Eso suena a un dios pequeño, porque lo ves a través de un microscopio.
Es tan pequeño que debo de hacerlo más grande de lo que es.
Pero Tu llamado y el mío es que magnifiquemos a Dios con un telescopio a través de nuestros labios.
- Oh gran Dios
- Oh supremo Rey
- Oh Rey de reyes y Señor de Señores
- Oh gran Padre, Abba Padre, no papito Dios, no diosito
Tu llamado y el mío, es que estamos puestos en el mundo para poner un telescopio ante los ojos del mundo.
Para que a través de tu comportamiento:
- La manera en cómo trabajas.
- La manera en cómo estudias, adoras.
- La manera que utilizas las cosas.
Todo eso debe de ser un libro abierto a este mundo y el mundo pueda leer en ti lo grandioso que es Dios.
Esa es la razón por la que existes.
Porque has sido perdonado:
Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados.
Is. 43:25
Hemos sido perdonados para la Gloria de Dios.
Él nos da fuerzas para Su Gloria:
Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.
1 P. 4:11
Si tú ministras, debes de ministrar en el poder que Dios da. De esa manera, Él tendrá la Gloria, no tú.
Él que da, recibe la gloria.
Confortará mi alma; me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.
Sal. 23:3
Dios te guía por amor de Su Nombre.
¿Para qué Dios hace las cosas?
11 En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad, 12 a fin de que seamos para alabanza de su gloria, …
Ef. 1:11 – 12ª
Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén.
Ro. 11:36
Tú y yo debemos amar la verdad de que Dios hace todo para Dios.
Y eso es lo que pone de cabeza la vida de una persona, eso es lo que no ingresa a la mente de una persona incrédula y a veces hasta de un creyente. Porque no entiende que Dios busque su propia Gloria.
Y una de aquellas personas que no entiende que Dios hace todo para Su Gloria, hizo una pregunta al Pr. John Piper:
Si Dios hace todo para Su Gloria ¿Jesús murió por nosotros o por Dios?
La respuesta es SI
Jesús murió por nosotros y también por Dios (Padre).
Jesús murió por nosotros porque necesitábamos un sustituto, alguien que cargue nuestro pecado, y pague nuestra culpa y nuestro castigo.
Pero Jesús también murió por Dios, en el sentido de que Dios sea vindicado y Dios debía de ser mostrado como justo y santo al momento de perdonar a gente tan malvada y pecadora como nosotros.
Ilustración:
Llegas a casa y encuentras a un asesino huyendo, después de terminar con la vida de tu familia.
Así que, Él tuvo que poner a Su propio Hijo como propiciación, para que Él pueda ser visto como justo y justificador de los humanos que ponen su fe en Jesús.
En el centro del Evangelio se encuentra Dios exaltando (glorificando, magnificando) a Dios.
9 Por amor de mi nombre diferiré mi ira, y para alabanza mía la reprimiré para no destruirte.
10 He aquí te he purificado, y no como a plata; te he escogido en horno de aflicción.
Is. 48:9 – 10
Entonces tenemos que contestar la siguiente pregunta: ¿Eso ese amor? ¿Eso es amar?
Si yo terminará el mensaje aquí: Diciendo que en el centro del Evangelio se encuentra Dios exaltando a Dios.
Nadie llamaría amor al acto que Dios hizo con su Hijo en la Cruz.
Si tú comenzarás a hacer algo con el deseo de obtener el beneficio y la gloria, nadie lo llamaría amor.
Ilustración:
Si tú tuvieras algo que sabes que le daría a los demás un beneficio a sus vidas, y un completo y duradero placer; y en vez de mostrárselos (en vez de dárselos) tú te lo quedas y te engrandeces y te exaltas a ti mismo.
¿Eres una persona amorosa? NO
De ninguna manera serías una persona amorosa.
Y así es con Dios.
Si Dios tiene algo y no nos lo muestra (no nos lo da), sabiendo que eso es de beneficio a nuestra vida y trae consigo placer y un gozo en la vida. Entonces Dios no nos está amando.
Pero Dios tenía algo (que es Su Hijo) y nos lo da como propiciación por nuestros pecados, para que ahora nosotros estando en Cristo, seamos beneficiados con vida eterna y así poder hallar placer y satisfacción viviendo para Su Gloria.
Entonces, todo lo que Dios hace es para exaltar a Dios. Y dentro de todo lo que hizo, hizo una obra de gran amor por nosotros.
Si tú me preguntas ¿Qué significa que Dios me ama?
Dios te ama, ya que Él hace todo lo necesario a fin de que tú seas cautivado para siempre y cada vez más en lo que traerá completa y duradera felicidad. Es decir, Dios mismo.
En otras palabras:
Para Dios, el amarte, es hacer cualquier cosa; aún la muerte de Su unigénito Hijo, Él tendrá que hacer lo que tenga que hacer por Él mismo, a fin de que nosotros seamos cautivados en lo que nos dará una felicidad completa y eterna. Es decir, en Él mismo.
Si Dios nos ama, Dios debe de seguir buscando su autoexaltación.