UNA DIFÍCIL DECISIÓN, REQUIERE CONFIANZA.
Culto fúnebre • Sermon • Submitted • Presented
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· 24 viewsSi vivimos lo hacemos para Cristo y si morimos, también lo hacemos para Cristo.
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INTRODUCCIÓN:
INTRODUCCIÓN:
Estamos esta noche acompañando a nuestra hermanas Cecilia y Anita, y al resto de la familia en esta despedida física de nuestro hermano Luis Zúñiga, un hombre que decidió entregar su vida a Cristo y lo hizo de veras, que dio testimonio de ser una nueva criatura y un verdadero cristiano.
Hoy y mañana cuando llevemos el cuerpo de nuestro hermano a depositarlo en el cementerio, estamos diciendo hasta pronto, a la presencia física de nuestro hermano, porque su alma y su espíritu están con en el Señor y un día no muy lejano todos los creyentes en Cristo nos encontraremos nuevamente, cuando recibamos al Señor en las nubes como lo enseña Pablo en la 1 Tesalonicenses 4:16-18 .
Esa es nuestra esperanza y nuestra convicción, si alguien aquí no la tiene, venga a Cristo, recibale como su Señor y Salvador, arrepiéntase de su pecado y de la manera que vive ahora, como lo hizo nuestro hermano un día y lo hemos hecho muchos de los que estamos aquí y va a irse hoy con la seguridad de ser hijo o hija de Dios y tener salvación y vida eterna.
Ahora hermano, la palabra de Dios que vamos a compartir acompañada de testimonio de nuestro hermano Luis, es para todos nosotros los que estamos aquí, iglesia, familia y visita, todos necesitamos reflexionar en ella.
Pablo escribe esta carta en circunstancias difíciles, él estaba preso y es muy probable que cuando escribió, se sintiera amenazado de muerte.
Sin embargo, los versículos anteriores a los que estamos estudiando ahora, nos muestra que no le importaba en realidad estar encarcelado, ni ser calumniado, ni enfrentar una posible ejecución, con tal que el evangelio salvador de Cristo fuera anunciado.
Tenía la plena confianza de que, a pesar de sus circunstancias negativas, la causa del Señor triunfaría. Por ese motivo podía enfrentar la muerte sin temor.
Hermanos, amigos, en medio de las circunstancias difíciles que podemos vivir, Dios sigue estando ahí, Dios es fiel .
Dios espera que en medio de que tengamos una vida plena o en el momento donde la muerte asecha, sus hijos podamos mantener nuestra fe y confianza en Él.
Hay CINCO realidades en las que se basa la confianza en Dios que Pablo enseña que todos debemos considerar y aplicar en nuestras vidas cristiana.
La primera realidad es:
I. NUESTRA CONFIANZA SE BASA EN LA VOLUNTAD DE DIOS.(V.19a).
I. NUESTRA CONFIANZA SE BASA EN LA VOLUNTAD DE DIOS.(V.19a).
Porque sé que… esto resultará en mi liberación, (1:19a, d).
Pablo tenía certeza, él dice: Sé(oida), él estaba convencido de que el sufrimiento que experimentaba tanto por la obra de los incrédulos como de los creyentes también, resultaría en su liberación.
Pablo creía plenamente que Dios lo libraría un día, tanto de sus aflicciones físicas como de las falsas acusaciones de quienes persistían en el error de creer que su sufrimiento era fruto de la iniquidad.
Ahora, fíjese que nuestro hermano Luis manifestó este tipo de confianza en Dios, él decía, “Si Dios en su voluntad me quiere dar vida para seguirle sirviendo algunos años, lo recibo, pero si me quiere llevar estoy preparado para irme con Él.
Nuestro hermano al igual que Pablo sabía que Dios obraría en su vida, esperaba en Dios, en su voluntad , lo que Dios hiciera resultaría en algo bueno para él.
¿Gloria a Dios hermano!, eso nos muestra que era un cristiano con convicción.
Necesitamos los cristianos tener esa convicción, como la tenía el apóstol Pablo y la tuvo nuestro hermano Luis.
Es convicción de Cristo, de una vida transformada que espera solamente en Dios. No se aferraba a la vida terrenal, estaba dispuesto a recibir lo que Dios decidiera.
