Fue él quien nos salvó y nos llamó con santo llamamiento, no conforme a nuestras obras, sino conforme a su propio propósito y gracia, la cual nos fue dada en Cristo Jesús antes del comienzo del tiempo;
Salmo 62:1 RVA
Sólo en Dios reposa mi alma; de él proviene mi salvación.
Dios nos da descanso por el simple hecho de ser salvos.
1 Pedro 1:8–9 RVA
A él le amáis, sin haberle visto. En él creéis; y aunque no lo veáis ahora, creyendo en él os alegráis con gozo inefable y glorioso, obteniendo así el fin de vuestra fe, la salvación de vuestras almas.
Romanos 1:16 RVA
Porque no me avergüenzo del evangelio; pues es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree, al judío primero y también al griego.