¡RESISTE EN LA CARRERA!
Resistir en la carrera. • Sermon • Submitted • Presented
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· 31 viewsDios espera que mientras corremos, consideremos, cuánto estamos resitiendo al mundo, al pecado personal y a las asechanzas de satanás el diablo.
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INTRODUCCIÓN:
INTRODUCCIÓN:
Hemos ya estudiado a fondo los primeros dos versículos del capítulo 12, donde encontramos varias enseñanzas aplicables a nuestra vida cristiana, vista como una carrera.
El escritor de Hebreos, nos da consejos específicos para que podamos mantenernos en la carrera de la vida cristiana.
1 Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,
1. Considerar a los precursores de la carrera.(v.1)
… teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos...
2. Debemos despojarnos de todo peso para poder correr bien.
...despojémonos de todo peso...
3. Desechar el pecado.
despojémonos .... del pecado que nos asedia.
4. Correr, con paciencia.
…, y corramos con paciencia
5. Considerar el plan trasado para la carrera.
…la carrera que tenemos por delante.
Luego el versículo 2, sigue dando instrucciones muy precisa, acerca de cómo debemos seguir nuestra carrera, mientras estamos en ella:
2 puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.
1. Poner nuestra atención en Jesús.
“puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe”
2. Tener la actitud de Jesús.
.... el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio...
3. Reconocer la autoridad de Jesús.
...y se sentó a la diestra del trono de Dios.
En los versículos siguientes (3 y 4) el escritor de hebreos, hace una exhortación mayor a cada uno de nosotros que estamos corriendo la carrera de la vida cristiana, que culmina con una explicación de lo que es la disciplina de Dios para sus hijos.
Hermanos, es que Dios, no quiere que nosotros corramos de cualquier manera nuestra vida Cristiana.
Dios quiere que corramos nuestra carrera de la manera que él ha establecido, nosotros no podemos ni debemos cambiar esa manera.
Hay DOS elementos en esta exhortación de parte de Dios que debemos aprender y aplicar a nuestra vida.
I. CUNADO TE CANSES EN LA CARRERA, CONSIDERA A JESÚS.
I. CUNADO TE CANSES EN LA CARRERA, CONSIDERA A JESÚS.
3 Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar.
Hermanos este es un llamado a mantener el ánimo, el escritor, dice:
“Cuando nos cansemos en la carrera, cuando nuestra fe se agote y creamos que Dios nos ha dado la espalda, cuando parezca que nunca saldremos del caos en que estamos y estemos seguros de que nuestra fe no aguantará mucho más… considera a Jesús”
Y es que nada de lo que estemos llamados a soportar se comparará a lo que Él tuvo que soportar.
Él es el Hijo de Dios divino, pero cuando estaba en la Tierra no vivió en su propio poder y voluntad, sino en la del Padre. De otra manera, no podría ser nuestro ejemplo.
Y a menos de que, por el Espíritu Santo, estemos en capacidad verdadera de vivir en la misma manera que Él lo hizo, su vida no será un ejemplo, sino un ideal imposible para que se mofen de nosotros y nos juzguen.
Cada uno de nosotros debemos ser conscientes de que, No vivimos en nuestro propio poder, sino en el suyo; tal como en la Tierra Él no vivió en su propio poder, sino en el del Padre.
Podemos decir con Pablo: (Gá. 2:20)
20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
Entonces, es sumamente importante considerarlo a él en todo tiempo y en toda circunstancia de nuestra vida cristiana.
La segunda exhortación que hace el escritor de hebreos, es consecuencia de la primera y un preámbulo para lo que será su enseñanza acerca de la disciplina de Dios.
II. ¡RESISTAN!
II. ¡RESISTAN!
Hebreos 12:4
4 Porque aún no habéis resistido hasta la sangre, combatiendo contra el pecado;
En el contexto, los judíos que se habían convertido a los que iba dirigida esta carta, estaban sufriendo persecuciones, por su ruptura con el judaísmo.
La aflicción en gran parte había tomado la forma de presión económica y social, aunque algunos de ellos terminaron encarcelados (Hebreos 10:34).
34 Porque de los presos también os compadecisteis, y el despojo de vuestros bienes sufristeis con gozo, sabiendo que tenéis en vosotros una mejor y perdurable herencia en los cielos.
Sin embargo.
Ninguno de los hebreos sufrientes , habían sufrido lo que Cristo sufrió.
Ninguno había dado la vida por el evangelio.
Tampoco vivían una vida absolutamente libre de pecado, como lo hizo Jesús.
Y no vivían en obediencia perfecta al padre como lo hizo Jesús.
Entonces, el escritor les dice esas palabra poderosas.
“Resistan”, nada de lo que están viviendo es comparado con lo que Cristo vivió, no se quejen, sigan adelante, no se echen a morir, combatan contra el pecado.
La vida cristiana requiere correr, trabajar, pelear y soportar.
Ahora el llamado a “Resistir también está enfocado en las relaciones, especialmente nuestra relación con Dios y con los creyentes”
Si lo vemos hacia nosotros, quizás no estamos viviendo aún las persecuciones que estos creyentes judíos vívian.
Pero si estamos viviendo, distintos problemas y dificultades de nuestra vida cotidiana, que muchas veces nos hacen flaquear y olvidar lo que el Señor sufrió por nosotros.
Por otro lado lo que nos persigue a los cristianos ahora son nuestros enemigos:
Satanás el diablo.
El mundo que nos rodea.
Nuestro pecado personal.
Y muchas veces, no estamos resistiendo, como dice el texto, hasta la sangre, contra ellos, ni mucho menos peleando contra el pecado, sino que más bien estamos viviendo en armonía con ellos, olvidando ciertamente que el Señor nos ha librado de todo ello y nos ha llamado a vivir apartado del mundo, a vivir en Santidad, y a vivir alerta contras las asechanzas de Satanás.
CONCLUSIÓN:
CONCLUSIÓN:
Hermano, te has preguntado;
¿Qué tanto estás resistiendo en la vida cristiana?
El llamado de Dios esta noche es a :
Considerar a Jesucristo, mientras corres.
A correr resistiendo al mundo, al pecado y a las asechanzas de satanás.
Vamos a orar.