Pablo sabía que sus circunstancias eran pasajeras hermanos y que de alguna manera por vida o por muerte sería librado de las mismas, así lo expresa en los versículos 21-25.
Era exactamente el pensamiento de nuestro hermano Luis, en sus últimos meses con de vida de enfermedad.
Debe ser también el pensamiento de todo cristiano.
¡Damos gloria a Dios!
La segunda realidad en las que se basa la confianza en Dios que Pablo enseña es:
II. NUESTRA CONFIANZA SE BASA EN LA ORACIÓN DE LOS SANTOS.(V.19b).
II. NUESTRA CONFIANZA SE BASA EN LA ORACIÓN DE LOS SANTOS.(V.19b).
… por vuestra oración (1:19b)
Pablo creía en la soberanía ilimitada de Dios, y confiaba absolutamente en el cumplimiento de la Palabra de Dios y de su propósito.
Pero también sabía que el plan soberano de Dios incluye la oración de su pueblo. Él agradecía en especial la oración de la amada congregación filipense, a la que expresaba sus más hondas convicciones y anhelos personales.
El apóstol sabía que:
“la oración eficaz del justo puede mucho” (Stg. 5:16)
Y por eso no solo oraba con diligencia, sino que también animaba sin cesar a otros creyentes a orar igualmente.
Hermanos, la misma seguridad había en nuestro hermano Luis, él decía, sé que la iglesia está orando por mi, para que Dios, los caballeros, las damas, mi pastor, mi familia, mi hermano que es pastor, y la lista continuaba, hermanos.
Eso lo fortalecía, fortalecía su confianza en Dios y no porque estuviera solo pensando en su sanidad, que confiaba en que Dios podía hacerlo, sino que confiaba en lo que Dios decidiera.
Nosotros los cristianos, debemos también confiar en la oración intercesora de nuestros hermanos, para buscar siempre la voluntad de Dios.
¡La oración es un arma poderosa de los cristianos, que trae fortaleza a nuestras vidas!
La tercera realidad en las que se basa la confianza en Dios que Pablo enseña es:
III. NUESTRA CONFIANZA SE BASA EN LA PROVISIÓN DEL ESPÍRITU DE JESUCRISTO.(V.19C).
III. NUESTRA CONFIANZA SE BASA EN LA PROVISIÓN DEL ESPÍRITU DE JESUCRISTO.(V.19C).
Hermanos, amigos, la palabra de Dios, las oraciones de los santos, y el poder del Espíritu obran siempre unidos por el bien de los siervos de Dios.
Jesús prometió en Juan 14:16-17
16 Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre:17 el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.
Ahora lo más indicado es que Pablo estaba hablando de la suministración del poder divino y la protección del Espíritu Santo después de recibir la salvación.
Hay varias recursos que el Espíritu Santo ofrece para cada necesidad de los creyentes:
Provee dirección. Mateo 10: 19-20.
Ayuda al creyente a orar. Romanos 8:26.
Es la fuente de poder. Hechos 1:8, Efesios 3.20, Filipenses 4:19.
Produce vida en los creyentes. Gálatas 5:22-23.
De manera que amados hermanos y amigos, podemos confiar plenamente en lo que Dios hará por el poder del Espíritu Santo actuando en nosotros.
Es el espíritu de Dios el que nos ayuda a confiar y a seguir, aún en medio de las circunstancias difíciles que podamos enfrentar.
La cuarta realidad en las que se basa la confianza en Dios que Pablo enseña es:
IV. NUESTRA CONFIANZA SE BASA EN LA CONFIANZA EN LA ESPERANZA DE CRISTO.(1:20a).
IV. NUESTRA CONFIANZA SE BASA EN LA CONFIANZA EN LA ESPERANZA DE CRISTO.(1:20a).
… conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado; antes bien con toda confianza, como siempre, ahora también será magnificado Cristo en mi cuerpo, (1:20a)
Pablo expresa de forma implícita que su anhelo y su esperanza viva, se fundaban en la promesa del Señor, no en sus propias ilusiones.
Mire que interesante, Pablo, no está pensando en las ideas que por deseos humanos podrían entrar en su mente, sino en aquellas cosas que conocía de Dios, que le llenaban de esperanza.
Él sabía y confiaba que nunca sería avergonzado, ni ante el César, ni ante el mundo, ni ante la iglesia. Pablo sabía que al final sería avergonzado.
