PON TU CASA EN ORDEN, PORQUE VAS A MORIR.

Los Profetas de Israel  •  Sermon  •  Submitted   •  Presented
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Si hay algo que es cierto en la vida es que todos tenemos una cita con la muerte, la pregunta es ¿Que tan listo estamos para llegar a esa cita?

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Isaías 38:1 (NBLA)
En aquellos días Ezequías cayó enfermo de muerte. Y vino a él el profeta Isaías, hijo de Amoz, y le dijo: «Así dice el Señor: “Pon tu casa en orden, porque vas a morir y no vivirás”».

INTRODUCCIÓN.

Supongamos que estamos en el supermercado realizando algunas compras y que en algun momento llegaremos al final del recorrido; hay tenemos dos sucesos que se llevaran a cabo de manera ineludible (1) hay que pasar a la caja y formarse en la fila no importa cuan larga esta sea; para que se lleve a cabo el (2) al llegar a la caja todos los artículos que hemos tomado debemos de pagarlos.
Sin ninguna duda hay una cita que toda persona tenemos en nuestra agenda de vida; es la cita con la muerte
Hebreos 9:27 (TLA)
Todos nosotros moriremos una sola vez, y después vendrá el juicio.
Sin embargo, aún y cuando todos los seres humanos en este planeta ya sabemos que en algun momento de nuestro caminar en esta tierra nos enfrentaremos con la muerte, en su gran mayoría la gente no estamos preparados para esa cita; aun sabiendo que llegara sin falta.
Algunas personas incluso algunos cristianos, nunca piensan en ese día hasta que se presenta y ni estan preparados ellos ni tampoco sus familias y ahi se vienen en ocasiones una cantidad de inconvenientes y de dificultades no solo para el que no se preparo para morir, sino también para los que le rodean.
La muerte es algo real, es algo que vamos a enfrentar, y Dios quiere que estemos preparados para ese día, y que aprendamos por medio de su palabra de como estar listo para ello.
Isaías 38:1 (NBLA)
En aquellos días Ezequías cayó enfermo de muerte. Y vino a él el profeta Isaías, hijo de Amoz, y le dijo: «Así dice el Señor: “Pon tu casa en orden, porque vas a morir y no vivirás”».
En aquellos días Ezequías; ¿Cuales días era? El Rey Asirio Senaquerib había estado intentando conquistar la ciudad de Jerusalén; sin embargo, Dios había hecho un tremendo milagro en la vida de la nación de Juda; había enviado a uno de sus angeles y el solo había matado a más de 185 mil soldados Asirios y había encaminado las cosas para que el Rey Senaquerib volviera a su reino, donde fue muerto por sus hijos (Is. 36-37; 2 R 18, 1 Cr 32).
Esos era días gloriosos para el rey Ezequias, solo debemos imaginarnos, Dios había salvado a su pueblo, había confirmado su reino, Ezequias era un rey que con sus acciones estaba tratando de encaminar de nueva cuenta a Juda a volverse al Dios verdadero.
Podemos ver que Ezequias era un buen gobernante, que estaba en la cima de su gobierno, que tenía el favor de Dios con el; piense; ¿que más podía pedir?, todo le estaba saliendo bien.
¿Estas en la mejor etapa de tu vida?
Tu negocio esta creciendo, vas viento en popa, tus hijos estan creciendo, están en la universidad, se estan recibiendo, se van a casar, etc. Dios me esta bendiciendo ¿que puede salir mal ahora?. (que alegría mi hermano).
A lo mejor estas como estaba Ezequias en ese momento.
En aquellos días Ezequías en los que parecía que todo estaba saliendo de maravilla; cayó enfermo de muerte.
¿Que era lo que estaba pasando?
Pero si todo estaba saliendo de maravilla, ¿que paso? De repente nos dice la historia que Ezequías se enfermo y cayo seguramente en su cama muy grave, tan era grave la enfermedad; que esta era de muerte.
Mire esto debió haber sido trágico; de repente aparecer una enfermedad que le truncara su vida. Ezequías no era una persona mayor cuando enfermo, era un hombre joven.
2º Crónicas 29:1 (NBLA)
Ezequías comenzó a reinar cuando tenía veinticinco años, y reinó veintinueve años en Jerusalén. El nombre de su madre era Abías, hija de Zacarías.
De acuerdo a lo que nos dice las Escrituras, 25 Años tenía Ezequías cuando llego al trono, y en el año 14 de su reinado tuvo lugar el suceso de la guerra con los asirios, es decir tendría unos 39 años aproximadamente, es decir que cuando enfermo de muerte, era relativamente joven.
