LA ESPERANZA DE LA VIDA ETERNA-

Titus 1:2–4 RVR60

en la esperanza de la vida eterna, la cual Dios, que no miente, prometió desde antes del principio de los siglos, y a su debido tiempo manifestó su palabra por medio de la predicación que me fue encomendada por mandato de Dios nuestro Salvador, a Tito, verdadero hijo en la común fe: Gracia, misericordia y paz, de Dios Padre y del Señor Jesucristo nuestro Salvador.

META:

El alumno será capaz de alimentar la esperanza de un día estar en la eternidad con Dios. así como afianzar la fe en la promesa de vida eterna otorgada por Cristo, a fin de compartir el mensaje de vida eterna a los que no tienen esperanza.

DESARROLLO DE LA LECCIÓN:

I.- LA VIDA ETERNA FUE EL PLAN DE DIOS PARA LA HUMANIDAD.

Tito 1.2 “en la esperanza de la vida eterna, la cual Dios, que no miente, prometió desde antes del principio de los siglos,”

Dios planeó la vida eterna desde antes de la fundación del mundo. Efe 1.5

El hombre anhela la eternidad perdida por el pecado. Gen 2.17

En la creación, al hombre le fue dada la capacidad para pecar y la capacidad para no pecar. El escogió pecar. Pero la cuestión queda: “¿Por que?”

R. C. Sproul

II.- LA VIDA ETERNA ESTÁ EN CRISTO

Tito 3.6-7 “el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador, para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna.”

Fuiste rescatados de la vena manera de vivir.

Juan 5.24 “De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.”

“No llames a ningún hombre feliz hasta que esté muerto, porque la vida que ha de venir superará, con mucho, la vida más llena de felicidad que se haya alguna vez disfrutado en la tierra”

Charles Spurgeon

III.- LA VIDA ETERNA ES HERENCIA PROMETIDA A LOS CREYENTES

Tito 2.13 “aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo,”

Esperamos la promesa haciendo lo que le agrada a Dios.

Mi propia debilidad hace que me acobarde, pero la promesa de Dios me vuelve valeroso. Señor, fortaléceme “conforme a Tu dicho.”

Charles Spurgeon

Renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos.

Mantengamos viva la esperanza de la herencia eterna. Apoc 2.10

APLICACIÓN:

Conoces a muchos jóvenes que no saben lo que hoy has aprendido sobre la vida eterna.

Esfuérzate en guardar tu testimonio para que también sea una forma de mostrarles la bendición que se están perdiendo.

No se te olvide que en Cristo tú eres un heredero de la esperanza.