La Expansión Cósmica de la Redención: La Nueva Humanidad Reconciliada con Dios en Cristo

Sermon  •  Submitted   •  Presented
0 ratings
· 13 views
Notes
Transcript

PASAJE

11 Por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros, los gentiles en cuanto a la carne, erais llamados incircuncisión por la llamada circuncisión hecha con mano en la carne. 12 En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. 13 Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo. 14 Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, 15 aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz, 16 y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades. 17 Y vino y anunció las buenas nuevas de paz a vosotros que estabais lejos, y a los que estaban cerca; 18 porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre. 19 Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios, 20 edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, 21 en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor; 22 en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.

INTRODUCCIÓN

El sacrificio de Cristo ha traído consigo una expansión cósmica de la redención que deberían inflamar de amor a cada corazón presente. Piense por un momento la magnitud de esta verdad: la redención que una vez fue exclusiva para un solo pueblo ha trascendido los límites nacionales y se extiende ahora a cada rincón del universo.
En este asombroso escenario, Dios está activamente creando, reuniendo y perfeccionando una nueva humanidad dentro de Su Iglesia. Esta nueva humanidad reconciliada con Él y habitada por Él es un testimonio poderoso de Su inmensa gracia y un faro resplandeciente de luz en medio de una sociedad sumida en la oscuridad.
En los próximos minutos, adentrémonos en los profundos efectos del sacrificio de Cristo, la maravillosa reconciliación que ofrece y la formación de esta nueva humanidad que Dios está reuniendo en la Iglesia. Descubramos cómo la sangre de Cristo tiene el poder de trascender todas las divisiones humanas y unir a personas de todas las razas y culturas en una hermosa unidad en Dios.
Hermanos y hermanas, tomemos plena conciencia de la grandeza de la obra de redención que Dios está llevando a cabo en el mundo. Seamos agentes de reconciliación y permitamos que la luz del evangelio brille intensamente en medio de un mundo oscuro y perdido. Que la expansión cósmica de la redención, que alcanzó incluso a nosotros, sea una realidad tangible y palpable en nuestras vidas, y que nuestra reconciliación con Dios sea evidente para todos aquellos que nos rodean.
Asombremosnos, pues, y dejemos que este conocimiento profundice nuestra relación con Dios y nos impulse a vivir como reconciliadores, que la luz de la redención brille a través de nosotros atrayendo a otros hacia el plan glorioso que Dios tiene para su iglesia.

BOSQUEJO

I. La miserable condición del hombre sin Cristo (vv. 11-12)
II. La reconciliación de los hombres por medio de Cristo (vv. 13-15)
III. La reconciliación de los hombres con Dios por medio de Cristo (vv. 16-18).
IV. Otros efectos de la reconciliación por medio de Cristo (vv. 19-22)
Aplicaciones para la vida

IDEA CENTRAL A COMUNICAR

“El sacrificio de Cristo ha producido una expansión cósmica de la redención que una vez fue exclusiva del pueblo judío. El Señor está activamente creando, reuniendo y perfeccionando una nueva humanidad dentro de Su Iglesia, una que está reconciliada con Él y habitada por Él”.

I. La miserable condición del hombre sin Cristo (vv. 11-12).

11 Por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros, los gentiles en cuanto a la carne, erais llamados incircuncisión por la llamada circuncisión hecha con mano en la carne. 12 En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo.
Lo primero que Pablo hace en esta porción de nuestro texto es darles una orden a aquellos hermanos que en algún tiempo fueron “gentiles en la carne”, es decir, que en términos étnicos eran no judíos, la orden es interesante: “acuérdense” Pablo sabe que la elevada posición y los ricos privilegios en Cristo se aprecian mas claramente cuando se tiene presente de cuan bajo y miserable era nuestro estado sin Él. De esto ellos debía acordarse:

A. LLamados incircuncisos (v.11)

En primer lugar, debían recordar que eran llamados incircuncisos (v. 11). Esto significa que debían traer a la memoria el tiempo en el cual aquellos que se circuncidaban con mano humana los consideraban paganos que no se habían circuncidado y por lo tanto no estaba identificados como parte del pueblo de Dios. La división más fundamental de la humanidad era esta: judíos y paganos, o como lo señaló Pablo en su carta a los Gálatas, judíos de nacimiento y pecadores entre los gentiles (Gál 2:15).

