Consejo y Oración para hoy

12 de junio

Salmo 103:2 RVR60

Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios.

Hay dos cosas que La Biblia nos invita a no dejar de hacer, una es no olvidarnos de cumplir los mandamientos de Dios y otra es no debemos olvidar lo que Dios ha hecho en nuestras vidas. en resumen no debemos olvidar lo que Dios ha dicho y lo que Dios ha hecho.

El ejercicio que mantiene nuestra frescura espiritual es el de la gratitud, cuando nuestros labios expresan adoración al Dios que nos otorga toda clase de beneficios.

Este debe ser un ejercicio del corazón, que hace nacer toda clase de expresiones de alabanza y reconocimiento del los dones recibidos.

Es un corazón que tiene un enfoque claro quien es el objeto de esa adoración, ante quien se postra agradecido, a Jehova es a quien debemos nuestra gratitud y al debemos entregarle nuestra adoración.

Pero también es un ejercicio de la mente, un ejercicio de nuestra memoria para no perder el registro de todas aquellas buenas cosas que Dios ha hecho por nosotros.

Es tener en la mente siempre para ser expresados por nuestros labios cada suceso en los cuales Dios nos ha mostrado su poder para liberar, sanar, restaurar, restituir, perdonar, proveer, guardar, guiar mientras caminamos en la vida.

Es tener en mente como Dios nos ha ayudado a cerrar una etapa de nuestras vidas y comenzar otra sin que nos falten sus beneficios.

Debo mantener en mi mente los recuerdos vivos de lo que Dios ha hecho en mi vida tratando que no falte ninguna de las cosas que el ha hecho por mi.

Mi acostarme y levantarme debe estar marcado por un recuerdo de lo que Dios ha hecho por mi.

Una vida que no puede reconocer como Dios otorga sus beneficios es aquella cuyo corazón a perdido su capacidad de vivir agradecido y cuya mente ha caído en la oscuridad de recuerdos amargos.

Voy a ejercitar mi mente volviendo a pensar el hechos de gracia de Dios en mi vida y practicando gratitud en mi corazón.

Oremos,

Padre quiero bendecir tu nombre este día, al recordar cuan grandes cosas has hecho conmigo.

Mi lista de gratitud esta mañana incluye gratitud por: sanidad en mi cuerpo, protección del peligro, alimento para mi cuerpo y espíritu, consejo para mi vida.

Ahora quiero pedirte que mi mente y mi corazón siempre estén dispuestos a amarte con todas sus fuerzas y servirte con gratitud.

Padre te pido para que tu gracia fluya en el corazón de aquellos que no pueden expresar gratitud y cuyas mentes no pueden recordar tu bondad.

En el nombre de Jesús, amén.

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