Fijese hermano que un pensamiento similar estaba en nuestro hermano Luis, cuando el decía.
“Ya he vivido 75 años, Dios me permitió apartarme de una vida de pecado terrible y cambiar mi vida para convertirme en un hijo de Dios. ¡Ya viví bastante!, Si Dios quiere darme algunos años más lo recibo para servirle, y si decide llevarme estoy listo para irme con él, sé que con el Señor voy a estar mejor”
Su anhelo, estaba plenamente inclinado, no a algo que él humanamente quisiera tener, sino a lo que Dios decidiera darle, y sobre todo pensando en la esperanza que tenemos los creyentes de estar con el Señor, en su presencia, y una vida de eterna adoración a Dios.
Damos gloria a Dios !!
Ahora, Pablo expresó su gozo supremo al escribir que como siempre, ahora también será magnificado Cristo en mi cuerpo.
Estaba seguro que en la situación adversa en que se encontraba, el era un instrumento para glorificar a su Señor con su obediencia fiel y santa.
Se gozaba en gran manera al saber que gracias a su fidelidad podía dar testimonio a la iglesia.
Es interesante, porque nuestro hermano Luis, decía que su enfermedad, había servido para que su familia se uniera, para que los que estaban alejados se acercaran se reconciliaran. Al igual que Pablo el hermano daba gloria a Dios y sentía gozo en su corazón porque algo malo como lo es una enfermedad, servía para que Dios se glorificara.
Y por último, La quinta realidad en las que se basa la confianza en Dios que Pablo enseña es:
V. NUESTRA CONFIANZA SE BASA EN LA CONFIANZA EN EL PLAN DE DIOS.(1:20b–21).
V. NUESTRA CONFIANZA SE BASA EN LA CONFIANZA EN EL PLAN DE DIOS.(1:20b–21).
… o por vida o por muerte. Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia. (1:20b–21).
Pablo, no sabía con certeza cuál era el plan de Dios para él, si servirle y glorificarle aún con su vida y ministerio, o con la exaltación final en muerte.
Hermanos, humanamente es una decisión dificil, la que Pablo tenía que pensar.
¿Vida o muerte?
Por lo que la mejor manera que decide para encontrar la salida es dejar que se haga la voluntad de Dios.
Pablo no puede tomar una decisión, él no sabe que es mejor, por lo cual decide que su futuro se sume a la voluntad de Dios.
¿ Por qué?
El dice: “Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia”
Hermanos Pablo tenía convicción tanto para la vida como para la muerte, y sus convicciones estaban en Cristo.
Palabras similares dice a la iglesia de Roma. Romanos 14:7-9
7 Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí. 8 Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos. 9 Porque Cristo para esto murió y resucitó, y volvió a vivir, para ser Señor así de los muertos como de los que viven.
Hermanos, viviera o muriera, el apóstol podía afirmar las mismas palabras siempre.
Eso implica seguridad, confianza en los planes de Dios, esa confianza estaba en la mente de nuestro hermano Luis.
“Si vivo, serviré al Señor un tiempo más, y si muero, estoy listo para irme con el Señor”
Palabras que requieren confianza en el plan que Dios tiene para cada uno de sus hijos.
CONCLUSIÓN:
CONCLUSIÓN:
Si bien es cierto, es un día triste humanamente hablando, también es un día para estar Gozosos, porque sabemos que nuestro hermano Luis confió en Dios y ya está con él.
Dios decidió y él se sometió a su voluntad.
Si vivimos lo hacemos para Cristo y si morimos, también lo hacemos para Cristo.
Su vida en Cristo fue relativamente corta, poco menos de 10 años, pero fue una vida fructífera en el Señor y de bendición.
Sin embargo pudo decir, las mismas palabras que Pablo cuando estaba a punto de finalizar su vida, 2 Timoteo 4: 7
7 He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.
Ahora, los que quedamos vivos veamos su vida y su ejemplo de vida cristiana, y procuremos ser fieles al Señor, y que nuestra confianza y nuestras convicciones estén plenamente centradas en Dios y en su palabra.
Nuestro hermano es testimonio vivo de que Dios cambia al hombre para bien.
Si alguno no tiene a Cristo aun en su vida venga a él, recibalo y entréguele su vida.
Él promete vida eterna y una vida abundante en esta tierra.
Vamos a orar.