B. Sin Cristo (v. 12).

Lo siguiente que Pablo les ordena que recuerden es que en aquel tiempo ellos estaban sin Cristo, es decir, separados de Cristo como su Salvador. No poseían ninguna de las preciosas bendiciones espirituales (1:1), no eran santos (1:3), no conocían por experiencia propia el amor electivo de Dios en Cristo (1:4), No habían sido adoptado como hijos de Dios (1:5), eran ignorantes de las las riquezas de su gracia y para ellos no había expiación por los pecados cometidos, solo culpabilidad e ira. Por su puesto que Cristo no se había olvidado de ellos, desde la eternidad el era Su Redentor, los conocía por nombre, de hecho en una ocasión dijo: “Tengo otras ovejas que no son de este redil; a esas también me es necesario traerlas, y oirán mi voz, y serán un rebaño con un solo pastor. Jn 10:16. Pero desde el punto de vista de los gentiles ellos estaban sin Cristo.

C. Extranjeros de la nación de Dios (v. 12).

Pablo añade que ellos estaban “alejados de la ciudadanía de Israel” es decir, que no pertenecían a la nación que Dios había establecido para ser el Rey, el Juez y Salvador de ella, y a la cual les dio su ley, sus promesas y envió sus profetas. Dios fue como un Padre para Israel, como una gallina que bajo sus alas que guarda sus polluelos. De todo esto ellos eran extraños. Por el contrario eran ciudadanos de naciones que fabricaron toda clase de dioses falsos y pervertidos, se degradaron al punto de adorar a los palos, piedras e imágenes talladas por hombres, se crearon dioses perversos que hicieron sus vidas miserables.

D. Ajenos a los pactos de la promesa (v. 12).

Además estaban “Ajenos a los pactos de la promesa” es decir, ellos eran completamente ignorantes y no tenían ninguna asociación con ese acuerdo unilateral que Dios había establecido como regalo con su pueblo escogido. Aunque este pacto tenía muchas promesas preciosas, Pablo hace mención de “la promesa” seguramente para referirse a la mas grande de todas, a saber, Dios mismo, “Y os tomaré por pueblo mío, y yo seré vuestro Dios” Ex. 6:7

E. sin esperanza y sin Dios en el mundo (v. 12).

Como consecuencia de haber estado separados de Cristo, alejados de todos los innumerables beneficios de la teocracia divina, e ignorantes de los pactos y la grandiosa promesa que contenía, Pablo señala que se encontraban sumidos en la ausencia de una esperanza verdadera. No tenían un ancla firme donde aferrar sus almas cuando las tormentas del pecado y los vientos impetuosos de la vida arremetieran con furia ¿Dónde podrían encontrar su esperanza? ¿Hacia dónde dirigirían su confianza y las aspiraciones más elevadas del alma? Se hallaban en un estado desesperanzado, ellos estaban "sin esperanza y sin Dios en el mundo".
Los efesios tenían a la diosa Diana y su maravilloso templo (El Artemison), tenían el ocultismo, la magia, la astrología, el gnosticismo, junto con otras 50 divinidades que abundaban en el culto popular, sin embargo, todas estas cosas eran vanos ídolos, meros intentos fallidos de escapar del oscuro y miserable paganismo que los oprimía ellos estaban “sin Dios en el mundo”.

II. La reconciliación de los hombres por medio de Cristo (vv. 13-15)

Ahora, usted debe notar el palpable entusiasmo que se desborda en cada palabra que sigue. El apóstol está a punto de trasladarnos del polvo de la miseria a las elevadas alturas de la gloria de Dios en Cristo. No solo Pablo está bajo la inspiración del Espíritu Santo, sino que su alma se encuentra cautivada de manera profunda por estas insondables verdades:

A. Cristo a través de su sacrificio nos hace relacionalmente cercanos (v. 13).

13 Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo.
En efecto, quienes estaban en tan deplorable estado, el cual Pablo califica con el adverbio “Lejos” (muy distantes) “ahora en Cristo Jesús...habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo”. Note la expresión “Habéis sido hechos cercanos” Pablo no está diciendo que ahora en Cristo ellos están cerca, sino que ahora SON cercarnos. una cosa es estar cerca y otras es ser cercano. Por medio de Cristo, y específicamente por la obra que realizó en la Cruz del Calvario estos gentiles son relacionalmente cercanos.
Ahora Pablo pasa a desarrollar su argumento y presenta estas dos razones:

