Buenas obras, evidencia de la fe

Santiago 2:14–17

14Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? 15Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, 16y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? 17Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.”

Introducción

Durante la reforma protestante, algunos teólogos rechazaban la epístola del apóstol Santiago porque, consideraban que era contraria a la enseñanza del apóstol Pablo en lo referente a la salvación: Efesios 2:8-9 “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.”

En contraste Santiago afirma: Santiago 2:24 “Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe.”

La mala interpretación de estos texto conducen a malas doctrinas, como aquellos que afirman que una vez salvo será siempre salvo aun cuando viva en pecado. Romanos 6:1-2 “¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?”

Con esta afirmación Pablo está implícitamente de acuerdo con Santiago, la fe se demuestra con un cambio de vida que produce buenas obras.

Una vida de fe

Se entiende que Santiago escribe este tema porque había cristianos que decían tener fe, pero sus acciones eran contrarias, sus obras eran infructuosas.

Por tanto los confronta: “no debes hacer alarde que tienes fe, debes demostrarla con tus buenas obras”.

En primer lugar, el bautismo es una buena obra que es fruto de la fe: Romanos 6:3-4 “¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.”

Juan el bautista predicaba esto a los que acudían a él para ser bautizados: Mateo 3:8 “Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento.”

Caminar en fe es creer que Dios está en control de nuestras vidas, y tomaremos desiciones de acuerdo a los principios escritos en su Palabra, aun cuando las circunstancias sean contrarias o adversas.

Esto se demostrará en alimentar al hambriento, cubrir al desnudo, no por que busquemos ser salvos, sino porque somos salvos y lo hacemos movidos por el amor sincero e incondicional.

Buenas obras

Santiago 2:15-16 “Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha?”

Fruto de la fe es el amor y compasión por el necesitado.

Algunos afirma que si tuvieran una buena suma de dinero, ayudarían al necesitado. Pero la fe se demuestra cuando colaboramos con el necesitado aun cuando tenemos recursos limitados.

Este es el ejemplo de la iglesia de Macedonia:

2 Corintios 8:1–3 “1 Asimismo, hermanos, os hacemos saber la gracia de Dios que se ha dado a las iglesias de Macedonia; 2 que en grande prueba de tribulación, la abundancia de su gozo y su profunda pobreza abundaron en riquezas de su generosidad. 3 Pues doy testimonio de que con agrado han dado conforme a sus fuerzas, y aun más allá de sus fuerzas.”

Jesús es nuestro gran ejemplo de buenas obras, tener fe se demuestra cuando seguimos su ejemplo, confiando que el estilo de vida que Jesús nos enseñó, es mejor que el del mundo.

Ejemplos de fe

Un hombre y una mujer como ejemplos de fe:

Santiago 2:21 “¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar?”

Santiago 2:25 “Asimismo también Rahab la ramera, ¿no fue justificada por obras, cuando recibió a los mensajeros y los envió por otro camino?”

Santiago presenta el ejemplo de un hombre y una mujer, quienes tenían fe en Dios, y lo demostraron al actuar aun cuando era en contra del razonamiento humano.

Por un lado Abraham al estar dispuesto a ofrecer en sacrificio a su hijo prometido, creyendo que Dios podía levantar descendencia aun de los muertos: Hebreos 11:19 “pensando que Dios es poderoso para levantar aun de entre los muertos, de donde, en sentido figurado, también le volvió a recibir.” Creyó en Dios y actuó conforme a lo que ordenaba.

Rahab escuchó del Dios de Israel, y creyó que era poderoso para salvarla con toda su familia, por tal razón, en lugar de seguir confiando en las murallas de su ciudad, confió en el Dios de Israel y actuó cuando escondió a los espías. Hebreos 11:31 “Por la fe Rahab la ramera no pereció juntamente con los desobedientes, habiendo recibido a los espías en paz.”

Tener fe en Dios es estar dispuesto a renunciar a las cosas que más apreciamos si Él nos la pide, teniendo la seguridad que Dios tiene algo mejor para nosotros.

Dios dice, ¿tienes fe en que puedo bendecirte? demuéstralo con tus obras, entrégame la décima parte de tus ganancias y verás como derramo bendición en sobreabundancia.

Malaquías 3:10 “Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.”

Conclusión

La manera en que obramos determina si tenemos fe o no. Santiago 2:18 “Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.”

Es necesario entender que Dios no nos salva por obras, pero si nos salva para buenas obras.

Efesios 2:10 “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.”

Es entonces las buenas obras la evidencia de nuestra fe.

Para bien o para mal todos obramos, nos afanamos por las cosas de este mundo, nos esforzamos y desgastamos por las cosas que perecen.

¿No sería más provechoso esforzarnos y desgastarnos por Dios? esto si es provechoso para esta vida y para la vida eterna.

El Señor lo presenta las buenas obras de esta manera: Mateo 25:41–45 “41 Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. 42 Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; 43 fui forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis. 44 Entonces también ellos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te servimos? 45 Entonces les responderá diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis.”

Debes reflexionar en tu vida si realmente estás dando frutos de buenas obras que manifieste tu fe.

Obramos por amor, no por interés, pues si esperamos recibir méritos, debemos recordar que las buenas obras se nos cuentan como deuda. Romanos 4:4 “Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda;”