Answering The Call
Samuel • Sermon • Submitted • Presented
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· 4 viewsSamuel is a Judge, Priest, and Prophet. He is called to bring everyone back to God and prepare the way for the Kings
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12 Los hijos de Elí eran hombres impíos, que no tenían conocimiento de Jehová. 13 Y era costumbre de los sacerdotes con el pueblo, que cuando alguien ofrecía sacrificio, mientras se cocía la carne, venía el criado del sacerdote trayendo en su mano un garfio de tres dientes 14 y lo metía en el perol, en la olla, en el caldero o en la marmita; y todo lo que sacaba el garfio, el sacerdote lo tomaba para sí. De esta manera hacían con todo israelita que venía a Silo. 15 Asimismo, antes de quemar la grasa, venía el criado del sacerdote y decía al que sacrificaba: «Dame carne para asársela al sacerdote; porque no aceptará de ti carne cocida sino cruda». 16 Y si el hombre le respondía: «Hay que quemar la grasa primero, y después toma tanto como quieras», él decía: «No, dámela ahora mismo; de otra manera la tomaré por la fuerza». 17 Así pues, el pecado de estos ayudantes era muy grande ante Jehová, porque menospreciaban las ofrendas de Jehová.
18 Y el joven Samuel servía en la presencia de Jehová, vestido de un efod de lino. 19 Su madre le hacía una pequeña túnica y se la traía cada año, cuando subía con su marido para ofrecer el sacrificio acostumbrado. 20 Entonces Elí bendecía a Elcana y a su mujer diciendo: «Jehová te dé hijos de esta mujer en lugar del que pidió a Jehová». Luego regresaban a su casa. 21 Visitó Jehová a Ana y ella concibió; y dio a luz tres hijos y dos hijas. Y el joven Samuel crecía delante de Jehová. 22 Elí era muy viejo, pero cuando supo lo que sus hijos hacían con todo Israel y cómo dormían con las mujeres que velaban a la puerta del Tabernáculo de reunión, 23 les dijo: «¿Por qué hacéis cosas semejantes? Oigo hablar a todo este pueblo vuestro mal proceder. 24 No, hijos míos, porque no es buena fama la que yo oigo, pues hacéis pecar al pueblo de Jehová. 25 Si peca el hombre contra el hombre, los jueces lo juzgarán; pero si alguno peca contra Jehová, ¿quién rogará por él?». Pero ellos no oyeron la voz de su padre, porque Jehová había resuelto hacerlos morir. 26 Mientras tanto, el joven Samuel iba creciendo y haciéndose grato delante de Dios y delante de los hombres. 27 Vino un varón de Dios ante Elí, y le dijo: «Así ha dicho Jehová: “¿No me manifesté yo claramente a la casa de tu padre cuando estaban en Egipto en la casa del faraón? 28 Lo escogí para que fuera mi sacerdote entre todas las tribus de Israel, para que ofreciera sobre mi altar, quemara incienso y llevara efod delante de mí. Yo concedí a la casa de tu padre todas las ofrendas de los hijos de Israel. 29 ¿Por qué habéis pisoteado los sacrificios y las ofrendas que yo mandé ofrecer en el Tabernáculo? ¿Por qué has honrado a tus hijos más que a mí, haciéndolos engordar con lo principal de todas las ofrendas de mi pueblo Israel?”. 30 Por eso Jehová, el Dios de Israel, dice: “Yo había prometido que tu casa y la casa de tu padre andarían siempre delante de mí”; pero ahora ha dicho Jehová: “Nunca haga yo tal cosa, porque yo honro a los que me honran, y los que me desprecian serán tenidos en poco. 31 Vienen días en que cortaré tu brazo y el brazo de la casa de tu padre, de modo que no haya ancianos en tu casa. 32 Verás tu casa humillada, mientras Dios colma de bienes a Israel, de manera que nunca habrá ancianos en tu casa. 33 Aquel de los tuyos a quien yo no excluya del servicio de mi altar, será para que se consuman tus ojos y se llene tu alma de dolor; y todos los nacidos en tu casa morirán en la plenitud de la edad. 34 Te será por señal esto que acontecerá a tus dos hijos, Ofni y Finees: ambos morirán el mismo día. 35 En cambio, yo me suscitaré un sacerdote fiel, que obre conforme a mi corazón y mis deseos; le edificaré casa firme y andará delante de mi ungido todos los días. 36 El que haya quedado en tu casa vendrá a postrarse delante de él por una moneda de plata y un bocado de pan, y le dirá: ‘Te ruego que me agregues a alguno de los servicios sacerdotales para que pueda comer un bocado de pan’ ”».
1 El joven Samuel servía a Jehová en presencia de Elí; en aquellos días escaseaba la palabra de Jehová y no eran frecuentes las visiones. 2 Un día estaba Elí acostado en su aposento, cuando sus ojos comenzaban a oscurecerse de modo que no podía ver. 3 Samuel estaba durmiendo en el templo de Jehová, donde se encontraba el Arca de Dios; y antes que la lámpara de Dios fuera apagada, 4 Jehová llamó a Samuel. Este respondió: «Heme aquí». 5 Y corriendo luego adonde estaba Elí, dijo: —Heme aquí; ¿para qué me llamaste? —Yo no he llamado; vuelve y acuéstate—respondió Elí. Él se fue y se acostó. 6 Jehová volvió a llamar a Samuel. Se levantó Samuel, vino adonde estaba Elí y le dijo: —Heme aquí; ¿para qué me has llamado? —Hijo mío, yo no he llamado; vuelve y acuéstate—le respondió Elí. 7 Samuel no había conocido aún a Jehová, ni la palabra de Jehová le había sido revelada. 8 Jehová, pues, llamó por tercera vez a Samuel. Y él se levantó, vino ante Elí, y le dijo: —Heme aquí; ¿para qué me has llamado? Entonces entendió Elí que Jehová llamaba al joven, 9 y le dijo: —Ve y acuéstate; y si te llama, di: “Habla, Jehová, que tu siervo escucha”. Así se fue Samuel y se acostó en su lugar. 10 Vino Jehová, se paró y llamó como las otras veces: —¡Samuel, Samuel! Entonces Samuel dijo: —Habla, que tu siervo escucha.