¿Quién iba a imaginar que un rey en la plenitud de su reino, con tanto “éxito”, con tanto potencial, estuviera ahora condenado a morir?
La muerte no hace distinción entre niños, jóvenes o personas adultas, tampoco hace distinción de sexo o clase social. Es más; tampoco avisa cuando va a venir, en ocasiones, simplemente llega.
Por lo regular, se comienza a pensar en la muerte ya hasta que los años van de avanzada y la edad se va acumulado. Mientras la juventud esta, por lo regular la muerte no es un tema del que se hable con mucha frecuencia.
Fijemos Ezequias de la nada presento una enfermedad mortal. Aún los hijos de Dios se pueden enfermar, incluso pueden padecer enfermedades mortales. (el testimonio de mi madre)
Seguramente Ezequías guardaba la esperanza que Dios lo sanará y el pudiera seguir reinando como hasta ahora, Ya lo había salvado una vez y con una gran victoria ¿Recuerda Senaquerib?.
Es posible que cuando vió llegar al palacio al profeta Isaías llegar al palacio su pensamiento pudo ser: “El Señor me va a dar buenas nuevas, así como por medio del profeta anunció la gran victorias contras nuestros enemigos, me dará una buena noticia sobre ni restauración física”.
Y eso es normal de pensar hermano, cualquier creyente que como Ezequias trata de vivir una vida que agrade a Dios, que le obedece con todos el corazón que le busca, y de repente le sucede algo inesperado como esto, le gustaría recibir unas palabras que le dieran esperanza.
Sin embargo; el profeta traía un mensaje muy diferente al que posiblemente Ezequias estaba esperando. Dios tenía otros planes para el rey.
Y vino a él el profeta Isaías, hijo de Amoz, y le dijo: «Así dice el Señor: Quiero que pongamos atención en estas palabras. No era un invento de Isaías, no eran sus buenos o malos deseos contra el rey, es más Isaías seguramente amaba al rey porque Ezequias había restaurado la adoración al Dios verdadero en su reino. Pero por encima de los buenos deseos que el profeta podía tener, era comunicar la voz de Dios.
Cuando hablamos la Palabra a otros, incluso a personas a las que amamos mucho pero que no son cristianos, no debemos diluir, reducir o mutilar el mensaje a cambio de no herirles.
Isaías no nego llevar el mensaje de Dios, aún y cuando las noticias de un inicio no era buenas.
Si el Señor lo dice, si esta en su palabra, el deber de cada uno de nosotros es hablar el mensaje del Evangelio tal cual lo hablo Jesús. (Esto no nos capacita tampoco a ser groseros, petulantes, o despectivos para con otros)
Pon tu casa en orden, porque vas a morir y no vivirás”
Mire el mensaje, no era un mensaje sencillo que dar, tampoco era un mensaje agradable a la voz del rey, pero era el mensaje de Dios para Ezequías.
Al llevar este mensaje, Isaías se estaba jugando la vida, la máxima autoridad en el reino era el rey, el podía mandarlo matar y que trajeran a otro profeta que le dijera lo que quería ir.
Sin embargo Ezequías escucho con paciencia y con valentía el mensaje del profeta.
El mensaje era duro: “Vas a morir y no a vivir”.
¿Cuántas cosas habrán pasado por la cabeza de Ezequías en ese momento?
Aún soy joven, tengo tantas cosas por hacer, incluso en su oración al Señor le dice.
Isaías 38:2–3 (NTV)
Cuando Ezequías oyó el mensaje, volvió su rostro hacia la pared y oró al Señor: «Acuérdate, oh Señor, que siempre te he sido fiel y te he servido con singular determinación, haciendo siempre lo que te agrada»; y el rey se echó a llorar amargamente.
La reacción de Ezequías ante tal notica, no debería sorprendernos tanto, porque quizá muchos podríamos reaccionar igual.
Acuérdate Señor (como si Dios tuviera amnesia o se le olvidarán las cosas); tu sabes como te he servido, a cuantas reuniones he ido, cuanto he trabajado en tu obra, como he estudiado tu palabra, como le he hablado a los incrédulos de ti, etc.
Cuando la muerte llega, sin lugar a dudas rapidamente hacemos un listado de todas las cosas “buenas” que hemos hecho y sacamos los méritos que según hemos ganado para buscar que DIOS alargue el tiempo de nuestra vida.
Dios ya le había hablado a Ezequías, y el mensaje era prepárate, pon en orden tu casa porque vas a morir.
Hoy Dios nos esta diciendo lo mismo a nosotros. Pon en orden tu casa porque vas a morir.
Todos vamos a morir, y deberíamos tener en orden toda nuestra vida antes de partir de esta tierra.

