Escogidos por Dios temporada 2
Resumen de la temporada 1.
1. Definición de la predestinación:
“La predestinación significa que nuestro destino final, el cielo o el infierno, está decidido por Dios antes que nazcamos.”
2. La soberanía de Dios:
Dios es la autoridad suprema del cielo y la Tierra.
3. Dios es el poder supremo:
Toda otra autoridad y poder están sometidos a Dios.
4. Si Dios no es soberano, no es Dios.
5. Dios ejerce su soberanía de tal manera que no obra el mal, ni viola la libertad humana.
6. El primer acto pecaminoso del hombre es un misterio. El hecho de que Dios permitiera pecar a los hombres no refleja nada malo en Dios.
7. Todos los cristianos afrontan la difícil cuestión de por qué Dios, que teóricamente podría salvar a todos, escoge salvar a algunos, pero no a todos.
8. Dios no le debe la salvación a nadie.
9. La misericordia de Dios es voluntaria. El no está obligado a ser misericordioso. Se reserva el derecho de tener misericordia de quien quiera tener misericordia.
10. La soberanía de Dios y la libertad del hombre no son contradictorias.
LA PREDESTINACIÓN Y EL LIBRE ALBEDRIO
el libre albedrío es la capacidad de hacer elecciones sin ningún prejuicio, inclinación o disposición previos
Aparentemente, esto resulta muy atractivo. No existen elementos represivos, ya sea internos o externos, que se hallen presentes
Por una parte, si hacemos nuestras elecciones estrictamente desde una posición neutral, sin inclinación previa alguna, entonces haremos las elecciones sin razón alguna.
Si no tenemos razón alguna para nuestras elecciones, si nuestras elecciones son completamente espontáneas, entonces nuestras elecciones no tendrán significado moral. Si una elección tiene lugar simplemente—surge por que sí, sin ton ni son, entonces no puede ser juzgada buena o mala. Cuando Dios evalúa nuestras elecciones, El está interesado en nuestros motivos.
Vosotros pensasteis mal contra mí, más Dios lo encaminó a bien” (Gén. 50:20)
El motivo fue aquí el factor decisivo que determinó si la acción era buena o mala. La implicación de Dios en el dilema de José fue buena; la implicación de los hermanos fue mala
Tenían una motivación mala. Su decisión no fue espontánea ni neutral. Estaban celosos de su hermano. Su elección de venderlo fue dictada por sus malos deseos.
Si no existe una inclinación, deseo o tendencia previos, ni motivación o razón para una elección, ¿cómo puede hacerse jamás una elección?
Sin motivo, no habría elección
la teoría de la voluntad neutral no sólo por ser irracional, sino porque, como veremos, es radicalmente antibíblica
Nuestra selección se basa entonces sobre lo que la mente aprueba o rechaza. Nuestro entendimiento de los valores juega un papel crucial en nuestras decisiones. Mis inclinaciones y motivos, al igual que mis elecciones en sí, están moldeados por mi mente
Una segunda definición del libre albedrío es “la capacidad de escoger lo que queremos”. Esto se apoya en el importante fundamento del deseo humano. Tener libre albedrío es ser capaz de escoger conforme a nuestros deseos. Aquí el deseo juega un papel vital en cuanto a proveer una motivación o una razón para hacer una elección.
“La voluntad siempre escoge según su más fuerte inclinación en el momento.” Esto significa que toda elección es libre y toda elección está determinada
En resumen, la ley es esta: nuestras elecciones están determinadas por nuestros deseos. Continúan siendo nuestras elecciones porque están motivadas por nuestros propios deseos. Esto es lo que llamamos autodeterminación, que es la esencia de la libertad.
Qué del pecado? Todo cristiano tiene algún deseo en su corazón de obedecer a Cristo. Amamos a Cristo y queremos agradarle. Sin embargo, todo cristiano peca. La cruda verdad es que en el momento de nuestro pecado deseamos el pecado más fuertemente de lo que deseamos obedecer a Cristo. Si siempre deseáramos obedecer a Cristo más que lo que deseamos pecar, nunca pecaríamos.
mis deseos no permanecen constantes. Fluctúan. Cuando tengo el estómago lleno, es fácil seguir una dieta. Mas cuando lo tengo vacío, mi nivel de deseos cambia
El crecimiento cristiano implica el fortalecimiento de los deseos de agradar a Cristo acompañado del debilitamiento de los deseos de pecar. Pablo lo llamaba la lucha entre la carne y el Espíritu.
Decir que siempre escogemos según nuestra inclinación más fuerte en el momento es decir que siempre escogemos lo que queremos. En el momento mismo de la elección, estamos libres y autodeterminados
La idea neutral del libre albedrío es imposible. Implica elección sin deseo. Es como tener un efecto sin una causa. Es algo que procede de nada, lo cual es irracional. La Biblia deja claro que escogemos por causa de nuestros deseos. Un deseo inicuo produce elecciones inicuas y acciones inicuas. Un deseo piadoso produce hechos piadosos. Jesús habló en términos de árboles malos produciendo frutos malos. Una higuera no produce manzanas, y un manzano no produce higos. Así también, los deseos rectos producen elecciones rectas, y los malos deseos producen elecciones de ese tipo
Agustín encaró el problema diciendo que el hombre caído tiene libre albedrío, pero carece de libertad. A primera vista, parece una extraña distinción. ¿Cómo puede alguien tener libre albedrío y sin embargo, no tener libertad?
Agustín estaba yendo a parar a lo mismo que Edwards. El hombre caído no ha perdido su capacidad para hacer elecciones. El pecador es capaz aún de escoger lo que quiere; puede actuar aun según sus deseos. Sin embargo, debido a que estos son corruptos, no tiene la capacidad real de los que son liberados para justicia. El hombre caído se halla en un grave estado de esclavitud moral. Ese estado de esclavitud se llama pecado original.