El perfeccionamiento de la buena obra

Doy gracias a mi Dios siempre que me acuerdo de vosotros, siempre en todas mis oraciones rogando con gozo por todos vosotros, por vuestra comunión en el evangelio, desde el primer día hasta ahora; estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo. Filipenses 1:3–6.

Introducción

El apóstol Pablo escribió esta epístola mientras estaba preso en Roma para la iglesia de la ciudad de Filipo en Macedonia. Luego del saludo inicial, el apóstol presenta tres aspectos importantes que todo cristiano debe conocer y practicar en su vida cotidiana:

1) Presentar a Dios acciones de gracias siempre,

2) Interceder unos por otros con gozo, para la buena comunión en el evangelio,

}3) tener la seguridad de que Dios perfeccionará en nosotros su buena obra hasta el día de Jesucristo.

Acción de gracias

La Biblia enseña que la oración siempre debe ser acompañada de acción de gracias: “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Filipenses 4:6”.

La acción de gracias es el resultado del corazón agradecido de un pecador perdonado, quien reconoce que es salvo por amor.

Se elevan acciones de gracias a Dios en todo tiempo y por todo: “Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. 1 Tesalonicenses 5:18”

La Intercesión

La intercesión es suplicar a favor de otros. No debe menospreciar la intercesión por porque es poderosa, constantemente la Biblia nos exhorta a interceder unos por otros: “Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho. Santiago 5:16”.

Pablo nos exhorta a interceder por la iglesia, para que siempre exista sana comunión entre los hermanos, pues esta es la voluntad del Padre.

También debemos interceder por la salvación del pecador, así como Abraham intercedió por Sodoma (Génesis 18).

El Perfeccionamiento

La Biblia declara: “…el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo. Filipenses 1:6”.

La vida en Cristo es una vida de crecimiento, avance en santidad y conocimiento de Dios. Este es el propósito de los dones y ministerios, que seamos edificados y perfeccionados en Cristo: “Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo. Efesios 4:13”.

Un crecimiento integral en conocimiento, santidad, amor y servicio.

Conclusión

La iglesia ha sido instituida como baluarte de la verdad, la cual es constantemente atacada por el enemigo.

Es importante siempre elevar nuestras oraciones a Dios con acción de gracias e intercesión.

Oración por la iglesia de Jesucristo para que sea fortalecida en unidad y amor, y por la salvación de las almas perdidas.

Parte del perfeccionamiento de la obra de Jesucristo en su vida es que se disponga a servirle a Dios, no puede crecer espiritualmente si no pone en práctica lo que aprende en su Palabra.