1) Ordena tu vida respecto a condición Espiritual.

Lo primero que toda persona necesita hacer antes de morir, es poner en orden su situación espiritual frente a Dios.
Proverbios 5:21–23 (TLA)
Dios mira con mucha atención la conducta de todos nosotros. 22 El pecado y las malas acciones son trampas para el malvado, y lo hacen su prisionero. 23 Así muere esta clase de gente que no quiere ser corregida; ¡su falta de entendimiento acaba por destruirla!
Una persona que muere sin Cristo, su falta de entendimiento que este mundo no lo es todo, que hay una eternidad, lo terminará destruyendo.
Termina destruido porque muere en sus pecados a causa de su propia incredulidad.
Juan 8:24 (NVI)
Por eso les he dicho que morirán en sus pecados, pues si no creen que yo soy el que afirmo ser, en sus pecados morirán.
La unica forma de escapar de esa destrucción y esa muerte eterna es por medio de Jesucristo, solo en el esta la vida.
Juan 5:24 (RVR60)
De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.
El orden de la casa comienza cuando le entregamos nuestra vida por completo al Señor Jesús, cuando nos hemos rendido a el y le hemos reconocido como nuestro Único y suficiente Salvador.

2. Ordena todos tus asuntos familiares.

Isaías 38:1 (TLA)
En esos días, el rey Ezequías se enfermó gravemente y estaba por morir. El profeta Isaías fue a visitarlo y le dijo: «Dios dice que vas a morir, así que arregla todos tus asuntos familiares más importantes».
A lo largo de la vida, suceden muchas cosas en nuestra vida, posiblemente hay heridas que se han producido en el camino dentro de las familias y muchos cuando mueren no han arreglado esos asuntos.

Amargura.

Hebreos 12:15 (NTV)
Cuídense unos a otros, para que ninguno de ustedes deje de recibir la gracia de Dios. Tengan cuidado de que no brote ninguna raíz venenosa de amargura, la cual los trastorne a ustedes y envenene a muchos.
Hoy se sabe que muchas enfermedades crónico degenerativas estan vinculadas con la amargura.
Proverbios nos dice que el corazón contento hermosea el rostro, mas el espíritu triste seca los huesos.
Muchas personas, incluso creyentes guardan en su corazón una cantidad de recuerdos desagradables que solamente les producen amargura. (No pueden ver al Papá / mamá que los abandono, que los golpeó de pequeños) y se amargan tanto que su salud se ve afectada.
Muchos guardan estas cosas que incluso llegan a morir llenos de amargura y ese veneno ya ha contaminado al resto de la familia contra esa persona.
La amargura es el único veneno que se toma uno queriendo que al otro le haga daño.
La amargura, no debe caber en la vida de un cristiano, un Cristiano es un imitador de Cristo Jesús, “que quien mientras le maldecían no respondía con maldición, cuando padecía, no amenazaban habría su boca sino que encomendaba su causa al que juzga justamente.
Mientras Jesús estaba en la Cruz, en los albores de la muerte sus Palabras fueron “Padre, perdónalos porque no saben lo que hace”
Como creyentes deberías aplicar el consejo de pablo con antídoto contra la amargura.
Efesios 4:31–32 (RVR60)
Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.
Un Cristiano sin amargura, tiene en orden su vida interior, si el Señor le dice como a Ezequías “vas a morir y no vivirás”, tiene en orden su corazón con respecto a la familia, amigos, hermanos de la iglesia etc.

