La coraza de justicia
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· 218 viewsSomos justificados por la fe en Cristo Jesús, lo cual funciona como poderosa arma ante nuestros enemigos
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Cuando pensamos en exponernos a peligros o amenazas, procuramos que las áreas más delicadas de nuestro ser estén particularmente protegidas, a resguardo. Muchos policías (dependiendo de la función que cumplan) desarrollan su actividad llevando chalecos antibalas. ¿De qué se trata? Es una pieza de indumentaria reforzada diseñada para proteger el área del pecho y la espalda, los pulmones y el corazón.
De la misma manera, en la época del Nuevo Testamento los soldados iban al campo de batalla protegidos por un chaleco metálico que podría, hasta cierto punto, detener proyectiles voladores que los alcanzaran.
La indumentaria adecuada, en determinadas circunstancias nos puede salvar la vida.
Este mismo principio es válido tanto para las amenazas físicas como las espirituales. La Palabra de Dios nos deja claro que estamos expuestos a amenazas espirituales, y es seguro que, con mucha frecuencia, estas apunten directamente a nuestro corazón.
Si las potencias espirituales pudieran, procurarían arrebatarnos la vida, no solamente la vida material sino también--y especialmente--la espiritual, la que más victorias y honra para Dios puede producir.
Dios también tenía prevista esta situación y nuestra necesidad al respecto, por lo que también proveyó el arma adecuada para asegurar la protección de nuestras áreas vitales. Dios quiere proteger nuestro corazón, asegurar que cuando el enemigo ataque, lo más importante de nosotros esté protegido. Pero, justamente, para que la protección de Dios alcance su máxima efectividad, nosotros debemos tomar y hacer buen uso de las armas que nos provee. En este caso, debemos colocarnos (cada día) la coraza de justicia.
...y vestidos con la coraza de justicia.
...protegidos por la coraza de justicia...
Al considerar este asunto, cada uno de nosotros tiene que hacerse la siguiente pregunta:
¿Estoy debidamente protegido? ¿Estoy usando el arma provista por Dios para permanecer en pie?
1. Los hijos de Dios debemos protección para nuestro corazón.
1. Los hijos de Dios debemos protección para nuestro corazón.
¿Está protegido tu corazón?
CORAZÓN En el lenguaje de las Escrituras se habla del c. como el centro de la naturaleza humana, el asiento de las emociones y la voluntad. Tristemente, Dios vio “que todo designio de los pensamientos del c.” de los hombres “era de continuo solamente el mal” (Gn. 6:5; 8:21). El mandamiento principal dice: “Amarás a Jehová tu Dios de todo tu c., y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas” (Dt. 6:5). Pero el c. del hombre es engañoso “más que todas las cosas, y perverso” (Jer. 17:9). De él salen las cosas que contaminan al hombre (Mt. 15:18–20), por lo cual se nos advierte a tener mucho cuidado con él, por encima de todas las cosas (Pr. 4:23), cuidándonos de guardar en él la palabra de Dios para no pecar contra él (Sal. 119:11). Dios obra en el c. de las personas por medio de su Espíritu Santo (Ro. 5:5) produciendo fe, arrepentimiento y amor. El entregar el c. a Dios implica entregarle todo nuestro ser (Pr. 23:26).
(Nuevo Diccionario de la Biblia)
a. El corazón de los hombres puede corromperse hasta lo máximo.
a. El corazón de los hombres puede corromperse hasta lo máximo.
5 Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal.
21 Y percibió Jehová olor grato; y dijo Jehová en su corazón: No volveré más a maldecir la tierra por causa del hombre; porque el intento del corazón del hombre es malo desde su juventud; ni volveré más a destruir todo ser viviente, como he hecho.
b. Dios busca el corazón de las personas
b. Dios busca el corazón de las personas
4 Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. 5 Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.
c. El corazón es engañoso y perverso
c. El corazón es engañoso y perverso
9 Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?
d. Debemos cuidar nuestro corazón llenándolo con la Palabra de Dios
d. Debemos cuidar nuestro corazón llenándolo con la Palabra de Dios
11 En mi corazón he guardado tus dichos,
Para no pecar contra ti.
e. Dios obra en nuestros corazones por medio de su Espíritu
e. Dios obra en nuestros corazones por medio de su Espíritu
5 y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.
f. Dios siempre va a requerir nuestro corazón
f. Dios siempre va a requerir nuestro corazón
26 Dame, hijo mío, tu corazón,
Y miren tus ojos por mis caminos.
2. Los hijos de Dios debemos cubrirnos con la justicia de Jesús.
2. Los hijos de Dios debemos cubrirnos con la justicia de Jesús.
La justificación es la aceptación judicial de un cristiano por parte de Dios como inocente en virtud de que sus pecados no cuentan en su contra.11 Tony Lane, «Justificación», en Sumario Teológico Lexham, ed. Mark Ward et al. (Bellingham, WA: Lexham Press, 2018).
a. La provisión de la justificación había sido anunciada
a. La provisión de la justificación había sido anunciada
6 Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.
b. Existe solamente una fuente de justificación, que es Jesucristo
b. Existe solamente una fuente de justificación, que es Jesucristo
19 Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios; 20 ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado.
21 Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas;22 la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia,23 por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,24 siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús,25 a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados,26 con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús.
c. La justificación (la justicia de Cristo Jesús en nosotros) es una tremenda arma provista por Dios para enfrentar la oposición espiritual.
c. La justificación (la justicia de Cristo Jesús en nosotros) es una tremenda arma provista por Dios para enfrentar la oposición espiritual.
Soy justo delante de Dios, porque Jesús pagó mi precio.
3. Para mantenernos en equilibrio, debemos tomar volver a reconocer cada día cuál es la fuente de nuestra justificación.
3. Para mantenernos en equilibrio, debemos tomar volver a reconocer cada día cuál es la fuente de nuestra justificación.
a. Nosotros no calificamos para ser justos por nuestros propios méritos.
a. Nosotros no calificamos para ser justos por nuestros propios méritos.
9 A unos que confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros, dijo también esta parábola:10 Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano.11 El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano;12 ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano.13 Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador.14 Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido.
1 Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo?
¿Quién morará en tu monte santo?
2 El que anda en integridad y hace justicia,
Y habla verdad en su corazón.
3 El que no calumnia con su lengua,
Ni hace mal a su prójimo,
Ni admite reproche alguno contra su vecino.
4 Aquel a cuyos ojos el vil es menospreciado,
Pero honra a los que temen a Jehová.
El que aun jurando en daño suyo, no por eso cambia;
5 Quien su dinero no dio a usura,
Ni contra el inocente admitió cohecho.
El que hace estas cosas, no resbalará jamás.
¿Quién “califica” para ser justo conforme a esta declaración?
10 Como está escrito:
No hay justo, ni aun uno;
11 No hay quien entienda,
No hay quien busque a Dios.
12 Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles;
No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.
b. Somos justificados en Jesús, y debemos volver cada día ante Él para recibir la mirada del beneplácito de Dios.
b. Somos justificados en Jesús, y debemos volver cada día ante Él para recibir la mirada del beneplácito de Dios.
1 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; 2 por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.
Que cuando Dios nos mire, también lo diga:
17 Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.