Mormones Y La Cena Del Señor
| !!! LOS MORMONES Y LA CENA DEL SEÑOR
Los mormones son los seguidores de José Smith. Ellos proclaman las enseñanzas de este hombre. Ahora vamos a tratar de examinar qué piensan los mormones en cuanto a la cena del Señor. !!! LOS MORMONES
Los mormones piensan que la cena es un sacramento (transformación del pan y el fruto de la vid). Moroni 4:1-3 dice: "La forma en que sus elderes y presbítero administran la carne y la sangre de Cristo". 3 Nefi 18:28 dice: "Porque quién come mi carne y bebe mi sangre". Los mormones piensan que una persona que participe de la cena indignamente, no es digna de tal acto. 3 Nefi 18: 28,29 dice: "Y he aquí el mandamiento que yo os doy, que no permitáis que ninguno a sabiendas participe indignamente de mi carne y de mi sangre, cuando las administren; (V.29) porque quién come mi carne y bebe de mi sangre indignamente, come y bebe condenación para su alma; por tanto, si sabéis que un hombre no es digno de comer y beber de mi carne y de mi sangre, se lo prohibiréis". Los mormones se forman la idea que sólo los presbíteros o “elderes” deben bendecir la cena (D y C. 20:58). Ni los maestros ni los diáconos tienen la autoridad para bendecir la cena del Señor (D. y C. 27:1-4). Los mormones dicen que se pueden utilizar otros líquidos que no sea el fruto de la vid (D. y C. 27:1-4). !!! LA BIBLIA
El Nuevo Testamento nos dice que lo que Cristo comió y bebió es algo material con una representación. Cuando Cristo dijo: "Comed, este es mi cuerpo" y "bebed de ella todos porque esto es mi sangre" (Mateo 26:26,27). Estaba hablando figurativamente. Hay dos razones por las cuales este “sacramento” no es literal: Cristo no podía comer su propia carne y Cristo no podía beber su propia sangre. Hay una razón por la cual nosotros no comemos ni bebemos la carne ni la sangre de Cristo. Los dos elementos mencionados en los evangelios de Mateo, Marcos y Lucas son dos cosas materiales hecha de sustancias materiales. El Nuevo Testamento no habla de la palabra “digno”. En 1Corintios 11:27,29 encontramos la palabra "indignamente" dos veces, pero lo que Pablo nos quiere decir es que cuando se participe de este evento debe hacerlo, pensando en la muerte de Cristo. El Nuevo Testamento nos enseña que es el grupo de cristianos que bendice el acto de la cena del Señor. Según 1Corintios 10:16, no es el predicador, diácono o anciano que bendice el evento de la cena del Señor. El Nuevo Testamento dice que Cristo usó fruto de la vid. Por lo tanto, nosotros debemos usar lo mismo. Según Lucas 22:18, Marcos 14:25 y Mateo 26:29, Jesucristo utilizó en la cena jugo de uva. !!! Conclusión
En realidad la Biblia es la palabra de Dios. Ella nos enseña la forma como nosotros debemos hacer y la manera que a Dios le agrada. —Ángel Renato Lagos |
| ! El Espíritu Santo
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Introducción El Espíritu Santo es uno de los temas más discutidos en el ámbito religioso. Hoy en día hay diferentes interpretaciones del Espíritu Santo. ¿Qué nos dice el Nuevo Pacto en cuanto al Espíritu Santo? En este estudio tocaremos varios puntos del Espíritu Santo a la luz del Nuevo Testamento. La Promesa del Espíritu Santo El Espíritu Santo se encuentra como una promesa en el Nuevo Testamento y no como un mandamiento. ¿Para quienes fue hecha la promesa del Espíritu Santo? (Mateo10:19,20; Juan14:16-18,25,26; Hechos 1:2,4). Lo que hemos podido ver es que la promesa fue hecha a los apóstoles, no a todos los creyentes como algunos enseñan. El Propósito de la Promesa del Espíritu Santo Mateo10:19,20 —Para inspirar a los apóstoles. Juan 14:25,26 —Para enseñar y recordar todas las cosas. Juan 15:26 —Para glorificar a Cristo Jesús. Juan16:13 —Para guiarlos a toda la verdad. Juan16:8 —Para convencer al mundo mediante la predicación del evangelio. Hechos 1:8 —Para recibir poder. Esto era el único propósito de la promesa del Espíritu Santo. El Bautismo en el Espíritu Santo La frase bautismo en el Espíritu Santo quiere decir estar sumergido en el poder del Espíritu Santo. La palabra "en" significa estar plenamente ligado; sencillamente, quiere decir que hay plena comunión. También, la palabra "en" quiere decir el poder del Espíritu Santo que iba a estar ligado a los apóstoles. El bautismo en el Espíritu Santo fue una promesa hecha en el Antiguo Testamento (Joel 2:28). Esta promesa fue repetida por Juan el Bautista (Mateo 3:11). Esta promesa fue repetida, también, por Cristo Jesús (Hechos 1:5). Esta promesa fue cumplida en el día de Pentecostés (Hechos 2:1-4). El bautismo en el Espíritu Santo está registrado solamente dos veces en el Nuevo Testamento: uno en el día de Pentecostés, en el año 33 (Hechos 2:1-4) y en la casa de Cornelio, en el año 40 (Hechos 10:1,2,44-47). El bautismo en el Espíritu Santo en la casa de Cornelio, fue casi idéntico al del día de Pentecostés (Hechos 11:16). Estos dos bautismos fueron administrados directamente del cielo. El Espíritu Santo y la imposición de las Manos Después de los dos bautismos, observamos que estos fueron administrados de parte de Dios. Después el Espíritu Santo fue administrado por la imposición de las manos de los apóstoles. En Hechos 8:12,14-18, sólo los apóstoles tenían la autoridad de transmitir el Espíritu Santo a los creyentes. Felipe no podía transmitir el Espíritu Santo, sencillamente, porque no era un apóstol. Entonces cuando los doce apóstoles oyeron que Samaria había obedecido el evangelio, enviaron a Pedro y a Juan. En Hechos 19:1-6, Pablo como apóstol de Jesucristo por medio de la imposición de las manos, los cristianos recibían el Espíritu Santo. En 1 Timoteo 4:14 y 2 Timoteo 1:6, Timoteo el evangelista recibió su don mediante la imposición de las manos de Pablo. Esta era la única forma que los cristianos del primer siglo podían recibir el regalo del Espíritu Santo. Después que el último apóstol murió, ya no se podía transmitir el Espíritu Santo. Hoy en día, no existen apóstoles en nuestra era o tiempo. Ya no se puede pasar el Espíritu Santo a los creyentes de este tiempo. Para poder llegar a ser apóstol, se necesita presenciar en vivo la muerte, sepultura y resurrección de Cristo. Hoy en día, no pueden haber apóstoles porque nadie ha presenciado tal evento. Conclusión Los que hoy pretenden decir que tienen el bautismo en el Espíritu Santo no pueden probar bíblicamente tal acto. El bautismo en el Espíritu Santo, como dije antes, fue una promesa, no un mandamiento por las edades. Que este estudio pueda servirle de mucha bendición y de aprendizaje. —Ángel Renato Lago |