Herencias y deudas.

Muchas personas cuando mueren se descubre que dejaron un historial de deuda que la familia tienen que estar resolviendo en el momento. (llegan los acreedores el día del funeral y hay que pagarle).
Romanos 13:7–8 (NBLA)
7 Paguen a todos lo que deban: al que impuesto, impuesto; al que tributo, tributo; al que temor, temor; al que honor, honor. 8 No deban a nadie nada, sino el amarse unos a otros. Porque el que ama a su prójimo, ha cumplido la ley.
Si durante tu vida contrajiste un crédito (casa, coche, banco) compromete tu a pagarlo y no pongas en aprietos a tu familia el día que mueras.
Ya no te escondas del Coopel, no te escondas del SAT, si te comprometiste, honra tu palabra y paga.
Cuando no honramos a Dios con nuestra conducta y dejamos estas cosas pendiente, estamos dejando a nuestra familia con una carga innecesaria.
Y que me dice de las herencias.
¿Cuántas familias no se han divido después de la muerte de uno o de los los papás y ya se estan peleando por la herencia todos?
Ordenar tus asuntos familiares requiere que también pongas en orden tu testamento, tus propiedades o los bienes que Dios te ha dado en este mundo.
Ilustración los problemas y el trabajo adicional que genera no tener en orden las cosas lo que me ha estado pasando con la casa.

3. Ordena tu funeral.

Génesis 49:29–32 (NTV)
29 Entonces Jacob les dio las siguientes instrucciones: «Yo moriré pronto y me uniré con mis antepasados. Entiérrenme junto con mi padre y mi abuelo en la cueva que está en el campo de Efrón el hitita. 30 Es la cueva del campo de Macpela, cerca de Mamre, en Canaán, la cual Abraham compró a Efrón el hitita como lugar de sepultura permanente. 31 Allí están enterrados Abraham y su esposa Sara; allí también están enterrados Isaac y su esposa Rebeca; y allí enterré a Lea. 32 Es la parcela de tierra y la cueva que mi abuelo Abraham les compró a los hititas».
Jacob, sabía lo que todos nosotros sabemos, el iba a morir, sin embargo estaba consiente de no dejar un problema a sus hijos el día de su muerte.
Debemos preparar aún ese día. Y puedes pensar pero para eso falta mucho, ve comprando el lugar donde va a estar tu cuerpo hasta la venida de Señor.
Jacob ya tenía el lugar, ahi estaban sus abuelos, estaban sus padre, estaba una de sus esposas, ya había un lugar dedicado para evitar carreras, sorpresas, y angustias. Ese día todo es más caro esos lugares muchas veces se hacen valer de la necesidad y la urgencias de las personas y abusan del momento.
Si Dios nos ha llamado a ser buenos administradores de los recursos que ha puesto en nuestras manos esto, esto también incluye los preparativos para nuestro funeral.
La muerte no es para el creyente un asunto que cause temor, si de algo estamos seguros es lo que decía Pablo “Porque para mi el vivir es Cristo y el morir es ganancia”, La muerte no es un fin para el cristiano, sino el comienzo de lo mejor.
Pero mientras ese día llega, debemos estar preparados, Ezequías era Joven la muerte le sorprendió de repente, Jacob era un hombre muy mayor cuan cuando la muerte toco a su puerta; sin embargo ambos tuvieron que enfrentarse con ella. Uno estaba más preparado que el otro.
Con la inminencia de la muerte, el mandato de Dios es que estemos preparados para enfrentarla poniendo nuestra casa en orden.
Si usted supiera que tiene poco tiempo de vida, ¿qué es lo que arreglaría en su vida personal?, ¿qué arreglaría en sus relaciones con la familia?, ¿qué asuntos pondríamos al día?, ¿qué órdenes daríamos para realizar en nuestra ausencia tras la muerte?
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