1. A razón de que Cristo es nuestra paz al hacer de los dos pueblos uno solo (v.14).

14 Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación.
Lo que el Señor ha logrado mediante su sacrificio no es algo insignificante. Si verdaderamente queremos comprender el significado de estas palabras debemos entender el inflamado odio que albergaban los unos por los otros. Los judíos, en general, se consideraban el pueblo exclusivo de Dios, y su actitud despectiva hacia otras naciones era ampliamente conocida. Veían a los gentiles como seres impuros, inferiores e indignos. Evitaban todo contacto con ellos porque era meros “perros”.
Para que nos hagamos una idea mas clara, pensemos en el Templo de Herodes en Jerusalén, este era el epicentro sagrado de la adoración y el culto judío. Había un lugar para los gentiles en este templo llamado el atrio de los gentiles que por lo general las autoridades judías lo convertían más bien el mercado donde se cambiaba dinero y vendían “bueyes, ovejas y palomas” (ver. Jn 2:13-16) demostrando así el desprecio por los demás pueblos.
Para mantener el orden y la pureza ritual las autoridades colocaron una inscripción en el muro que separaba el atrio de los gentiles del lugar sagrado del templo, donde solo los judíos podían entrar. La inscripción decía ΘANATOΣ, que significa "Muerte". Con esto, se advertía a los gentiles sobre las consecuencias de sobrepasar los límites.
Sin embargo, en Cristo, la histórica hostilidad tensa que existió durante siglos entre judíos y gentiles ha quedado en el pasado. En un sentido espiritual, el muro que los separaba ha sido derribado. Gracias al alcance cósmico de la redención, ahora la iglesia es un solo pueblo, una unidad que trasciende todas las barreras del odio y las divisiones.

2. A razón de que invalidó la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas (Ceremonias) para crear un nuevo hombre (v. 15(a)).

15 aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz.
Para que el muro de la enemistad se derribase, era necesario que la ley fuera hecha inoperante o únitil. Y esa la idea del apóstol aquí. Por supuesto, Pablo no se está refiriendo a que Cristo anuló la ley moral de Dios, porque Pablo dice que la “Ley es santa, y el mandamiento santo justo y bueno” Rom 7:12 y el propio Jesús dijo: “Si me amáis, guardaréis mis mandamientos” (Jn. 14:15), y aún, “El que tiene mis mandamientos y los guarda, ese es el que me ama...” (14:21). El apóstol se está refiriendo a que las leyes ceromoniales y civiles que una vez levantaron un muro ahora quedaba anulada y el muro derribado. Con el fin de que ya no hayan distinción entre judíos y gentiles, esclavos y libres, sino que ahora son “un solo y nuevo hombre” y nuevo no en el sentido de reciente, sino de original o nunca antes visto. Cristo por medio de su sacrificio ha creado una nueva humanidad.

III. La reconciliación de los hombres con Dios por medio de Cristo (vv. 16-18).

16 y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades. 17 Y vino y anunció las buenas nuevas de paz a vosotros que estabais lejos, y a los que estaban cerca; 18 porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre.

A. Reconciliados con Dios en un cuerpo (la iglesia) (v. 16-17).

Pablo usa el conectivo “Y” para indicarnos que el asunto de la reconciliación por medio de Cristo no queda solo en la esfera de las relaciones humanas sino que incluye, por supuesto, la divina. Ha unidos a estos dos grupos que parecían irreconciliables en un cuerpo (la iglesia) la cual está en armoniosa relación con Dios.
Esto lo hizo por medio del anuncio de las buenas nuevas de paz, a saber, el evangelio. Es un verdadero milagros que el mensaje de la cruz haya sido recibido y generado tan profundo efecto. Razón tenía Pablo al decir referente al evangelio: “para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura; mas para los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios 1 Co 1:23–24.

1. A razón de que por medio de Jesucristo tenemos entrada al Padre por el Espíritu (v. 18).

18 porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre.
‌Aquí Pablo hace mención a la exclusiva puerta y al único camino que nos permite acceder de manera confiada a Dios, saber, Cristo. Muchas puertas dan entrada al mundo espiritual y miles de caminos conducen al infierno, pero solo Cristo es la puerta del redil de Dios, y el único camino al cielo. Gracias a que Cristo derramó su sangre los hombres pueden tener acceso al Padre por el Espíritu Santo !Bendita Trinidad!

