SIERVOS DEL EVANGELIO 2

Introducción:

- Los niños suelen ver a los adultos como “personas sobrenaturales” dado que les ven hacer cosas que ellos quisieran hacer pero les es imposible realizar.

Por ejemplo, cuando somos niños nos asombramos en ver como los adultos alcanzan con facilidad cosas que nosotros quisiéramos alcanzar y no podemos por nuestra estatura.

Ellos no logran entender por si mismos, que la estatura de los adultos no la logramos nosotros por nuestros medios, sino que es algo que naturalmente se da a lo largo de nuestro desarrollo, esto no depende de nosotros, pero se da en nosotros.

Pero de alguna manera, aunque al niño le parece imposible pensar que un día será como el adulto, el estar viendo al adulto realizar estas cosas, le hace anhelar y se mantiene a la expectativa de cuando podrá tener una estatura similar y poder hacer las cosas que hace un adulto.

Creo que esta ilustración puede servir para entender mejor lo que nos enseña este texto que vamos a estudiar. Pues hemos venido de confrontación en confrontación a lo largo del estudio de este capitulo 2 de filipenses en donde se nos llama como iglesia a vivir una vida digna del evangelio, es decir, que luchemos firmemente unidos por la obra de Cristo (Fil. 2:27), lo cual es posible siempre y cuando vivamos en una actitud de humildad como lo hizo Cristo (Fil. 2:3-8).

Esto ultimo es precisamente lo que ha sido una confrontación inevitable en estas ultimas semanas para muchos de nosotros, pues tal parece que el estándar de Jesús “es tan alto” que por mucho que deseemos desarrollar esa actitud no podemos alcanzarla (así como sucede con los niños). Y esto en cierto sentido es muy cierto.

Pero creo mis hermanos, que el propósito con esta carta no era humillar y desanimar totalmente a los Filipenses y a la iglesia en general sino todo lo contrario, animarles a regocijarse en Cristo porque es Su gracia la que transforma a personas orgullosas y egoístas en servidores humildes de Su evangelio.

Por esto quisiera mostrarte 2 cosas en esta mañana a la luz de este pasaje:

1. Cristo es el estimulo y la fuente de la verdadera humildad (Fil. 2:1-2; 2:5-8):

Filipenses 2:1–2 NTV

1 ¿Hay algún estímulo en pertenecer a Cristo? ¿Existe algún consuelo en su amor? ¿Tenemos en conjunto alguna comunión en el Espíritu? ¿Tienen ustedes un corazón tierno y compasivo? 2 Entonces, háganme verdaderamente feliz poniéndose de acuerdo de todo corazón entre ustedes, amándose unos a otros y trabajando juntos con un mismo pensamiento y un mismo propósito.

Explicación:

A menos que hay reconciliación con Cristo hay motivación y capacidad para ser humilde.

Es imposible que, siendo reconciliados con Dios no se produzca de alguna manera humildad en nosotros, empezando por el hecho que humildemente hemos reconocido nuestra maldad y necesidad de perdón.

En otras palabras la gracias de Dios ha capacitado pero también estimula la actitud humilde del creyente Lc. 6:43-45.

Aplicación:

¿Crees que has sido reconciliado con Cristo y perteneces a él?

Y si hemos sido reconciliados con Cristo y experimentado Su amor (inmerecidamente), ¿Cómo es posible que no podamos ser estimulados a vivir en humildad?

Filipenses 2:5–8 (NTV)

5 Tengan la misma actitud que tuvo Cristo Jesús.

6 Aunque era Dios, no consideró que el ser igual a Dios

fuera algo a lo cual aferrarse.

7 En cambio, renunció a sus privilegios divinos; adoptó la humilde posición de un esclavo

y nació como un ser humano.

Cuando apareció en forma de hombre, 8 se humilló a sí mismo en obediencia a Dios

y murió en una cruz como morían los criminales.

Explicación:

La verdadera humildad es una característica espiritual, por tanto no podemos producirla humanamente (en nuestras fuerzas).

Si pertenecemos a Cristo esta humildad sera una realidad y no una fantasía exagerada.

Humildad no es pobreza o un hablar suave, pues hay personas así con un orgullo gigante. La humildad es la capacidad de entregarse con el fin de hacerle el bien al otro para la gloria de Dios.

Aplicación:

¿Crees que has sido reconciliado con Cristo y perteneces a él?

Y si hemos sido reconciliados con Cristo y experimentado Su amor (inmerecidamente), ¿Cómo es posible que no podamos ser estimulados a vivir en humildad?

Hermanos, debemos reconocer que la humildad no podemos producirla nosotros mismos, Pero regocijare al saber que tenemos un salvador que si puede hacerlo porque Él es la fuente de ella.

2. Cristo hace realidad la humildad en el creyente (Fil. 2:17; 19-30)

a. El ejemplo de Pablo (Fil. 2:17):

Actúa con humildad al entregar su vida al servicio de ellos y tiene la capacidad de ver la humildad en otros (Timoteo y Epafrodito)

b. El ejemplo de Timoteo (Fil. 2:19-22):

Observación y explicación:

1. Solo él es de un mismo animo con Pablo. Fil. 2:20

2. A diferencia de los demás:

a. Se preocupa genuinamente por los filipenses. Fil. 2:20b

b. No busca sus propios intereses sino los de Cristo. Fil. 2:21

c. Ha probado ser un servidor confiable del evangelio. Fil. 2:22.

c. El ejemplo de Epafrodito (Fil. 2:25-30):

Observación:

1. Para Pablo:

a. Un hermano. Fil. 2:25b

b. Colaborador. Fil. 2:25c

c. Compañero de lucha. Fil. 2:25d

d. Servidor para sus necesidades. Fil. 2:25e

2. Para los filipenses:

a. Un enviado en su representación. Fil. 2:25e

b. Se enfermó y por eso no había podido retornar. Fil. 2:26-27

c. Digno de alta estima o valor. Fil. 2:29

i. Por ser un siervo sacrificado por la obra de Cristo.

Interpretación:

Conclusión:

Ilustración: Así como los niños naturalmente van creciendo e imitando las conductas de los adultos, por la gracia de Cristo el creyente crecerá y desarrollara una vida humilde que le lleva a servir a otros para la gloria de su Salvador

Aplicación:

Regocijémonos en Cristo porque Su gracia transforma personas orgullosas y egoístas en servidores humildes de Su evangelio