IV. Otros efectos de la reconciliación por medio de Cristo (vv. 19-22)

‌A. Conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios (v.19)

19 Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios.
El apóstol menciona que los gentiles ya no son extranjeros sino conciudadanos de los santos esto significa que ahora el gentil es coheredero, miembro del mismo cuerpo, y participante de las promesas en igualdad de condiciones que la antigua nación de Dios. Ahora ya no hay ni judío ni griego; ni esclavo ni libre, ni hombre ni mujer; porque todos son uno en Cristo (Gal 3:26-28).
En este mismo verso Pablo menciona que ahora “somos miembros de la familia de Dios”. La relación incluso es más hogareña, no solo somos conciudadamos, sino hijos de Dios y hermanos en Cristo. Oh hermano considera las palabras de Juan: Mirad cuán gran amor nos ha otorgado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; y eso somos 1 Jn 3:1.

B. Edificados sobre un fundamento seguro, y cuya piedra fundamental es Cristo mismo (vv. 20-21)

20 edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, 21 en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor
Pablo dice que somos “edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas”. Esto significa que las enseñanzas de los apóstoles y profetas son el medio con el que Dios nos capacita para la obra del servicio (4:12), y para la conformidad a Cristo (v.13). Que Pablo mencione a Cristo como la principal piedra del ángulo es algo muy importante, porque no solo estaba profetizado que así fuera (Sal 118:22; Is 28:16) sino que los sinópticos lo registran como enseñanza del propio Jesús (Mt 21:42; Mr 12:10-10; Lc 20:17-18).
Además Pablo dice que el edificio bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo. Aquí hay algo muy interesante: el tabernáculo fue una obra que implicaba precisión y exactitud (Ex 26:1-37) y el templo de Salomón fue construido con tal coordinación que durante el proceso no se escuchó martillo, hacha, ni instrumento de hierro alguno porque las piedras eran preparadas con exactitud en las canteras (1 Re 6:7). Es cierto, que ambas obras nos llenan admiración y asombro, pero el nuevo templo que el Señor está construyendo (su iglesia) es una casa espiritual hecha con piedras vivas, nosotros (1 Pe 2:5). El término coordinado que usa Pablo implica ajuste, unidad y coherencia.

C. Moradas de Dios en el Espíritu (v. 22).

‌ 22 en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.
Pablo no ratifica que la promesa de nuestro Señor Jesucristo en efecto se ha cumplido:
yo rogaré al Padre, y Él os dará otro Consoladora para que esté con vosotros para siempre; es decir, el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque ni le ve ni le conoce, pero vosotros sí le conocéis porque mora con vosotros y estará en vosotros. No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros. Un poco más de tiempo y el mundo no me verá más, pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis. En ese día conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros. Jn 14:16–20.

APLICACIONES PARA LA VIDA

Para los cristianos

1. Humildad, mansedumbre y servicio a Cristo. Recordar la miserable condición en que nos encontrábamos antes de que Cristo nos salvara debe producir en nosotros humildad, mansedumbre y paciencia en el servicio a Cristo, igualmente, un continuo esfuerzo por tener una vida digna de semejante llamado (Ef .4:1-3). Nuestra vida debe irradiar aunque sea con una luz débil algo del precio que nuestro Señor pagó por nosotros y de cuan indigno eramos de recibirlo. Cuando se sienta tentado a quejarse por las pruebas y luchas, recuérdese cuan necio y presuntuoso ha sido y procure arrepentirse. En realidad las misericordias del Señor sobrepasan infinitamente nuestras pruebas y luchas.
2. La importancia vital de la unidad en la iglesia. Algunos creen que pueden cambiar de iglesia sin consecuencias, pero estos movimientos internos por asuntos de gustos y preferencias causan divisiones y dañan el evangelio de Cristo. Aquellos que han participado o promovido tales divisiones deben arrepentirse. Por otro lado, la Biblia nos manda a esforzarnos por preservar la unidad en el vinculo de la paz (Ef. 4:3). El Señor Jesús dijo que el amor que nos tengamos los unos por los otros será la prueba ante el mundo que somos sus discípulos (Jn. 13:35). Una iglesia que permanece unida demuestra la sabiduría de Dios al universo y confiesa el Señorío cósmico de Cristo “el cual está muy por encima de todo principado, autoridad, poder, dominio y de todo nombre que se nombra, no solo en este siglo sino también en el venidero. (Ef 1:21)
3. La iglesia como un faro de transformación y unidad. En medio de la oscuridad que caracteriza nuestra cultura actual, la iglesia tiene el llamado de convertirse en un faro resplandeciente de luz. Es en este contexto que la auténtica iglesia desempeña un papel transformador y poderoso. En la ciudad de Éfeso, la hostilidad y oposición que los judíos incrédulos mostraban hacia los gentiles y, en particular, hacia los seguidores de Cristo era intensa. Además, los creyentes se enfrentaban a peligros reales de ser seducidos por prácticas ocultistas y cautivados por el mundo espiritual. La lealtad al culto al emperador romano se convertía en una cuestión de fidelidad a la patria, con consecuencias que podían significar vida o muerte. La influencia del helenismo había dejado profundas heridas en una sociedad ilustre pero supersticiosa. En medio de este panorama de confusión y fragmentación, la iglesia de Dios se estaba manifestando como el lugar donde una nueva humanidad estaba siendo creada. Aquí, las distinciones de ser judío o griego, hombre o mujer, esclavo o libre, carecían de importancia. Ni el culto a la diosa Diana ni las otras 50 deidades restantes tenían lugar en la adoración, y tampoco se rendía culto al emperador. Cristo era el único gobernante supremo, a quien se le debía completa sumisión y adoración.
Hoy en día, seguimos experimentando las consecuencias de divisiones en nuestras familias, diferencias sociales, polarización política, religiosa y tensiones económicas. La paz y la unidad que tanto se anhelan parecen alejarse vertiginosamente. Pero hay esperanza. La misma esperanza que estuvo en Éfeso está disponible para nosotros: la reconciliación, la unidad y la paz que provienen del evangelio de la gracia de nuestro Señor Jesucristo. No existe otro camino, no hay otro medio, sí queremos transformar nuestra familias, comunidades y naciones debemos predicar y obedecer el evangelio que nuestro Señor Jesucristo y sus apóstoles anunciaron.
4. La Bondad y la perfección de la ley siguen vigentes. En la Biblia, encontramos la afirmación de que la ley de Dios es buena, agradable y perfecta en Rom 7:12, donde el apóstol Pablo declara: "De manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno". Esta afirmación resalta la naturaleza divina de la ley y su carácter moralmente perfecto. La ley sigue siendo esencial para el creyente porque nos enseña como el el carácter de un Dios santo, cual es su estándar moral y señala horrendo es nuestro pecado. Debemos estar de acuerdo con la perspectiva del conocido teólogo y reformador del siglo XVI juan Calvino en cuanto la ley, la ley aunque no otorga salvación es una guía insustituible para la vida cristiana y un medio eficaz para mostrar la necesidad de la gracia salvadora en Cristo.
5. Somos un mejor templo. El Templo de Artemisa (Diana) era una de las principales atracciones religiosas y culturales en Éfeso. Era considerado una maravilla arquitectónica. Si había algo de lo que los efesios se sentían orgullosos era precisamente del templo de Diana (4 veces más grande que el Partenón de Atenas). Pues, Pablo utiliza la imagen del templo para describir a una maravilla mucho mayor: Una comunidad de creyentes como una morada de Dios en el Espíritu. Esta idea habría resonado con mucha fuerza en los oídos de aquella audiencia y que además tiene implicaciones practicas muy importantes, si la comunidad de creyente es el templo de Dios, entonces, todo lo que haga quienes la conforman debe considerarse un acto de adoración. En palabras del teólogo y puritano John Owen diremos: “nuestro deber supremo es adorar a Dios en cada acción y en cada momento. En Palabras del salmista sería: “Bendeciré al Señor en todo tiempo” Sal 34:1, y en los aguijones del sabio Salomón sería “Reconócele en todos tus caminos…” Pr 3:6.

Para los No cristiano:

6. La esperanza de la reconciliación sigue viva. La palabra de Dios hoy nos ha enseñado que el hombre sin Cristo se encuentra en una situación muy miserable: “sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo”. A esto debemos sumarle lo que el apóstol a dicho anteriormente: que sin Cristo el hombre está muerto en sus delitos y pecados, que sigue la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, viviendo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y siendo hijos de ira. (Ef. 2:2-3). Tal estado no es para nada alentador pero no tiene que ser el estado definitivo. ¡Hay esperanza! El Señor sigue llamando a los hombres a una reconciliación con Él, Dios a través de sus ministros hoy ruega a los hombres a que se arrepienta de su vida de pecado con lamento y odio, y acudan a Cristo como su única esperanza. Reconociendo que la muerte de Cristo tenía como propósito el traer la reconciliación entre Dios y los hombres. En Cristo Jesús Dios a satisfecho su justicia y aplacado su ira. Jesucristo el Hijo Amado de Dios fue hecho el objeto de su ira, para que aquellos hijos de ira y desobediencia que se arrepientan y crean en Él puedan ser considerados hijos amados, miembros de la familia de Dios. Resistirse a esta invitación no solo es absurdo sino que le dejará eternamente en el infierno.
Related Media
See more
Related Sermons
See more